Capítulo 14.

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Una vez que terminó de lavarse los dientes y salir del baño Lauren le hizo una señal de que ahora ella iba a tomar una ducha. Camila se preguntó internamente cuántos días más duraría aquella íntima y cómoda situación que tenían ambas, no quería ser hipócrita, pero ella misma le había pedido el divorcio a su esposa, y ya ambas habían hablado con sus respectivos abogados. Quizás era tiempo de comenzar a presionar a la ex soldado.

Mientras ordenaba la habitación el móvil de Lauren sonó varias veces en señal de que un par de mensajes habían llegado. Por primera vez en mucho tiempo la arquitecta se sintió curiosa y dispuesta a ver el móvil de su esposa, generalmente nunca lo hacía, los celos jamás habían sido parte de la relación que llevaban, pero algo muy dentro de Camila se removió con miedo... No podía negar que ahora con el divorcio las cosas podían cambiar, y ella misma le había dejado claro de una forma casi explicita a la ojiverde que ellas terminarían su relación.

¿Y si Lauren encontraba otra mujer? Otra que sí estuviera dispuesta a una relación, una nueva historia, un nuevo libro... Se mordió los labios nerviosamente mientras escuchaba correr el agua de la ducha... Sus manos tomaron el aparato rápidamente y no necesitó ningún código para desbloquear la pantalla ya que Lauren nunca había sido de aquellas que tenían recelos con sus cosas...

"Ally: Me han encantado las fotos! Gracias :)"

"Ally: No llegues tarde hoy."

Con el ceño fruncido y con las mejillas sonrojadas y ardiendo comenzó a detallar la conversación, para entender que la mujer se refería a un par de fotos del cumpleaños de Cameron. A la arquitecta casi se le cae el corazón al suelo al detallar la foto de perfil de la mujer que le enviaba mensajes su esposa. Era joven, quizás con un par de años más que ella, tenía una melena larga con tonos rubios y castaños y una sonrisa envidiable.

Pegó un salto de susto cuando sintió que Lauren había entrado a la habitación cubriendo su cuerpo sólo con una toalla blanca.

- ¿Qué haces? – Preguntó la ojiverde al observar el móvil que Camila tenía entre sus manos.

- Yo... Yo. – Tartamudeó la morena.

Camila pudo observar cómo su esposa elevaba una ceja con curiosidad, sin embargo no pudo ver ninguna otra expresión en el sereno rostro... Y allí apareció una rabia inexplicable dentro de sí misma, si es que realmente su esposa estaba conociendo a otra mujer por qué se quedaba tan tranquila, peor aún, por qué aquella mujer tenía fotos de Cameron.

- ¿Quién es Ally? – Preguntó con desconfianza y con el ceño fruncido.

Las cejas arqueadas se acentuaron en el rostro de su esposa para que ésta luego dejara escapar una pequeña sonrisa.

- ¿Lauren? – Volvió a sonar con aquel tono molesto.

La ojiverde negó con la cabeza mientras se acercaba peligrosamente donde ella, desnuda, sólo cubierta por aquella toalla.

- Mi psicóloga... Ya sabes, la que me ha designado el ejército para tratar mi TEPT. – Habló Lauren mirando fijamente a los ojos marrones.

Camila pestañeó nerviosamente al verse inspeccionada directamente por los ojos esmeraldas, un nudo se formó en su garganta al verse presa de una inexplicable vergüenza. Nunca había enfrentado a su esposa así, podía sonar increíble, pero la arquitecta nunca había experimentado celos con respecto a Lauren. Se habían conocido tan jóvenes, habían sido mutuamente el primer amor de cada una que llegar a imaginar que aquellos ojos esmeraldas pudieran observar a otra mujer le revolvía todos y cada uno de sus sentimientos.

Amor inmarcesible. (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora