: 10 :

10.9K 1.4K 458
                                    

Sehun era un chico agradable con quien se podía llevar una conversación amena. Era fácil avergonzarlo y aunque pretendía ser siempre serio y formal, en el fondo era sencillo ponerlo nervioso. El problema era que no debía ser tan agradable pasar tiempo con una persona que venía de una poderosa mafia.

—Esta tarjeta de crédito es tuya —explicó el chico haciendo entrega de aquel pedazo de plástico.

Taehyung abrió los ojos con asombro y vio la manera en la que Seokjin tomaba la tarjeta negra con temor.

—¿Perdón?

—Namjoon me pidió que te la entregara. Me dijo que necesitarías llenar la cocina y hacer algunos cambios así que sería más sencillo si la llevas contigo —explicó Sehun.

—Pero...

Sehun dio la vuelta antes de escuchar reclamos y se dirigió hasta el auto que usarían ese día: un hermoso Cadillac negro. Al parecer la mafia no aceptaba un "no" por respuesta, ninguno de ellos.

—A mi no me engaña, ese hombre quiere algo y no es comida —murmuró Taehyung siguiendo a su amigo rumbo al vehículo.

Seokjin recordó lo que había ocurrido apenas esa mañana y desvió la mirada tras pensar en la propuesta de Namjoon. ¿Sería arriesgado? Por supuesto, pero Seokjin ya no era un niño y sin duda sabía distinguir cuando sentía atracción física y sexual por alguien.

—No digas tontearías —respondió sólo porque no quería seguir el tema.

Taehyung esbozó un puchero antes de desviar la mirada  hacia la puerta principal de la casa. Jungkook los veía marcharse, imperturbable y distante.

—No me quejaré, la verdad fue bueno dormir en una cama luego de tanto tiempo usando el suelo —contestó el menor agitando la mano a manera de despedida en dirección al pelinegro amenazante.

Jungkook le mostro el dedo medio y Taehyung sacó la lengua infantilmente.

Seokjin sabía que no debían acostumbrarse a esa vida. Sabía además que Namjoon no los había detenido sólo por el dichoso jarrón persa sino que sus intensiones ocultas, y no tan ocultas, eran otras. No creía que Taehyung estuviera interesado en pasar una noche con alguno de esos hombres. Probablemente era mejor tener sexo con el líder de aquella mafia de una vez por todas en lugar de darle vueltas a lo inevitable. Sabía que pasaría en algún momento de todos modos.


 Sabía que pasaría en algún momento de todos modos

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


—Él no está aquí —fue lo primero que dijo Lu Han al verlos llegar.

El joven chico llevaba el labio inferior reventado a golpes, una herida en la mejilla derecha y lo que parecían ser quemaduras de cigarrillos formando un collar en su garganta. Había sido torturado, no cabía duda de ello. Eso solo quería decir que Namjoon no era el primero en visitarlo buscando a Wu. Yang se le había adelantado.

HOME » NJ•KVWhere stories live. Discover now