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Cecilia Abbey

Sonrío al ver a Maia con el ramo de Lucía y su sorpresa, Miguel bromea conmigo y le pongo mala cara pero eso a él no le interesa, vuelvo a ver a Maia y nuestras miradas se conectan, sonrío y ella niega para girarse y salirse entre las chicas, algunas se quejan y otras se ríen, la boda vuelve a la normalidad y así va transcurriendo.

A eso de las 4 de la madrugada Eithan y Emiliana se despiden para marcharse ya que su despedida será en Cancún por un mes, abrazo con fuerza a mi hija y le pido que disfrute demasiado mientras que Anna abraza y le dice cosas a Eithan, nos alejamos de los novios y nos volteamos a ver para reírnos y abrazarnos.

-Ahora si es oficial consuegras – dice y asiento para alejarme –
- Sólo pido perdón por los daños y que comencemos de nuevo – ofrezco mi mano y Anna la mira unos segundos –
- Comencemos de nuevo – dice y estrechamos nuestras manos –

Nos reímos y nos abrazamos para luego alejarnos, nos acercamos al coche donde se van los nuevos esposos y alzamos la mano para despedirnos de ellos, los vemos partir y volvemos al salón ya que la fiesta sigue, esta gente no se cansa. Una hora después Mauricio y Lucía se despiden, siento un nudo en la garganta porque a diferencia de Emiliana y Eithan, Mau y Lu se van a Grecia por tres meses y después de volver a adaptarme a ver a mi hijo, otra vez lo tendré lejos así que lo abrazo muy fuerte y le pido que se cuide mucho y que disfruten muchísimo, abrazo a Lucía y los bendigo a ambos, se van en el coche de novios y sonrío conmocionada al verlos partir.

Decido que ya es hora de irme, así que me despido de algunos incluyendo mi familia y amigos, además de mis consuegros y agarro mis cosas para salir del salón, camino el club y salgo para ir hasta mi coche, me subo y veo a Maia salir con Amelia, sonrío y dejo mis cosas a un lado, me pongo el cinturón de seguridad y prendo el coche para irme, doy retroceso y salgo del estacionamiento para tomar camino a mi departamento.



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-Se me casaron mis niños – susurro estacionándome frente al edificio y sonrío asimilando la situación – ¿Cuándo crecieron? – pregunto conmocionada y suspiro –

Apago el coche y me quito el cinturón de seguridad, agarro mi cartera y me pongo el abrigo, salgo del coche y camino lentamente hasta entrar al edificio, saludo a José quien me guiña un ojo y sigo hasta el ascensor, toco el botón y espero a que baje, mientras espero llegan Adrián y Elibeth, quienes vienen de la boda también.

Hablamos un poco y cuando se abren las puertas del ascensor entramos, toco el botón ocho y unos minutos después estamos saliendo del ascensor me despido de ambos, ellos también de mí y sigo hasta mi departamento, saco las llaves y abro para entrar al departamento, cierro la puerta y le paso el seguro, sigo hasta la habitación y prendo la luz, dejo la cartera en su lugar que es cerca del clóset y me quito el abrigo, lo dejo en el sofá de la habitación y me siento para quitarme los tacones, me levanto y camino hasta el clóset, busco una pijama y me quito el vestido, voy al baño y me echo una pequeña ducha, lo necesitaba.

Diez minutos después de estar ya lista, salgo del baño y camino hasta el interruptor, apago la luz y camino hasta mi cama, me acuesto y me arropo, mientras miro el techo rememoro todo lo ocurrido, sonrío y doy varias vueltas, a la última y mientras abrazo una almohada comienza a pesarme los párpados, el sueño se apodera de mí y me quedo dormida.






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Días después…

Llamada
-¿Le llego la flor? – le pregunto a Sacha –
- Sí jefa, nuevamente pregunta pero nadie dice nada – susurra y sonrío –
- Vale, esta bien, gracias Sacha – digo y cuelgo –
Finalizada llamada

Nací para amarte Where stories live. Discover now