Aphrodite [JenLisa]

Capítulo 55

—Jen, ¿quieres un poco de café? ¿Tal vez un té? ¿O algo frío? —preguntó Lisa desde la cocina, Jennie estaba en la sala, más precisamente; en el sofá—. ¡Nini! ¿Me escuchas? —se asomó a la puerta para ver si tal vez Jennie se había quedado dormida o por qué no le respondía.

—Deja de gritar y ven a tomarnos una linda fotografía —respondió la morena, no satisfecha con las selfies que se había tomado con Leo. Bajó al pobre animal, dejando que volviera a dormir, y Lisa sonrió. Se veían lindos, tiernos.

—¿Usando a mi hijo como accesorio para tus selfies? —bromeó la tailandesa, tomando el iPhone que Jennie le alcanzaba.

—Si —rió, sentando al felino sobre sus muslos—. Nuestro hijo, Manoban —le recordó mientras se acomodaba un poco el cabello y se posicionaba para la foto.

Lisa sonrió y asintió levemente, pues no iba a negar que Leo no era 'hijo' de ambas. ¡Si su chapita decía "Leo Kim"! Aunque, bueno, ahora solo decía "Leo"; obra de Jisoo.

—Bueno, a ver, sonrían los Kim... —y con eso Lisa se ganó la sonrisa más dulce por parte de Jennie,  quien se sonrojó dulcemente y sonrió, mostrando sus dientitos mientras inclinaba su cabeza contra su hombro; absolutamente adorable. Lisa rió ligeramente, inmortalizando esa dulce imágen en el iPhone de su novia.

—Déjame verlas —pidió Jennie una vez Lisa dejó de fotografiarla. Le devolvió el celular y se sentó a su lado, viendo con diversión como Leo aprovechaba que Jennie dejaba de acariciarlo para bajarse del sofá e irse lentamente hacia su habitación—. Mira la carita de Leo —rió Jennie, mostrándole a Lisa una de las fotos en la cual Leo justo bostezaba.

—Ay, son demasiado tiernos —sonrió Lisa con entusiasmo, y acarició la mejilla de Jennie para traerla contra ella y así poder darle un beso.

—Y tú eres hermosa... —respondió luego del breve beso, y se quedaron mirándose a los ojos con amor, en un silencio para nada incómodo, como si se estuvieran confesando miles de cosas con una simple mirada llena de amor y sinceridad.

El timbre del temporizador de la cocina sonó y, tristemente, tuvieron que separarse.

—Esa fue la última pizza —dijo Lisa, poniéndose de pie y dirigiéndose hacia la cocina mientras Jennie se divertía en su celular, editando las recién-tomadas fotos.

—¿Cinco pizzas de ese tamaño para siete personas? Bonita indigestión vamos a tener. —bromeó, alzando la voz para que Lisa pudiera escucharla desde la cocina.

—Y no has contado los litros y litros de alcohol, mi amor...

Paso a contarles.

Era viernes, el sol comenzaba a ocultarse lentamente, cediendole el paso a su compañera de vida; la luna, lo cual significaba que Jisoo y Rosé pronto llegarían de la universidad, con LA noticia.

¿Se recibía o no?

Habían pasado ya tres semanas desde el día en el que Jennie y Lisa se reencontraron sexual y amorosamente, dos semanas desde que Jisoo había rendido los exámenes finales y, apenas una desde que Lisa le había pedido a Jennie que fuera su novia.

Otra vez... O como sea.

Las cosas habían cambiado, sí, pero no tanto como para hablar sobre eso. Lo que si les puedo contar, es que Lisa y Jennie habían pasado muchísimo tiempo hablando, lo hacían casi todos los días, bebiendo algo de vino o champagne y luego se iban a la cama; a dormir, aunque debo admitir que alguna que otra noche las cosas se pusieron...picantes, o incluso demasiado amorosas, y terminaron desnudas en la cama, gritando y sudando.