Capítulo 17

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—Creo que...creo que mejor debería irme —Lisa seguía un tanto nerviosa y en estado de shock.

Y era entendible, ¿quién no se sentiría igual al ser besado tan sorpresivamente (bien)?

Jennie rió y tiró de su mano, sacándola del elevador y animandola a caminar junto a ella.

—¿Y no me vas a aceptar una bebida o algún snack? Me cargaste mucho tiempo, Liz, te debes haber cansado...

Lisa no entendía qué era exactamente lo que le pasaba con Jennie. ¿Acaso era algo deliberadamente sexual?

Debía admitir que había una especie de tensión sexual entre ellas y bueno, ella era un ser humano de carne y hueso.

¿Entonces por qué no podía controlar el latir desenfrenado de su corazón cuando estaba cerca de la morena?

Caminó a la par de Jennie hasta llegar a la puerta de uno de los departamentos. El número 23 se encontraba escrito en la puerta.

—Al parecer te gusta el número 23 —murmuró.

Jennie sonrió. Sí, algo de atractivo encontraba en ese número que por alguna razón la seguía a todos lados.

—Lo anotaré en mi lista de 'cosas que me gustan' —respondió la morena—. Lo pondré debajo de 'chicas con pelo color naranja y labios deliciosos'.

Haciendo uso de su tarjeta magnética, Jennie abrió la puerta de su departamento y ambas ingresaron a éste, sonriéndo tontamente.

—Ese es un ítem un poco largo, debo decir —respondió Lisa, siguiendole el juego.

Asombrada al ver tanto lujo y buen gusto, la tailandesa se quedó estática en su lugar, observando la casa de Jennie con admiración.

Una amplia y bien iluminada sala de estar las recibía. Por donde mirase se encontraba con pasillos tenuemente iluminados, puertas y ventanales de cristal... electrodomésticos caros, muebles diseñados personalmente para encajar en donde estaban... ¡en fin!

Todo se veía muy pulcro y perfectamente acomodado. Tal cual como Jennie.

—Siéntete como en tu propia casa —habló la mayor, sacándola de su estado de hipnosis.

Fue allí cuando a Lisa la inundó la vergüenza.

¿Qué hacía allí con Jennie? ¿¡En su maldito apartamento!?

Alguien como ella quien no valía ni 10 centavos al lado de una dama hermosa y de clase como Jennie... ¡JAJA!

—Jennie, te agradezco tu amabilidad —susurró nerviosamente, sonando los dedos de sus manos y jugando con éstas—, pero las chicas me esperan y es mejor que vaya con ellas.

—¡No! Claro que no, Liz.

Si Lisa pensaba que Jennie se daría por vencida y la dejaría ir tan fácilmente, se equivocaba...y mucho.

Algo en el pecho de la morena la incitaba a hacer todo lo que estuviese a su alcance por mantener a Lisa a su lado.

Tal vez era atracción sexual, la verdad era que Jackson hacía mucho tiempo no la satisfacía y se sentía un poco...necesitada, sí.

Tal vez era atracción física ya que Lisa era verdaderamente hermosa y sensual. Una diosa.

O tal vez era...otra cosa.

Fuese lo que fuese que la atraía, Jennie estaba dispuesta a descubrirlo y no dejar ir a Lisa.

—Acéptame algo para beber, Liz, vamos, no seas mala.

Aphrodite [JenLisa]Where stories live. Discover now