Eclipse Rojo (Luna Negra II)

Tercera Parte: Nuevos reyes XXIV

KAFELE

—Kafele... creo... creo que voy a... desmayarme

—Resiste —dijo el heredero de Ra, aunque él también experimentaba las mismas sensaciones.

—No creo que...

Ninguno de los dos pudo oír el final de la frase porque sus bas fueron arrancado de sus dyets. En un segundo, se encontraron viajando sobre la arena entre los guerreros que no paraban de combatir entre sí. Era como si estuvieran muertos y sus almas buscaran su ka para unirse, pero ellos no habían fallecido. No, nunca se habían sentido tan vivos: sus movimientos eran fluidos y veloces; en cuanto rozaban a una persona o a cualquier objeto, se desviaban, como si fueran...

—Isis de rojo se vestirá y el Nilo azul permanecerá. Osiris quitará el terror, pero Ra no evitará el dolor —recitó Kafele. Al llegar a esta parte, pronunció cada palabra con cuidado:— El viento pronto soplará y nuevos faraones en el trono habrá.

—El viento pronto soplará... Lo sabía.

—Sí, y estoy bastante seguro de que podemos elegir qué hacer con él.

Para probarlo, extendió una de sus manos hacia un hicso y lo tocó. Este hombre se convirtió en polvo al instante. Sólo quedaron su espada y su armadura.

Uno a uno, fueron acabando con los extranjeros, hasta que no quedó ninguno de pie.

Abrieron los ojos y volvieron a estar parados, exactamente en el mismo lugar que antes.

— ¿Acaso acabamos de ganar? —preguntó Amunet con una sonrisa.

—Sí... Sí, lo hicimos.

Su tono era quedo, sin acentuaciones, sin vida...

— ¡Ganamos!

Amunet lo soltó y se puso a saltar de la alegría.

— ¡Lo logramos!

—Espera, relájate.

— ¿Por qué?

—Podremos haber ganado, pero nuestra tarea aún no termina.