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Capítulo dedicado a 413lovemyself 💜

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—Vaya drama —Jimin se limpió la cara con un trapo húmedo y se dejo caer en uno de los sofás de la sala.

El doctor Hun había llegado para atender a Mingyu, pero a como veía las cosas era probable que no sobreviviera. Se sentía mal por Wonwoo aunque al mismo tiempo creía que era lo correcto de todos modos, no era buena idea que el mismo tipo que los había traicionado siguiera con vida.

La cosa se había complicado. Yoongi no estaba dispuesto a asesinar a Haena y mucho menos Yeji quien apenas se había enterado del asunto. Jimin no dudaba que en cualquier momento esos dos terminarían por seguir a Haena de una forma u otra.

—No es momento para descansar, los hombres de Wang llegarán en cualquier momento —Hoseok iba armado de pies a cabeza, Jimin levantó el rostro para verlo de arriba abajo antes de detenerse y tragar duro: Hoseok llevaba el anillo en su dedo anular izquierdo.

Jimin no tuvo tiempo de responder, Yeji apareció con el rostro enrojecido y los ojos hinchados. Jamás en toda su vida había visto a esa chica así de destrozada. Jimin siempre creyó que Yeji era fuerte hasta ese momento.

—¿Qué piensas hacer? —preguntó Hoseok al verla tomar una de las armas que él había llevado consigo.

—Ella vendrá con ellos, estoy segura —Yeji apenas podía hablar por el nudo en su garganta— nadie va a tocarla. Yo lo haré, yo la asesinaré.

—No tienes que hacer algo tan duro, deja que nosotros nos hagamos cargo —Hoseok parecía consternado.

—Debo ser yo, se lo prometí a Yoongi.

Jimin agachó la mirada hacia sus botas estilo militar. Él ya había estado en los zapatos de Yeji así que sabía lo difícil que era para ella. La diferencia entre Yeji y él era que al menos la familia de Jimin siempre habían sido unos malditos mientras, que Haena solía ser alguien alegre, amable y amorosa.

La chica había perdido la cordura en algún momento de su vida o quizás algo había detonado toda la oscuridad que había dentro de ella. Fuera como fuera no había marcha atrás y si ella no regresaba a ellos entonces tendrían que asesinarla. Jimin estaba seguro que si Haena se arrepentía y pedía perdón Namjoon la perdonaría de inmediato, así de idiota era Namjoon, él le creería cualquier cosa que ella dijera para justificarse. Haena podría volver, pero nada sería igual entre ellos.

Wonwoo apareció limpiando la sangre de sus manos con un trapo. Estaba temblando y sus ojos muy lagrimosos.

—Ha muerto —anunció tras un momento.

Hubo silencio, Jimin suspiró profundo sin saber si darle el pésame o felicitarlo por tan buen tiro. Cualquiera de las dos heriría a Wonwoo en ese momento así que decidió no decir nada.

—Es lo mejor —Yeji fue menos discreta.

—No dirías lo mismo si hubiese sido tu hermana —respondió Wonwoo con la voz entre cortada.

Yeji se puso furiosa, sin embargo no agregó nada y se limitó a tomar unos cuantos cartuchos cargados y salir de la estancia.

***

—Tengo miedo —Taehyung se abrazó a Seokjin—. No quiero irme, no quiero dejarlos solos.

—Ellos estarán bien —el mayor lo abrazó con más fuerza.

—¿Y si no vuelvo a ver a Jungkook nunca más?

No hubo respuesta. Namjoon y Seokjin habían planeado todo cuando estuvieron en Tokio. Habían hecho un trato con los japoneses quienes no solo les prestaron de sus hombres para la batalla que se aproximaba sino que además les habían brindado datos importantes para descubrir a Haena. Ellos habían mencionado que una mujer pelirroja había estado visitando a los Wang meses antes de que el accidente del avión ocurriera. Luego de estar en Japón habían viajado a China en donde terminaron de armar las piezas del rompecabezas. Todo mundo mencionaba a una coreana pelirroja encubierta que trabajaba con algunas de las mafias más poderosas de China. Seokjin supo que Namjoon había caído en cuenta cuando sus ojos se tornaron tristes y opacos.

Al volver a Corea ellos ya sabían que los Wang atacarían directo en su territorio. Esto fue gracias a la antigua niñera de Zeyu que seguía trabajando para los Wang como ama de llaves. Se habían encontrado con ella a escondidas y la mujer no había dudado en hablar de todo. Ella siempre había velado por la seguridad de los hermanos Wang e incluso los había ayudado a escapar años antes. Por ello no lo pensó ni un momento antes de hablar.

Se suponía que el ataque sería sorpresivo, pero Namjoon ya lo sabía y obviamente había decidido viajar de regreso para defender su territorio. Ellos habían estado al pendiente de Yang y esto había hecho que no notaran el pequeño ejército que Wang había estado armando a escondidas. Estaban en desventaja, pues no eran nada comparado a los hombre de Wang. Todo había salido justo al plan de Haena. Ella había hecho todos esos ataques y mentiras sin sentido para desviar la atención hacia Yang. Se había tomado el tiempo para enredar tanto el asunto que al final Namjoon ya no sabía ni contra quién estaba luchando. Lo había alejado de sus aliados y lo había hecho ganar incluso más enemigos.

—Despídete de Jungkook como es debido. Nos vamos en treinta minutos —fue lo último que dijo Seokjin antes de salir de la habitación de Taehyung y dirigirse al despacho de Namjoon.

Al entrar encontró al moreno limpiando sus armas, listo para lo que fuera que ocurriría en ese momento.

—Mingyu confesó que él había sido quien por poco asesina a Jungkook mientras Haena intentaba secuestrar a Taehyung para tener algo en nuestra contra. También dijo que había tomado la cámara donde se encontraba el aparente video donde se veía la cara de Taehyung y lo había pasado entre los líderes de las mafias sólo para causar conflicto y servir de distracción. Además le estaba enviando mensajes desagradables a Jungkook para molestarlo. Ellos querían que existieran dudas en todo momento —dijo Namjoon con calma.

—¿Por qué haría eso? No tiene sentido.

—Haena le dijo que eliminar a Jungkook era primordial para que yo cayera ya que él es uno de los pilares de esta familia. Le dijo que Taehyung era la debilidad de Jungkook y que los demás debían saber que "la bestia de los Kim" podía llegar a ser herida, que no era tan invencible como creían —Namjoon tomó aliento antes de continuar—. Escucha, Jungkook tiene muchos enemigos, más de los que te puedes imaginar y no sólo fuera sino aquí dentro también.

—¿Qué...?

—No importa si logramos ganar esta batalla, Taehyung y tú seguirán en peligro mientras se queden cerca de nosotros. Deben irse y no volver.

Seokjin finalmente cayó en cuenta de lo que ocurría. Había esperado que ese momento llegara, pero no esperaba que fuese tan pronto.

—Entonces es una despedida para siempre —dijo resignado y triste.

—Lo es —Namjoon parecía incluso más triste que él— eres lo más bonito y especial que me pudo haber pasado y lamento que termine así.

—No importa, sabíamos que sucedería tarde o temprano —Seokjin sonrió, pero la sonrisa no alcanzó sus ojos—. Te quiero, Nam. Espero que todo esto termine bien para ustedes.

Se acercó hasta donde se encontraba el moreno antes de darle un último beso y se separó rápidamente. Le dolía el pecho y sentía que estaba perdiendo algo importante, algo que jamás sería capaz de encontrar de nuevo. Pero al mismo tiempo sabía que estaba haciendo lo correcto.

—Cuídate, Kim Seokjin, el hombre al que no pude conservar a mi lado  —Namjoon le sonrió una última vez regresando a su lado cursi.

—Tú también cuídate, Kim Namjoon, el hombre que me dio un hogar en el cual no pude quedarme —correspondió Seokjin con el mismo tono poético.

Dio la vuelta y salió del despacho sintiéndose pesado. Quería llorar, probablemente lo haría, pero no en ese momento. Debía ser fuerte como siempre lo era, al menos hasta que pudiera estar a solas y lo dejara salir todo.

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