Capítulo 29

13.2K 1K 834
                                    

En algún momento Lisa había cargado a Jennie y la había llevado hacia su habitación, más precisamente a su cama; en donde se encontraban recostadas ahora, justamente.

Lisa tenía su brazo derecho detrás de su cabeza y el izquierdo envolviendo la pequeña cintura de Jennie, quien tenía la mitad de su cuerpo descansando sobre el suyo, su cabeza muy cómodamente apoyada contra su pecho, escuchando los latidos de su corazón.

—Así que, ¿tienes una hermana? —preguntó Lisa apretando la cintura de la morena con sus dedos.

—Sip. Se llama Ella —respondió Jennie. Luego de llorar y reconfortarse, habían seguido hablando, aunque de cosas más banales como "¿cuál es tu color favorito?" y demás—. Es pequeña...bueno, tiene dieciséis —rió junto a Lisa.

—Yo casi no tengo familia —dijo Lisa, de repente nostálgica—. Tengo una tía por parte de mi madre allí en Tailandia y también un primo...y mis padres...

Pensó en cómo había echado todo a perder. Su comodidad, sus estudios, su futuro, su familia, su pequeña pero amorosa familia. Todo para nada.

—O bueno, tenía —rió sintiendo pena por ella misma y Jennie negó, levantando un poco la cabeza para poder mirarla a los ojos.

Pero Lisa tenía la mirada perdida en algún lugar frente a ella. Jennie siguió el camino con su mirada y entrecerró los ojos, tratando de enfocar más su mirada. Si no se equivocaba, frente a ellas, en un pequeño escritorio había una foto encuadrada.

—¿Son ellos tus padres?

Lisa asintió aún sin mirarla, pero cuando sintió que dejaba su pecho e intentaba librarse de su brazo, volcó toda su atención en ella.

—No, ¿a dónde vas?

—Quiero ver la foto —respondió Jennie en voz baja, sonrojada de la vergüenza.

—No hace falta —negó Lisa, trayendo a Jennie de nuevo contra su cuerpo.

La mayor se decepcionó un poco, más eso desapareció al ver cómo Lisa tomaba su celular y comenzaba a mostrarle fotos.

La primera foto que le mostró fue la misma que tenía impresa y encuadrada en el escritorio.

Se trataba de una pequeña Lisa, con pelo negro y trenzas, una sonrisa hermosa e inocente, mostrando la falta de algunos dientitos, cosa que le agregaba más ternura. A su lado derecho un hombre alto de pelo también oscuro estaba un tanto inclinado, igual de sonriente que Lisa y vestido con un delantal blanco, lleno de pines que Jennie no pudo describir. En su lado izquierdo se encontraba una mujer menuda y baja, muy parecida a Lisa, apoyando su cabeza contra la de la recién mencionada y sonriendo sin mostrar sus dientes. Parecía, sin duda, una bonita familia.

—Tenía seis años —explicó Lisa—. Estábamos en Australia, creo.

Así le mostró muchas imágenes más, algunas en donde estaba sola con su padre y explicaba que la fotógrafa era su madre, otras en la que era al revés, y varias abrazada a ambos.

La última foto que le mostró, llamó mucho la atención de Jennie.

No parecía muy vieja, era una selfie y estaban los tres en un sofá negro; Lisa sentada en el regazo de su padre y su madre a su lado, los tres riéndose mientras Lisa tenía el brazo izquierdo estirado, tomando la foto.

No debía ser muy vieja, Lisa se veía prácticamente igual. Hasta tenía el pelo color naranja/rojizo.

—Estábamos en mi casa —sonrió Lisa, recordando el día en el que se habían tomado la foto—. Fue el día de mi cumpleaños...justo una semana antes de que me viniera a Seúl...

Aphrodite [JenLisa]Where stories live. Discover now