: 1 :

14.5K 1.6K 799
                                    

—De acuerdo. Si empiezo a comer una vez al día y sólo lechuga congelada, creo que es posible ahorrar unos pocos wons para pagar la renta —Taehyung anotaba su plan de alimentación en una hoja de sudoku usada—. Además, podemos comprar papel higiénico de doble hoja y separarlas para crear dos de uno... ¡Brillante, soy un genio!

—Si dejas de comer un poco más vas a desaparecer, estás tan flaco que das miedo —Seokjin se paseó por el departamento vacío.

En el lugar no quedaba nada más que unas pocas mantas en la esquina más alejada del suelo de la sala, una lámpara pequeña, una almohada y una maleta de ropa que ambos compartían. El sitio no podía ser más deprimente.

—Oficialmente estamos quebrados —anunció Seokjin en voz alta creyendo que no se sentiría tan mal, pero se equivocó—. Pasamos de ser chicos medio decentes a ser un par de pueblerinos vagabundos en la gran ciudad.

Se dejó caer al suelo. No tenían muebles, no tenían ropa, no tenían comida, ni siquiera tenían cosas tan básicas como platos y mucho menos algo tan "lujoso" como una televisión. El cómo llevaban tanto tiempo sobreviviendo en aquel departamento de una sola habitación era todo un misterio. Taehyung trabajaba repartiendo monedas de juego en el arcade cercano y Seokjin se mantenía como vendedor ambulante de enciclopedias escolares. Sin duda eran los empleos más patéticos de la existencia.

—Esto no puede seguir —suspiró el mayor—, estamos a días de ser echados a la calle.

Taehyung intentó pensar en algún plan ingenioso.

—Podemos rentarnos como novios por internet —ofreció entusiasmado.

—En primera, no tenemos internet. En segunda, no somos tan atractivos como para atraer tantas clientas. Y en tercera: ¿con qué ropa vas a ir? Se supone que las chicas rentan "novios" guapos y bien arreglados que puedan presumir en reuniones y fiestas, no tipos comunes y corrientes con playeras de Nirvana —argumentó Seokjin.

Taehyung se abrazó a sí mismo y a su playera de Nirvana extra grande con gesto ofendido.

—Creo que fuimos demasiado ambiciosos cuando decidimos dejar nuestro pequeño hogar para venir acá en busca de algo grande. Es mi deber como el mayor decir lo que ya ambos sabemos —Seokjin hizo una pausa antes de agregar—: debemos volver a casa.

—¡No, ni hablar! —negó Taehyung—. ¡No pienso volver peor que como me fui! No regresaré hasta que no sea un famoso actor, modelo o al menos conductor de transporte público. Entonces podré decir orgulloso que lo logré sin tener un sólo won en el bolsillo.

Seokjin miró compasivo a su compañero.

—La vida no es tan simple, Tae —dijo en un intento por aplastar las pocas ilusiones de su amigo.

—¡La esperanza es lo último que muere, Jin!

—¿Y cómo piensas conseguir dinero suficiente para pagar la renta, comprar comida, pagar la cuenta de la luz, el agua, el gas, comprar calcetines y además pagar el pequeño préstamo que nos dio la señora Choi en menos de tres días?

Taehyung se tumbó por completo al suelo y rodó haciendo berrinche.

—¡Ya se me ocurrirá algo! —aseguró.

—¿Cómo qué? ¿Recurrirás a la prostitución? —bromeó Seokjin.

Taehyung se incorporó con el rostro iluminado.

—¡¿Estás demente?!

—¡No, no, no! —el menor gateó hasta llegar a su compañero—. Quiero decir, no estoy pensando exactamente en prostitución, pero escuché de un lugar donde...

HOME » NJ•KVWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu