Capítulo 43.

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Maratón -> 2/4

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Camila se cruzó de brazos mientras se removía nerviosamente por una de las puertas de salida de pasajeros de vuelos nacionales en el Aeropuerto Internacional de Logan en Boston. Sabía perfectamente que para aquellas horas cerca del amanecer siempre hacía más frío que lo acostumbrado pero aun así no podía evitar estar casi temblando bajo su largo y grueso abrigo color café claro.

Una sonrisa se dibujó en su rostro al ver cómo una gran cantidad de personas comenzaban a caminar desde la salida hasta pasar por su lado. Mirando con detalle logró divisar a la distancia a Normani, la cual también logró sonreírle mientras llevaba la maleta con ruedas a su lado.

- ¡Por Dios! – Casi gritó Camila abrazándose al cuerpo de su mejor amiga luego de dar un divertido brinco frente a la chica morena de piel.

- Yo también me alegro de verte Mila. – Susurró Normani emocionada al borde de las lágrimas.

El abrazo duró todo el tiempo que sus corazones necesitaron y por la mente de la arquitecta pasaron una gran cantidad de recuerdos desde aquellos años que había comenzado su amistad con aquella chica que compartía la clase de química con ella en el instituto.

- Disculpa por haberte hecho madrugar hoy. – Dijo la más alta mientras las dos caminaban por el aeropuerto para salir hasta el coche del padre de Camila quien se lo había dejado el día anterior.

- Tranquila, todo sea por darle una sorpresa a tus padres. – Sonrió.

Y así sería, Normani sólo le había contado a Camila que ella iría por unos días Boston, quería sorprender a sus padres que se habían quedado en la ciudad luego de que ella decidiera irse hasta Atlanta para recomenzar su vida luego de lo que ocurrió con Cameron en Irak.

- Es una lástima que hoy esté tan liada con el trabajo, incluso aquel tedioso almuerzo que tengo con mi jefe, pero ya sabes, luego de eso me pasas a buscar y nos vamos a cenar con mis padres, están felices por verte. – Apuntó la arquitecta mientras ayudaba con la maleta a Normani.

- Y yo de verles a ellos. – Sonrió con alegría.

Durante el camino a la ciudad la chica más alta le contó a Camila sobre lo tranquilo del vuelo y sobre el apacible trabajo que tenía en Atlanta. Normani se dedicaba a administrar un pequeño negocio de textiles que no le quitaba más tiempo del necesario y le dejaba horas para su verdadera pasión, la danza.

- Ya verás que Boston sigue igual. – Murmuró la arquitecta sin quitar la vista de la autopista.

- Seguro con más edificios diseñados por ti. – Picó.

- Claro, claro, que para algo me quedo noches sin dormir. – Rió.

Camila se sintió volver a su último año en el instituto cuando solía compartir todo junto a Normani cada vez que Cameron y Lauren se iban a los entrenamientos de atletismo y basketball, habían sido confidentes y mejores amigas pese a que en un principio no encontraron muchas cosas para compartir.

- Intentaré ver a Lauren hoy, estoy ansiosa por pasar algo de tiempo con el pequeño. – Dijo Normani mientras se arreglaba el maquillaje viéndose en uno de los espejos del coche.

- Cameron estará feliz de conocer a su futura madrina. – Sonrió ampliamente Camila.

Y es que entre todas las cosas que la arquitecta se había planeado solucionar, reconstruir o simplemente hacer, estaba el hecho de que su hijo todavía no tenía padrinos, inicialmente cuando ella había quedado embarazada junto a Lauren habían decido que la pareja de Cameron y Normani serían lo más óptimo para aquella responsabilidad, sin embargo como las cosas no habían salido como todos quisieron Camila lo dejó estar hasta que algo se les ocurriera, y así había pasado más de un año sin saber qué hacer. Ahora que había retomado el contacto con Normani se había decido que seguiría el plan inicial, y con respecto a quién sería el padrino la arquitecta hablaría con Lauren para ver si le parecía correcto que Chris tomara la responsabilidad.

Amor inmarcesible. (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora