Capítulo 20.

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Julio 2016, Boston – USA

Cuando cerró la puerta de la camioneta pudo sentir el verdadero frío que hacía en el lugar, menos mal había llevado su mejor abrigo para soportar aquellas temperaturas. Su mente agradeció el silencio que se mezclaba con los sonidos de la naturaleza del lugar.

Sacó con agilidad el bolso y las cañas de pescar de la parte trasera de la camioneta, sonriendo melancólicamente al recordar cómo el propio padre de Camila le había enseñado los secretos para lograr una excelente pesca en el lago. Para aquel entonces sólo llevaban un par de meses de novias, el instituto estaba por terminar y los padres de su chica le habían invitado amablemente a pasar unos días de relajo en el lago. Camila había quedado admirada de las habilidades que la ojiverde demostró aquel día, riendo a lo bajo al ver cuánto Lauren se esforzaba por impresionar a Alejandro.

Al entrar a la casa varios recuerdos amenazaron con brotar desde el fondo de su memoria, pero se removió nerviosamente hasta la pequeña cocina de la casa para poner a hervir algo de agua y hacerse una taza de café.

Se dejó caer en el pequeño sofá color azul marino de la habitación que daba de forma casi directa al exterior de la casa, de ahí se podía ver la inmensidad del lago el cual movía sus aguas tranquilamente imperturbables bajo los débiles rayos de sol que rebotaban en él.

Sus parpados se cerraron al darse cuenta dónde exactamente estaba, ¿En qué momento había pensado que era una buena idea escapar al lugar donde muchas veces pasó el día haciéndole el amor a Camila?

- ¿Y ahora qué? – Susurró confundida para sí misma.

El sonido de la tetera resonó por toda la casa y mientras sus manos comenzaban automáticamente a ejecutar paso a paso lo necesario para lograr un excelente café repasó mentalmente lo que había pasado en los últimos días... ¿Sería posible en algún momento dejar de amar a Camila? ¿A su Camila?...

...

- ¿Cómo que se ha ido? – Preguntó confundida Dinah mientras tomaba en brazos a Cameron el cual estaba haciendo un berrinche.

- Ayer por la noche, se ha ido en la camioneta. – Dijo Camila mirando a Cameron preocupada.

- ¿Por cuánto?

- No me lo ha dicho. – Hizo una mueca.

Cameron seguía llorando casi silenciosamente en los brazos de Dinah, el pequeño llevaba los cabellos despeinados y aún el pijama de estrellas amarillas en un fondo azul oscuro.

- Creo que él sabe que Lauren se ha ido. – Susurró la arquitecta tomando a su hijo en brazos.

Los parpados de su amiga se abrieron para luego afirmar en silencio. Camila no había sabido a quién más llamar para quedarse aquel día en casa junto a su hijo, no hubiera soportado hablarlo con sus padres o con los propios padres de Lauren. Tampoco hubiera soportado quedarse sola y subirse por las paredes intentando descifrar qué era lo que exactamente pensaba la ex soldado.

El anillo de Lauren lo había dejado en el cajón de la mesita de noche del lado de la ojiverde. Cuando aquella noche había entrado a la habitación un frío recorrió su espina dorsal al recordar aquellas noches cuando Lauren había estado de misión y ella había tenido que dormir sólo acompañada del pequeño que estaba creciendo en su vientre, ahora al menos pasaría las noches durmiendo con su hijo entre los brazos.

- ¿No cree que realmente has perdido el anillo? – Habló Dinah mientras terminaba de hacer dos tazas de café.

- Le he dicho, pero no sé si ha pensado que es mentira... Le duele de igual forma.

Amor inmarcesible. (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora