Capítulo 55.

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Lauren se cuadró frente al coronel Anthony Cole, el hombre de piel morena y cabello negro como la noche le afirmó con la cabeza en silencio para luego dirigirle una pequeña sonrisa.

- Un gusto por fin conocerle soldado Jauregui... - Resonó la ronca voz del hombre.

- Soy yo quien debería estar honrada coronel Cole. – Dijo pausadamente la ojiverde.

Apretó una de sus manos para intentar disipar el nerviosismo que estaba sintiendo en aquellos momentos. Los oscuros ojos marrones del coronel siguieron detallando su rígido rostro el cual intentaba esconder una amplia sonrisa en el día en que finalmente sería el comienzo de su carrera como soldado de la U.S. Army en las Fuerzas especiales.

- Ayer observé su entrenamiento bajo las órdenes del sargento Walker... Debo admitir que me he sorprendido al ver su completa recuperación después de un año de baja, además he visto sus informes médicos que demuestran que todo está en orden. – Apuntó el hombre.

Una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro en señal de agradecimiento frente a las palabras del coronel. No tenía idea de que le habían estado observando, pero ella sabía con certeza que siempre daba lo mejor de sí en cada entrenamiento o tarea que se le era encomendada.

- Con el sargento Walker ya hemos terminado el papeleo administrativo sobre su traslado de unidad... Oficialmente es parte de las Fuerzas especiales de la U.S. Army... Enhorabuena y bienvenida a nuestras filas.

El pecho se le llenó de emociones frente a lo mencionado... Si tan sólo las cosas fueran distintas aquel día ella estaría al lado de su mejor amigo recibiendo la noticia que tanto habían esperado desde que comenzaron sus entrenamientos en la infantería.

- Muchas gracias coronel Cole. – Respondió con la mirada fija en la del hombre.

- Su primera misión será en una semana... Como sabrá, y según los códigos de la U.S. Army no le puedo dar más detalles del momento hasta que el avión salga... Disfrute éstos días junto a su familia.

Apretó la mandíbula frente a lo repentino de la situación, pero intentando mantenerse serena se cuadró en señal de despedida frente al hombre el cual luego de también cuadrarse se alejó del lugar.

Tenía siete días para disfrutar completamente de su hijo y de Camila... Lo único que debía importarle por el momento era informarle a su ex esposa que se volvería a ir por un tiempo no determinado, y hacerle sentir que las cosas ésta vez serían distintas. Sólo esperaba que la arquitecta lograra entenderlo y que el destino no dejara que las cosas se repitieran otra vez.

...

Con una de sus manos acarició uno de los pequeños pies de Cameron que se escapaban bajo la manta de color naranja que cubría al ojiverde. Una sonrisa se volvió a dibujar en su rostro al recordar lo feliz que le había recibido su hijo cuando fue a buscarlo a la casa de Alejandro y Sinu.

El pequeño se removió frente a las cosquillas que sintió debido a las caricias de Camila pero luego de dejar escapar un suspiro siguió durmiendo bajo el cansancio de un largo día de juegos junto a sus abuelos.

- Mi pequeño... - Susurró la arquitecta para dejarle más tiernas caricias al menor.

Le encantaba observar cuando su hijo se hacía encogía su cuerpo en sí mismo para dormir, se veía más pequeño de lo normal, más frágil... Ella lo cuidaría toda la vida, le daría todo el amor que pudiera y buscaría las maneras de darle alegría cada día al hermoso ojiverde.

Amor inmarcesible. (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora