Capítulo 4

17.5K 1.8K 1.4K
                                    

-Hola, tú debes ser Lisa, ¿verdad? -preguntó, y Lisa asintió, tomándole la mano y suponiendo que el debía ser el famoso "Jackson".

-Un placer -dijo, y procedió a beber un poco de agua.

Estaban sentados en dos butacas en la barra del Aphrodite, el resto del lugar estaba vacío, pues aún faltaba como una hora para que abrieran las puertas.

-Entonces... -murmuró él, claramente incómodo, mirando hacia los costados.

Lisa quiso reír. Para ser el líder de una banda de narcos, Jackson si que parecía bastante tímido.

-Entonces -lo imitó, a modo de burla, pero él no se dio cuenta-, miras, y si te gusta, pues...

Jackson asintió con la cabeza inmediatamente, entendiendo lo que Lisa quería decir. Luego movió sus hombros en ligeros círculos, al igual que su cuello, tratando de relajarse, cosa que Lisa notó y no hizo más que causarle aún más divertimento.

-Eres muy bonita -murmuró el al cabo de unos segundos de observar a Lisa, quien lo veía con esa sonrisa pícara, que él malentendió, pues pensó que era una sonrisa coqueta, cuando en realidad era de burla. O, de burla contenida, en realidad.

-Lo sé. Y tú también eres lindo -admitió Lisa, que por muy cliché que fuese la típica chaqueta de cuero negra, a Jackson se le veía muy bien. Tenía un muy buen físico y una cara con los rasgos de chico malo por los cuales una gran mayoría de las mujeres morían. Una gran mayoría a la cual, claramente, ella no pertenecía-, lástima que ambos pateamos hacia el mismo arco -rió.

-Eso me quedó más que claro, no te preocupes -asintió él, serio-. Si me gusta lo que haces, tendrás todo lo que pediste. El dinero, las condiciones, todo -agregó con mucha más seguridad, cosa que Lisa agradeció.

-Bien -sonrió-. Entonces...nos vemos en unos momentos -finalizó, dándose la vuelta y dirigiéndose hacia los camerinos, que aún tenía que terminar de maquillarse y arreglar su atuendo.

Cuarenta minutos más tarde, cuando las puertas finalmente abrieron, Aphrodite salió.

Bastó con poner un pie en el escenario para que los hombres comenzaran a gritar y silbar, algo que sucedía con cualquier ser humano que se subiera a ese lugar, pero que con Lisa se intensificaba.

Ella sonrió, sabiendo que los tenía comiendo de la palma de su mano. Y comenzó a bailar, como cada vez, nada raro, pues no pensaba descaderarse o quedar desnuda sobre el escenario solo para agradarle a Jackson.

La música tampoco lo ameritaba, era Yoncé, un remix muy sensual y sugestivo, que Lisa acompañó a la perfección con los movimientos lentos y sexies que solo ella podía hacer.

Los hombres, gordos y flacos, viejos y pubertos, ricos y no-tan-ricos, se deshacían en gritos obscenos y de lujuria. Sí, hombres, los mismos que luego se burlan de las mujeres gritando en un concierto de Ricky Martin o algún ex-One Ditection.

En fin, a Lisa realmente no le importaban los comentarios, no le importaba lo que sucediese del otro lado del escenario. Mientras bailaba, muchas veces cerraba los ojos y se olvidaba que estaba en un bar, imaginando que se encontraba en un gran teatro, vistiendo ropa especialmente diseñada para ella, imaginaba que los gritos eran de apoyo y no denigrantes, y que ahí abajo, en algún lugar entre tanta oscuridad, se encontraban sus padres, viendo su arte con lágrimas de orgullo en los ojos.

Pero nada de aquello era real. La única persona entre la oscuridad era Jackson, y no estaba orgulloso, pero sí muy excitado. Tanto, que sus pantalones parecían estar a punto de romperse, y movía sus dedos nerviosamente sobre su muslo, deseando salir de allí e ir en busca de Jennie o un baño, un lugar privado.

Aphrodite [JenLisa]Where stories live. Discover now