Capítulo 53

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Esa burbuja fantástica en la que se encontraban Lisa y Jennie explotó en el momento en el cual Lisa divisó a Mina salir del edificio con dificultad, cargando en un brazo a su hijo, mientras que en el otro llevaba un bolso blanco y, en su espalda, colgaba una pequeña mochila del mismo color.

—Ah, ahí estás... —sonrió Mina, al verlas allí, en el costado, y se acercó a ellas—. Me voy caminando, Irene está comprando unas cosas en el super de la otra calle, ella me llevará...

Y Lisa se sintió mal, pues ella se había ofrecido no sólo a llevar a Mina y su hijo al nuevo departamento de Rosé y Jisoo, sino también a quedarse y ayudar con el orden.

Jennie se separó de ella y mantuvo la mirada gacha, buscando torpemente en su diminuto bolso, algo con que secarse la nariz y el rostro húmedo, pero no encontró nada.

—Toma —Mina sacó el paquete de pañuelitos descartables que, como toda mamá, siempre tenía a su alcance en el bolsillo de su cardigan, y se lo ofreció.

Apenada, Jennie tomó dos y le devolvió el paquete, murmurando por lo bajo un 'gracias' que Mina respondió con una sonrisa.

—Yo los llevo, Mina, no te preocupes... —dijo Lisa, sorbiendo su congestión nasal y secándose las mejillas torpemente con sus manos.

—No, no —negó la mayor—. Aunque, si quieren, pueden acompañarnos a la otra calle... El bolso y Oli están pesados —rió suavemente.

Lisa no tardó en tomar el definitivamente-pesado-bolso, Jennie le pidió la mochila, y así comenzaron a caminar las tres; Mina en el medio, cargando a su bebé quien estaba envuelto en una fina manta, y Lisa y Jennie a sus costados, como escoltándola. Caminaron con cierta lentitud y cierto aire de incomodidad, pues nadie decía nada...ni siquiera se miraban.

Por suerte llegaron con rapidez al supermercado de la otra cuadra, y allí vieron a Irene salir de él, cargando cuatro bolsas gigantes de tela que se apresuró a guardar en el baúl de su auto.

—¡Hola! —sonrió más que dispuesta a tomar al pequeño Oliver entre sus brazos. Hasta que vió a Jennie—. Hola...

Y si, Irene no pudo ocultar la sorpresa que aquello le causó.

—¡Hola! —rió Mina, irradiando felicidad por cada poro de su piel. Y es que, ¿cuándo no lo hacía?—. ¿Qué tal, Joohnie?

Irene y ella entablaron una mínima conversación mientras le abría la puerta de atrás de su auto para que se acomodara con su bebé, y luego volvió con Lisa y Jennie, sonriéndoles incómodamente y tomando lo que traían en sus manos para también guardarlo en el baúl.

—Bueno... ¿qué tal, eh? —resopló, metiendo sus manos en los bolsillos de su chaqueta. "Incómodo".

—Mmh... yo ya me iba —sonrió Jennie, avergonzada, y sin realmente sentir las ganas de irse—, Lisa...sigue con tus planes, por favor —la miró, con cara de "perdón por las molestias", y Lisa negó rotundamente.

—Nada de eso, necesitamos hablar... —dijo con tono duro, pero no por eso era malo, al contrario, significaba que realmente necesitaba arreglar su situación con Jennie. La morena le clavó una mirada de "no estamos solas", y Lisa volvió a enfocarse en Irene, quien observaba la situación de brazos cruzados, apoyada contra su Jeep Compass, divertida.

—Bueno, ¿qué les parece si arreglan lo que tengan que arreglar, y después se nos unen en el departamento de Rosie y Chu para almorzar? —sugirió, sonriente.

Lisa y Jennie se miraron y, ante el encogimiento de hombros de la mayor, Lisa aceptó la oferta.

—Bueno, si hace falta comprar algo me avisan, ¿sí?

Aphrodite [JenLisa]Where stories live. Discover now