Capítulo 57

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Llegaron a los tribunales sintiendo un poco de hambre, ya que no habían tenido tiempo de desayunar, ¡oops!

Habían llegado a tiempo; ni temprano, ni tarde; justo. Les pidieron su documentación, y luego las dejaron ingresar. Pocos minutos más tarde llegaron los demás; los padres de Lisa, los padres de Jennie, Rebecca, Rosé y Jisoo, Mina, BamBam, Yeri, Irene, y Wendy.

Los oficiales los dejaron ingresar a todos, y les advirtieron que sería breve, por lo tanto debían mantenerse en silencio y calma.

Definitivamente no era como en las películas, o tal vez sí, Jennie no sabía; le aburrían ese tipo de films.

Esperó a que apareciera Jackson vistiendo un jumper naranja a rayas, pero no. Vestía una camiseta azul, a juego con los pantalones, al igual que Giordano, su cómplice, al cual también se le sería dictada su condena ese día.

Giordano Lee. Hablemos de él.

21 años, soltero, hijo único. Padre coreano, madre italiana-rusa, ambos fallecidos hacía ya un largo tiempo, él; su padre, cuando Giordano tenía 13, y su madre cuando acababa de cumplir los 15. A partir de eso, él quedaría a cargo de su tío paterno y su único familiar vivo; Lee Kyung Jung, de 29 años de edad.

Terminó el secundario de forma irregular, pues no ponía mucha atención a la clase y sus notas eran un reflejo de eso, aún así había podido graduarse, tiempo más tarde que sus compañeros de curso, pero era graduado, y eso era lo importante.

Dado a que su tío y tutor era un hombre jóven y amoroso con una sola persona (su novia), su relación con él era prácticamente nula, cosa que estaba bien para él, pues así nadie lo molestaba...

Y tal vez hubiera estado bien si no se hubiese metido en las drogas, porque eso era lo que lo había llevado al momento que se encontraba atravesando ahora, uno de los momentos más horribles en toda su vida, junto al fallecimiento de su padre y su madre.

Al cumplir la mayoría de edad, ya nadie se hizo cargo de él; ni siquiera él mismo. Consiguió un trabajo en un lavadero de autos, pero la paga era muy mala y el estrés y cansancio que le causaba trabajar allí no tenía comparación. Aún así, el poco dinero que ganaba, se lo gastaba to-do en algún bar de mala fama en la zona roja de Seúl, y fue de esa manera que llegó a las drogas; frecuentando bares.

Sus "amigos", quienes también se ocupaban de venderle la sustancia que quisiera, lo convencieron de dejar de trabajar en el lavadero y unirse a ellos, cosa que Giordano aceptó sin más. Una cosa llevó a la otra, y cuando Jackson consultó con sus conocidos sobre alguna persona que realizara cierto tipo de «trabajos», el nombre de Giordano se hizo oír, y no porque fuese experimentado ni mucho menos, sino que justamente por todo lo contrario. Giordano aún no había hecho ningún «trabajo» de ningún tipo, ¿qué mejor que mandarlo con Jackson? La paga sería muy buena, y el "currículum vitae" del coreano-italiano-ruso se vería bien si todo salía como Jackson lo deseaba, y éste lo consideraba para más trabajos.

Pero no, no había salido bien. Y ahora tocaba pagarlo, Giordano. Y no llores, yo sé lo que piensas, y sí, tus padres te están viendo y también lloran. Pero deberías haber pensado en ellos, en su memoria y los valores con los cuales te criaron, mucho antes.

Por otro lado, Lisa mantenía la vista hacia el frente, pero Jennie quería verlo a él, quería ver a Jackson, y a los ojos. Qué pena, él no dejaría que eso pasara, pues tenía la cabeza gacha, con la vista clavada en el suelo.

El abogado de Lisa le pidió a Jennie que tomara asiento en el lugar correspondiente, pues el juicio comenzaría en breve, y, luego de darle un beso de ojos cerrados y caricias en las mejillas a su novia, la morena obedeció.

Aphrodite [JenLisa]Where stories live. Discover now