Capítulo 34

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"Yo, señorita Manoban, seré su enfermera".

Cuando Jennie mencionó esas palabras—más aún teniendo en cuenta el tono que había utilizado y esa mirada que prometía únicamente cosas pervertidas—, Lisa se imaginó una y mil escenas, en las cuales, en la mayoría de ellas, ni ella ni Jennie vestían más de una prenda de ropa.

Pero en ninguna de esas mencionadas escenas sucedía algo mínimamente parecido a lo que estaba ocurriendo en ese exacto momento.

—"...but seeing that there were no wolves, they told the shepherd very angrily; 'Don't cry wolf when there is no wolf. Do it only when a wolf is truly chasing the sheep'." —leyó Jennie, sentada en los pies de la cama de Lisa—. "Having tricked the villagers once again, the shepherd boy was rolling on the ground with laughter as he watched the villagers go down the hill. Later, the little shepherd saw a wolf near his flock. Scared, he shouted as loud as he could. 'Wolf, wolf! There is a wolf ch-!'."

Jennie fue interrumpida.

—¡Jen, Jennie! —alzó Lisa su voz, llevándose las manos a la cara para fregarse los ojos—. Aprecio mucho que me leas y, Dios, tu acento —gruñó, mordisqueando su labio inferior entre sus dientes al pensar en lo sexy que se oía el acento británico/kiwi/aussie/o-lo-que-fuese que le salía a Jennie al hablar en inglés—...tu acento me mata, me da ganas de hacerte mil cosas... ¡pero para un momento! Ya escuché "Where Is Gogo?", "Little Goat" "Feathered Friends" y "The three little pigs", no sé de cómo no se te ha secado la garganta —refunfuñó.

Hacía 12 horas que estaba postrada en esa cama, mirando a Jennie leerle cuentos o mirando Riverdale en el móvil, que vaya sea de paso, odiaba la trama y a muchos de los personajes.

Era el mediodía del Jueves, y la noche anterior—luego de la prometedora frase de Jennie— no habían hecho otra cosa aparte de dormir. La morena le había pedido permiso para usar su baño y tomar una ducha, y mientras esperaba a que volviera, Lisa cayó dormida, no despertándose hasta la mañana siguiente a eso de las 9 AM, nuevamente sola en su cama.

Jennie había dormido junto a ella, según le había dicho, mas se había levantado temprano a prepararle el desayuno y llevárselo a la cama.

No quería que Lisa se levantara para nada. Ya Jisoo había hablado con la gente de su trabajo y—entre una catarata de insultos—le había avisado a un tal "BamBam" que la bailarina no se presentaría por allí por, al menos, tres días, cosa que, al parecer, fue aceptada, ya que Jisoo cortó la llamada y, con una sonrisa inocente en su cara, le encargó a Jennie el cuidado de Lisa.

La tailandesa aún no sabía muy bien sobre esa situación, lo único que se le había dicho había sido lo obvio, que debía hacer reposo y que, al menos por ese día, no iría al club.

—¿Entonces qué quieres hacer? —preguntó una frustrada Jennie, bloqueando su celular y olvidándose por unos momentos de los cuentos para niños—. ¿Quieres ver algo en Netflix?

—No —volvió a quejarse Lisa, antes de que pusiera nuevamente esa serie aburrida en su iPhone—. Quiero salir.

—No puedes salir.

—Pero quiero salir.

Jennie respiró profundamente y puso los ojos en blanco. Aparte de ella y Rosé, nunca se hubiera imaginado que existía otra persona tan caprichosa.

—No puedes ni siquiera ponerte de pie, Lisa, y además no vas a ponerte de pie, así que ni lo intentes.

Pero Lisa estaba muy aburrida, demasiado. Ya había dormido, ya había comido, ya había escuchado cuentos, ya había visto esa serie idiota...

Aphrodite [JenLisa]Where stories live. Discover now