Nací para amarte

36.

Maia Montero

-Buenas noches - dice suavemente Cecilia mientras esta apoyada del capó, cruzada de brazos -
- Buenas noches - digo arreglando el morral en mi hombro y sonrío -
- ¿Me aceptarías una cena más película en el departamento? - pregunta y asiento sonriendo - ¿Se sube señorita? - pregunta caminando hasta la puerta del copiloto y me rio para acercarme a ella -
- ¡Muchas gracias bella dama! - respondo y me roba un casto beso, me subo al coche y me muerdo el labio -

Cecilia cierra la puerta, rodea el coche y la veo subirse al piloto, dejo mi morral en la parte trasera, nos ponemos los cinturones de seguridad y estando ya dentro del coche puedo ver a Cecilia con ese hermoso abrigo blanco, un jean azul y su cabello dorado enroscado, es preciosa.

-¿Qué me miras? - pregunta manejando y sonrío para mirar la carretera -
- Eres hermosa - susurro y volteo a verla, sonríe sonrojada - y sonrojada te ves más hermosa - digo y finalmente se ríe a carcajadas -
- Usted muchachita le gusta ver el mundo arder - dice y me rio negando -
- Sólo me gusta verte así de feliz - digo y Cecilia se queda en silencio, sonriendo y asintiendo lentamente -

El resto del camino prendí la radio y fuimos cantando una que otras canciones que nos supiéramos, o tarareábamos, pero definitivamente son estos momentos los que amo de la vida, ella a mi lado, siento su mano entrelazar la mía y volteo a verla, su sonrisa sigue intacta y mi corazón late desbocado al verla allí tan perfecta, tan hermosa, tan mía.

**********

-Bienvenida siempre - dice Cecilia mientras entramos y me rio negando -
- Gracias bella dama - digo y niega mientras sonríe, se quita el abrigo para dejarlo en el perchero y finalmente la detallo -

Su camisa sencilla color blanco, su pantalón jean con rasgados horizontales en la pierna derecha, sus botas tacón alto, pero estilo cortas, Cecilia es todo lo que esta bien en el mundo y sé que ella debe saberlo.

-Hice lasaña ¿Te gusta? - pregunta pasándome por un lado y asiento -
- Me encanta - digo y agarra mi mano para guiarme hasta el comedor -

Arrastra la silla para sentarme y le agradezco, se sienta frente a mí y la ayudo a servir tanto la lasaña como la ensalada, incluso el vino, chocamos nuestras copas y la veo probar luego de olfatear el vino, su rostro al probarlo es algo tan exquisito que jamás podrá salir de mi memoria, me muerdo el labio inferior para luego agarrar mi copa y también probar el vino.

-Esto está exquisito - susurro extasiada y Cecilia se ríe, alzo la cara para verla y sus ojos brillan -
- Gracias, lo hice con mucho amor - dice y agarro su mano, me lanza un beso -

Un rato más tarde terminamos de cenar y me ofrezco a lavar los platos, al principio fue todo un conflicto porque ella no quería pero yo sí aunque al final gané, así que mientras tanto Cecilia se puso a hacer las palomitas. Un rato más tarde todo esta listo, saco del refrigerador dos latas de coca-cola y Cecilia lleva las palomitas, vamos hasta la habitación principal y me voy a la cama mientras Cecilia prende la luz para buscar alguna película que ver.

-Pon Elizabeth - digo emocionada y la rubia se ríe -
- Vale, igual sé que es buena - dice y asiento emocionada -
- Claro, trabaja Cate Blanchett - digo orgullosa y ella niega para acostarse a mi lado -

Coloca el recipiente de las palomitas en medio de nosotras y me pongo eufórica cuando comienza la película. Debo admitir que cuando de Blanchett se trata, no puedo mirar ni a los lados, así sea Cecilia. Siento su mano rozar la mía y volteo a verla pero ella sigue viendo la película. Resoplo y volteo hacía la televisión para seguir viendo la película.

**********

-Siempre diré que es buenísima - digo al ver los créditos y Cecilia se ríe -
- No vas a decirlo, si ni mirabas a los lados - dice burlona y me hago la orgullosa -
- Pues, es Cate Blanchett - digo cruzándose de brazos y Cecilia se acerca a mí -
- ¿Debo preocuparme por eso? - me susurra en el oído y me estremezco -
- Capaz que sí - susurro y la oigo reír para luego dejarme un beso en el cuello -
- Yo digo que no - dice segura y volteo a verla, niego y me levanto con las latas ya vacías, el recipiente de las palomitas y salgo de la habitación -

Camino el pasillo hasta conectar con la cocina, donde entro y boto las latas, lavo el recipiente y lo dejo secando al lado, busco un vaso y me acerco al refrigerador para buscar algo de tomar, me decido por agua y me acerco a la barra para apoyarme de ella, escucho sus pasos pero aún así me voy en un trance, pensando que tengo días con un mal presentimiento, suspiro y siento sus manos en mis caderas para girarme, quedamos a centímetros, cara a cara, nuestras respiraciones se mezclan y sonrío al ver esos ojos verdes tan intensos y oscuros.

-¿Desea algo? - pregunto en un susurro y Cecilia asiente -
- A ti - susurra y me besa intensamente -

Paso mis brazos por su cuello y me alza para sentarme en la barra de la cocina, nos alejamos unos minutos después para respirar profundo, me acaricia la mejilla y sus ojos bajan la intensidad, amo eso de Cecilia, que puede ser tan intensa en unos minutos y luego ser tan apaciguada.

-Ya todo está listo para el viaje ¿puedes en una semana? - pregunta y pienso en la carrera, pero igual asiento -
- Claro que sí - respondo y la vuelvo a besar, haciéndola reír -
- Entonces el viernes después de clases nos vamos - ahora no pienso en las clases, sino en el trabajo pero decido vivir a su lado -
- El viernes después de clases nos vamos - repito emocionada para darle muchos besos en la cara, ella ríe a carcajadas -

Luego de un rato volvemos a la habitación y mientras ella lee, yo le platico de todo lo que hicimos en fin de año, por ratos prefiero quedarme en silencio pero me dice que le comente y es aquí donde me siento en casa, donde quiero estar lo que me resta de vida.

-Ya no quiero leer el libro - susurra y lo deja en la mesita de noche para quitarse los lentes y acercarse a mí -
- ¿Y que deseas hacer? - pregunto rodeando su cuello con mis brazos, mientras ella pasa sus brazos por mis caderas -
- Leerte a ti - susurra y me besa -

Es un beso que comienza con tanta suavidad para luego volverse intenso, sus manos recorren mi torso y baja hasta la entrada de la camisa para quitármela, me sienta en medio de la cama a ahorcajada y sonrío mientras su mano derecha baja por el puente de mis pechos, la vuelvo a besar y me quita el brasier. Nos separamos y ya nuestras respiraciones son erráticas, le quito la camisa y me embelesa simplemente su torso, me fascina.

-Te quiero - susurra y respiro profundo para mirarla a los ojos -
- Te quiero más - susurro y nos volvemos a besar -

Hacer el amor con Cecilia para mí es un paraíso. Besar cada parte de su cuerpo, cada lunar, cada peca, Cecilia es increíblemente todo lo que quería en mi vida, sus gemidos aumentando de volumen hasta llegar al orgasmo. Ella besando cada espacio de mi cuerpo, nuestros gemidos, hacernos nuestras hasta que no podemos más, es aquí donde quiero estar siempre. Y finalmente nos quedamos dormidas.

**********

-¡Buenos días! - dice dejándome besos en la espalda y me giro lentamente para verla con el desayuno en una bandeja, más una flor y sonrío -
- Buenos días - susurro y luego carraspeo, para sentarme y me deja la bandeja en las piernas, la veo sentarse a mi lado y le doy un beso en la mejilla - gracias por esto - digo y tomo del jugo -
- Para mi amor todo - susurra y le robo un pequeño beso -

Luego de desayunar, veo la hora y me levanto para ir hasta el baño a asearme, echarme una ducha y cambiarme para irme al trabajo. Una hora más tarde estoy lista y salgo de la habitación, la veo en la barra apoyada pensativa y me apoyo del umbral para suspirar por esa hermosa mujer.

-No me mires así, que me sonrojas - susurra y me rio para acercarme a darle un beso - quiero darte algo - dice y me alejo para verla caminar hasta la sala, luego se regresa - esta copia - dice y me la deja en la mano -
- ¿De aquí? - pregunto confundida y asiente -
- Para que vengas cuando quieras - responde y me da un casto beso, me quedo paralizada -