Capítulo 7.

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- Has estado muy callada hoy Jauregui. – Resonó la firme voz del hombre a sus espaldas.

- Sargento Walker. Un gusto a volver a verle. – Saludó cuadrándose.

- Oh Jauregui, el gusto es mío.

El hombre la abrazó, tan rápido que no se lo esperó. Podía recordar cómo incontable veces la misma voz firme le había gritaba al oído cada vez que ella fallaba una prueba en el entrenamiento físico o cómo el hombre le hacía ducharse con agua fría a las 5 AM cada vez que le parecía que Jauregui había actuado con extrema soberbia en alguna situación.

- Cuando supe lo que pasó allá intenté volver a Boston lo antes posible, pero no pude. – Dijo el hombre dejando una de sus grandes manos en el hombro izquierdo de la ojiverde.

- Gracias por preocuparse sargento. – Le regaló una pequeña sonrisa.

- Mis condolencias por Jenkins, fue un militar admirable.

Sus ojos se desviaron en dirección opuesta a la del hombre mientras se quedaba observando a todos en aquel salón, todos uniformados, sólo militares. En un momento cerró los ojos intentando imaginar a su mejor amigo ahí riendo fuerte como siempre lo hacía generando un alboroto con los demás militares.

- Sé que aún estás de baja por tu TEPT* y lo de tus cirugías... Pero me gustaría que supieras que cuando te sientas lista puedes volver con nosotros... Ya sabes, supongo que no a combate, pero quizás a entrenar a la infantería o hacer algunas clases. – Dijo finalmente el hombre.

(*TEPT= Trastorno de estrés postraumático.) 

Las palabras la dejaron más confundida que alagada. Aún no había pasado ni un año desde lo de Irak y el hombre le hablaba tranquilamente de volver, pese a que podía jurar que todos los militares de aquel salón podrían apostar todo su dinero a que ella nunca volvería a trabajar para la U.S. Army.

- Le haré saber si algo me hacer cambiar de idea. – Le sonrió y se despidió del hombre cuadrándose.

Justo cuando se acercaba a una de las mesa para beber un poco de agua un par de voces le hicieron dar un pequeño salto por el susto.

- ¡Lauren!

Se giró para reencontrarse con la joven pareja de hermanos Thompson, Charles y Nataly. Aquellos hermanos junto a Cameron y ella habían sido inseparables durante la infantería en los primeros años de formación, pero al igual que casi todos los militares allí ella no los había visto durante un largo tiempo, sabía que luego de Irak los hermanos habían sido re destinados a un lugar cerca de Afganistán.

- ¡Ey vosotros dos! – Dijo la ojiverde sonriendo sinceramente.

Charles no esperó y abrazó fuertemente a Lauren, el chico medía casi 10 centímetros más que ella, y su hermana Nataly también estaba casi cerca de los 1.70 de Lauren.

- Discúlpanos por no habernos comunicado contigo antes, volvimos a Boston sólo hace unas semanas, no hemos tenido tiempo... - Dijo un poco avergonzada la chica rubia.

- Descuidad, lo entiendo totalmente. Estoy segura que han estado recuperando el tiempo con sus familias.

- ¿Puedes creer que Lucy ya va cumplir 3 años? – Sonó emocionado Charles al hablar de su única hija. – A veces pienso que me he perdido todo... Pero fue increíble verla reír cuando volví a casa.

Amor inmarcesible. (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora