Aphrodite [JenLisa]

Capítulo 22

Cuando Irene llegó al departamento, todo era un desastre.

Lisa estaba como loca, sin saber qué hacer, mientras que Rosé y Jennie sollozaban, abrazadas a ella como koalas a un árbol.

—¿Qué...? ¿Qué pasó? —preguntó la estilista con su usual voz calma, acercándose a sus amigas.

—Unnie... —Rosé sollozó y se lanzó a ella, dejando a la pequeña mujer sentada en el sofá, a un lado de Lisa y Jennie.

—Necesito saber qué pasó —pidió acariciando a Rosé—... Lisa.

La tailandesa asintió, sintiendo como Jennie cada vez se subía más a su cuerpo.

—Rosé dijo que alguien le dio heroína a Jennie...luego comenzaron a llorar y...tengo miedo, unnie, Jennie dijo que quería vomitar y tiene el cuerpo muy caliente, está sudando.

La morena, ajena a toda la dramática situación que la rodeaba, consiguió sentarse sobre el regazo de Lisa, por fin siendo capaz de apoyar su rostro contra el pecho de ésta.

—Lili... —siguió sollozando.

Lisa murmuró un 'shh, tranquila', dejando que Irene le dijera qué hacer.

Desde que la conoció, Irene siempre había sido una persona que se preocupaba mucho por ella y le daba consejos constantemente, ayudando a que Lisa enfrentara diversas situaciones con éxito. Era la mayor del grupo y por ende, todas le tenían cierto respeto, era como si fuese su madre adoptiva.

—Rosé —habló la mujer de pelo negro, con voz clara y firme—, sé que estás mal, y lo entiendo, pero ahora necesito que nos ayudes. Drogaron a Jennie, Rosé, tenemos que ayudarla, tú tienes que ayudarnos a ayudarla.

Tratando de hacer que se calmara un poco y reaccionara, Irene le habló de esa manera por varios minutos, hasta que logró que la pelirroja al menos dejara de llorar.

—Es...es todo...mi culpa... —dijo entre hipídos, producto del llanto.

Irene y Lisa intercambiaron miradas, comunicadose a través de éstas.

—No digas eso, Rosie. Tú no le hiciste nada a Jennie, al contrario, tú la quieres y te preocupas por ella. Él único que tiene la culpa aquí es la persona que le suministró la droga. Persona que debería ir presa ya que eso es ilegal...

—¡NO! —Rosé se puso seria, secándose las lágrimas y frotándose los ojos—. No, no. No debemos meternos con él.

Irene se limitó a asentir, no queriendo alterar a la chica aún más.

—Tengo sueñooooooooooo... —Jennie se reía y lloraba.

—¿Qué podemos hacer para tranquilizarla un poco?

—Agua. Mucha agua y tal vez dejarla que duerma un poco.

Lisa tomó las botellas con agua que quedaron en el suelo e hizo que Jennie las bebiera todas, siempre acariciandola y dejando que la morena se aferrara a ella como quisiera.

—¿Quieres dormir, Jen? ¿Quieres ir a tu cama? —preguntó la pelinaranja.

Jennie se sentó sobre su regazo, poniendo sus muslos a un lados de los de Lisa y se lanzó a besarla.

—Sí, quiero ir...a mi cama —respondió entre besos torpes.

Lisa separó sus labios con delicadeza.

—Vamos a dormir, Jen. A dormir.

La bailarina tenía mil situaciones dándole vueltas por la cabeza. Jennie besándose con su novio. Jennie y ella teniendo relaciones. Jennie en el suelo y llorando por la droga, droga que fue dada por el estúpido de Jackson. Jennie queriendo estar cerca de ella.