Capítulo 44.

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Maratón -> 3/4

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Fines de octubre 2015, Boston – USA

La ojiverde sonrió ampliamente al lograr sentarse en el sofá del salón sin muchos problemas gracias a ambas muletas que le ayudaban a caminar. Esperó impaciente que sus padres se despidieran con mimos y sonrisas del pequeño bebé que Camila tenía en brazos.

Y es que por fin luego de casi tres meses Cameron salía del hospital, por fin el pequeño ya no necesitaba más medicamentos, máquinas y estar lejos de ellas. Aquel sería el día en que Lauren por fin volvería a sentir que había construido una familia junto a la mujer que amaba.

- ¿Lo quieres tomar en brazos? – Murmuró Camila acercándose al sofá y sentándose al lado de la ex soldado.

- Por favor... - Susurró mientras estiraba con cuidado sus brazos.

El bebé se quejó levemente al ser separado de los brazos en que estaba pero se quedó tranquilo en los nuevos brazos que le recibían. Lauren detalló que el pequeño abría sus parpados perezosamente mientras comenzaba a estirar sus inexpertos brazos.

- Es tan pequeño... - Volvió a susurrar admirando a su hijo.

Con su hijo en brazos, escuchando los sonidos que salían de pequeña boca, y mirando aquellos ojos verdes, Lauren sintió que su corazón retomaba toda la fuerza necesaria que precisaba para las terapias que estaba teniendo día a día, tanto para su estado físico como para su salud mental. Su pequeño ojiverde era un bálsamo para su inquieto corazón.

Un fugaz estornudo remeció el cuerpo de Cameron haciendo que Lauren abriera los parpados de par en par buscando el rostro de su esposa la cual le pasó una mano por el hombro.

- Es normal en los bebés, no es que esté resfriado o algo. – Apuntó Camila mientras seguía mirando tiernamente la escena.

- ¿Te lo ha dicho Matthew? – Se refirió al neonatólogo.

- No, me lo ha dicho mi madre. – Rió a lo bajo.

Afirmó en silencio regalándole una sonrisa a la morena la cual apoyó su cabeza en el hombro izquierdo de la ex soldado. Así se mantuvieron unos segundos más observando cómo el bebé se mantenía tranquilo en los brazos de Lauren.

- Se parece tanto a ti. – Dijo la ojiverde pasándole el dedo meñique por la nariz a Cameron.

- A mí me encanta que tenga los ojos verdes. – Sonrió Camila jugando con uno de los diminutos pies del bebé.

Lauren logró dejarle un beso en la frente a su esposa y ambas se acomodaron de mejor forma en el sofá mientras por la ventana se colaba el sonido de la llovizna caer sobre la ciudad.

- Creo que por fin podré dormir tranquila hoy. – Confesó la arquitecta.

Un sentimiento de angustia se instaló en su pecho recordando todas las noches en que Camila había pasado llorando luego de volver del hospital sin Cameron. La morena ni siquiera lograba calmarse cuando ella la abrazaba bajo el edredón y le decía dulces palabras al oído de que todo mejoraría. Se había sentido tan frustrada de no poder hacer al respecto, sin poderle darle la seguridad a su esposa de que todo realmente mejoraría... Pero ahí estaban ahora, con el pequeño descansando con ellas en el hogar que habían imaginado un día.

- Eso hasta que se despierte en medio de la noche. – Picó la ex soldado.

- Te tocará a ti mudarlo si es que eso llega a pasar. – Sonrió la morena acomodándose más contra el hombro de la ojiverde.

Amor inmarcesible. (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora