Capítulo 12

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—¡ROSEANNE PARK!

Jennie recibió a su mejor amiga con gritos y caras de sorpresa.

—Hola —respondió la pelirroja tirándole un beso al aire mientras se sacaba el abrigo y la mochila.

Jennie corrió desde el sofá hacia ella.

—Rojo... ¡TE TEÑISTE EL PELO DE ROJO! Increíble... —dijo curiosa, descansando su barbilla sobre su mano.

Le resultaba increíble la valentía que podía sentir una persona para teñirse todo el pelo, y aún mas de un color tan llamativo y poco común como el rojo.

—¿Increíble? Para una chica aburrida como tú seguro que sí. Es tintura, Jen, deberías probar colores y salir de esos marrones aburridos.

Jennie giró los ojos y tomó a su amiga del brazo, llevándola hacia los sofás.

—Dime qué tal estuvo.

Jennie mentiría si dijese que no estuvo esperando ansiosa y preocupada que Rosé volviera.

Rosé suspiró y finalmente sonrió.

—Estuvo bien, ella es muy amable y dulce. Pero —bajó la mirada—... pero luego llegaron sus amigas y me fue imposible no sentirme un poco incómoda.

—¿Acaso te trataron mal? ¿Te dijeron algo fuera de lugar? Porque si lo hicieron, Roseanne, dime sus nombres que...

Ya se estaba poniendo de pie cuando Rosé la detuvo.

—Calma, bestia. Estoy bien y no me hicieron nada... soy yo la que está fuera de lugar.

Jennie sintió una punzada de dolor y bronca al ver como su mejor amiga lucía avergonzada de sí misma.

—Roseanne Park, tu eres la persona mas fuerte y valiente que conozco en esta tierra, así que deja de sentir pena por ti misma y VAMOS A TOMARNOS MUCHAS FOTOS CON TU NUEVO LOOK.

-

Era viernes a la noche, Rosé y Jennie se encontraban tiradas en el amplio sofá vestidas con sus pijamas y mirando Tinker Bell: la saga.

—Quiero salir —murmuró Jennie.

—¿Te parece?

—Claro. Hace mucho no salimos, Rosé. Además tengo que ver a Jackson.

Hacía días que no hablaban, pero esa mañana su novio le había enviado un mensaje de texto preguntado cómo estaba y si por favor podía ir a visitar el club.

Jennie no se sorprendió de que se lo pidiera, al fin y al cabo seguían siendo pareja. Y también sabía muy bien el papel que cumplía ella en el club.

"Estoy bien, gracias. Tal vez ésta noche nos veamos" Había respondido la morena.

Rosé la miró nerviosa.

—Hoy... estoy un poco cansada, unnie... tal vez... tal vez mañana...

Jennie si se sorprendió de esa respuesta.

Rosé nunca se negaba a salir, es más, casi siempre era ella la que insistía en ir.

¿Qué podría haberla hecho cambiar de idea?

—Rosé, pero si a ti te gusta ir, ¿por qué no?

—Dije que estoy cansada, Jen.

La australiana siguió mirando la película tranquilamente.

Aphrodite [JenLisa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora