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-¿Quieres comer afuera o cocino? – pregunta la rubia y volteo a verla, me levanto del sofá para caminar hasta la cocina –
- Cocinamos – respondo sonriendo y entro a la cocina para abrazarla – estoy muy cansada y no quiero salir – susurro apoyando mi mentón en su hombro –
- Va, entonces hagamos unos emparedados y vamos por una película – dice y asiento para dejarle un beso en el hombro –
- Hagámoslo – digo alejándome para ir hasta el refrigerador –

Cecilia se ríe y minutos después comenzamos a hacer los emparedados, voy hasta la sala y coloco música, me detengo cuando escucho la voz de Carolina Ross y comienzo a cantar caminando hasta la cocina.

“Acaríciame y siénteme tan dentro de tu piel, envuélveme en tu cuerpo, por favor. Olvídate del tiempo y del ayer. Acaríciame y déjame escuchar tu corazón, que late aprisa igual que mi pasión, que vibra como yo con este amor... Con este amor”

Cecilia se ríe mientras termino de cantar la canción y me abraza fuertemente para luego seguir preparando los emparedados. Un rato más tarde está la cena lista pero suena su celular y se disculpa para ir a contestar, mientras tanto saco una copa y le sirvo vino a Cecilia, luego voy por una lata de coca-cola para mí.

-¿Todo bien? – pregunto un rato después cuando la veo acercarse en silencio, alza la cara y asiente –
- Era Teresa – sonríe pero no me convence – sólo quería saber si ya llegamos – responde y asiento lentamente –
- ¿La veras cuando? – pregunto y vuelve a quedarse pensativa – ¡Cecilia! – exclamo y vuelve a mirarme asustada – ¿Qué ocurre? – pregunto y niega –
- Nada y la veo mañana – responde para rodear la barra y abrazarme por los hombros –
- Me la saludas – digo y me deja un beso en la coronilla –
- Va, yo le digo – dice y asiento para quedarnos allí abrazadas –

Su corazón late desbocado y me preocupa, pero por fuera se ve tan tranquila que me siento confundida. Unos minutos después agarramos nuestros platos y bebidas, vamos hasta la habitación y Cecilia prende la televisión para ver una película cualquiera, pero terminamos viendo una serie policíaca, que recuerdo haberla visto antes con papá, le fascina.

-Benson es la mejor – dice y asiento –
- De grande quiero ser como ella – digo y Cecilia se ríe –
- Que raro porque de que yo sepa estudias Odontología – dice y termino mi emparedado, la rubia sonríe y me da un casto beso –
- También es verdad – chillo después de tragar y Cecilia sólo ríe para seguir viendo la serie –

Después de terminar, Cecilia se levanta para llevar los platos, yo busco en mi maleta algo para dormir, así que voy al baño, me echo una ducha y veinte minutos después salgo para ponerme la pijama. Al salir esta Cecilia sentada en la cama viendo su celular, carraspeo y voltea a verme para sonreír, se levanta y camina lentamente hasta acercarse a mí.

-Me encantas – susurra y me da un beso lento –
- Y tú a mí – susurro entre sus labios, siento sus manos recorrer desde mis hombros hasta llegar a la comisura de mi playera, para subirla y quitármela –
- No quiero que acabe este fin de semana sólo durmiendo – susurra y vuelve a besarme, pero nos alejamos para quitarle yo esta vez la camisa que lleva puesta –
- Entonces no dejemos que acabe sólo durmiendo – digo y sus ojos se oscurecen –

Me besa y la guío hasta la cama, donde caemos y nos reímos, amo hacerle el amor, amo que me haga el amor, amo estar a su lado, amo que llegue al orgasmo gimiendo mi nombre o yo el de ella. Besar cada espacio de su cuerpo, cada rincón, cada lunar, cada peca, ver sus pupilas dilatadas, sus ojos intensos, sus labios hinchados, escucharla gemir, amo todo de Cecilia Abbey.

-Feliz noche mi amor – susurra ya abrazadas y alzo la cara para darle un beso –
- Feliz noche señora bonita – susurro y vuelvo a apoyar mi cara de su pecho –



                                      ********

Quiero decir que me quedé dormida, pero la verdad es que son las 2 de la madrugada y tengo insomnio, un mal presentimiento desde hace tiempo y ganas de vomitar, alzo la cara para ver a Cecilia dormir, así que me alejo suavemente para no despertarla y me levanto de la cama, me pongo la pijama, volteo a verla y ver a Cecilia desnuda entre las sábanas calma el fuego que siento en mi alma.

Salgo de la habitación y camino hasta la cocina, prendo la luz para agarrar un vaso de agua, me acerco a la barra donde dejo el vaso y me quedo pensando que Darío no me dijo nada, mamá y papá no responden, estoy muy preocupada, debí irme a casa pensándolo bien. Un rato después de terminar el vaso de agua, camino hasta el fregador para lavar el vaso, lo coloco donde va y apago la luz, veo el ventanal y me acerco para ver la ciudad de Baltimore, esta noche está en calma, se ve tan bonita y lo mejor de todo me calma los nervios que tengo, lo peor es no saber porqué, decido dejar de pensar y voy hasta la habitación, me vuelvo a acostar y abrazo a Cecilia, apoyo mi cara en su pecho mientras nuestros pies se entrelazan y un rato después me quedo dormida.





                                        *********

-Buenos días dormilona – susurra Cecilia y siento que no dormí nada, me giro para abrir los ojos y verla radiante ya vestida para irse –
- Buenos días preciosa mujer – susurro y se sonroja –
- Muchas gracias – dice y se sienta a mi lado con una bandeja – te traje el desayuno – comenta y me siento para sentir un zoológico en mi estomago –
- Amo cuando haces estas cosas – confieso y se acerca para darme un beso –
- Quiero vivir haciéndolo – dice y asiento para tomar del vaso de jugo, le invito a desayunar y acepta –
- ¿Vas a clase hoy? – pregunto y asiente mirando su reloj de la muñeca –
- Primero debo ir a consulta – responde y asiento, la veo levantarse después de desayunar – es tu casa – aclara y sonrío –
- ¿Ya te vas? – pregunto y asiente haciendo un puchero –
- Sí, se me hace tarde – susurra y se acerca para darme un beso, la abrazo fuerte – llámame cualquier cosa Maia, por favor – dice suavemente y se aleja para dejarme un beso en la frente – Te amo – finaliza y sonríe dulcemente –
- Te llamo – digo y sonrío – Te amo más – susurro y asiente para mirarme una última vez, sale de la habitación y suspiro pesadamente –

Un rato más tarde me levanto y agarro la bandeja para salir de la habitación e ir a la cocina para lavar lo sucio, agarro un vaso de agua y luego de terminar, lavo el vaso y lo guardo, salgo de la cocina y voy a la habitación, camino hasta el baño donde me encierro para asearme y luego echarme una ducha. Veinte minutos después estoy lista y agarro mi maleta para poner el morral en mi hombro, salgo del departamento y camino hasta el ascensor.

-Hasta luego – digo despidiéndome del portero –
- Hasta luego señorita – se despide y sonrío para salir del edificio –

Camino hasta acercarme al estacionamiento, al llegar a mi coche camino hasta el maletero lo abro y guardo la maleta para cerrarlo nuevamente, vuelvo al puesto del piloto para subirme, dejo el morral en el copiloto, busco mi celular y todavía no tengo nada de mis padres, ni siquiera de Eithan, resoplo y prendo el coche para retroceder y salir del estacionamiento, manejo hasta casa.


                                     ********

Me estaciono y frunzo el ceño al ver los tres carros estacionados, no entiendo entonces porque no me respondían, apago el coche y siento muchísimo miedo, las manos comienzan a sudarme, mientras que el corazón late desbocado, respiro profundo para calmarme, me quito el cinturón de seguridad y agarro mis cosas para bajarme, camino hasta el maletero, lo abro y saco la maleta, lo cierro para caminar hasta la entrada, busco las llaves y abro la puerta para entrar, oigo voces y dejo la maleta junto al morral al lado de la puerta, me quito la chamarra y camino hasta la sala para dejarla en el sofá, me doy la vuelta y camino hasta la cocina.

-Hola – saludo y los tres se quedan en silencio para voltear a verme –
- Hija – susurra papá y me alerto al verlos demacrados tanto a papá como Eithan –
- ¿Qué ocurre? – pregunto y los tres se miran, mamá asiente y sale de la cocina para acercarse a mí –
- Hija que bueno verte aquí – dice y me abraza pero sigo sin entender –
- ¿Qué ocurre Anna? – pregunto ya irritada y mamá se aleja para verme con tristeza, miro a los chicos y mamá suspira –
- Es Maruja – susurra y me tenso – falleció anoche – susurra y siento que todo mi mundo cae al suelo al oír esas palabras, me quedo paralizada y siento un nudo en la garganta –

Nací para amarte Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt