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—¿Te has tenido que acostar con alguien de aquí? —quiso saber Taehyung tomándose su tiempo para besar la mandíbula de Jungkook.

—No realmente.

Taehyung parecía feliz con la respuesta por lo que empezó a chupar el cuello de Jungkook con más ímpetu. En realidad parecía un niño pequeño tratando de ser malo.

—¿Vestirse de mujer fue tu plan?

—De Seokjin —el castaño soltó una risita burlona—. Los chicos del pub travesti nos ayudaron, el padre de Yeji y Haena está destrozado.

La voz de Taehyung sonó ahogada con eso último. Su rostro se hundió en el pecho de Jungkook y suaves lágrimas empezaron a caer por sus mejillas, sollozos bajos y quebrados salían de sus labios temblorosos.

—No pudimos recuperar los cuerpos de ninguno de ellos, pero celebramos una despedida en nombre de todos. Fue muy doloroso ¡todo esto es muy doloroso! Trato de ser fuerte pero no puedo. Tengo miedo y te quiero de regreso fuera de aquí. Quiero que me abraces en las noches y me digas que está bien amar a otro hombre, que no es malo y que soy normal. Te quiero de vuelta, quiero mi hogar de regreso. Quiero volver el tiempo y evitarlo todo el desastre.

Jungkook lo abrazó en silencio y dejo que se desahogara todo lo que quisiera mientras daba ligeras palmadas sobre el cabello castaño que en realidad era una peluca. Cuando por fin se detuvieron los sollozos, Taehyung se limpió las lágrimas y sonrió débilmente.

—¿Quieres ver lo que hay debajo de mi blusa? —preguntó.

Las manos de Jungkook se hundieron bajo la tela de la delgada prenda femenina y ascendieron hasta tocar los senos falsos de Taehyung los cuales iban ocultos bajo un sostén de encaje. Una ceja se levantó en el rostro de Jungkook cuando sintió que en realidad el par de rellenos eran suaves y agradables. Fue entonces que alzó la blusa por completo para ver de qué se trataba, estaba bastante curioso. Bajo el sostén había un par de bolsas de silicón rellenos con lo que parecía ser una especie de gel espeso.

—Es vergonzoso —Taehyung soltó una risita y se ocultó los senos falsos con las manos, sus mejillas estaban rojas y adorables.

—Me gusta más lo que hay debajo de eso —Jungkook se las ingenió para quitar los silicones del camino antes de inclinarse y chupar el par de pezones color canela de Taehyung, quien jadeo y se arqueo en el aire casi cayendo hacia atrás.

Jungkook se dejo caer en el incómodo sofá de la sala y Taehyung se acomodó sobre su regazo con las piernas a ambos lados de él. Se besaron por primera vez en días y la sensación fue como un sueño. Taehyung era tan sensible y receptivo como antes, quizás incluso más, su piel se erizaba cada que era acariciada con calma y parsimonia. Las manos de Jungkook se aferraron al trasero del castaño buscando por debajo de la falda hasta dar con algo interesante: la ropa interior era un conjunto de encaje rojo. El castaño sonrió avergonzado, pero no parecía muy apenado cuando Jungkook metió sus dedos entre ambos glúteos, rozando su entrada.

—Estás húmedo —murmuró Jungkook introduciendo un dedo sin muchas restricciones. De hecho parecía que el interior de Taehyung ya estaba estimulado y palpitante.

—Sabía que iba a venir así que...

Hubo silencio mientras Taehyung se abrazaba a Jungkook y hundía el rostro en el cuello de éste, para quien al parecer la situación le resultaba divertida.

—Entonces no te importa si lo meto así ¿verdad? —preguntó Jungkook, cuando de hecho ya se encontraba apartando el encaje de la ropa interior sin necesidad de quitarla.

Taehyung saltó anticipadamente y soltó un sonido bastante parecido a una súplica. Jungkook no lo hizo esperar mucho y penetró lo más lento y cuidadoso que pudo. Taehyung gemía, sus dientes se enterraron en el cuello de Jungkook casi al mismo tiempo que sus caderas empezaban un lento vaivén en círculos.

Jungkook apartó la peluca del medio para poder olfatear el cabello de Taehyung. Al parecer llevar esa mata de pelo sintético había sido caluroso porque el castaño estaba sudando mucho. Se besaron de nuevo cuando de pronto Taehyung empezó a dar pequeños saltitos sobre la erección de Jungkook. Ni siquiera se molestó por ser silencioso, una vez que empezó a sentir placer sus gritos de convirtieron en algo constante y ruidoso. A Jungkook no le molestaba, de hecho le encantaba que Taehyung gritara y llorara cada vez que tenían sexo como si fuese la sensación más jodidamente placentera del mundo entero. Le daba un gran elevo a su ego a pesar de que sabía que esa forma tan adorable de reaccionar era más que nada porque Taehyung era muy sensible.

Dejo que el castaño se diera placer a sí mismo saltando en busca de esos puntos débiles que lo hacían gritar aún más mientras él lo veía sin participar demasiado. Jamás imaginó que tocaría a Taehyung de nuevo y tenerlo frente a él se sentía irreal. Le hubiera gustado que fuera en otro lugar, en otro tipo de situación, pero no se quejaba tampoco. En tanto lo veía moverse y buscar sus labios a ciegas, Jungkook decidió que Taehyung era el hogar que había estado buscando.

Lo sostuvo en un abrazo fuerte y hundió el rostro en el pecho del castaño y lloró. Lloró por primera vez en años. Lloró por su padre que le enseñó a ser valiente. Por su madre que le enseñó a jamás dejarse vencer. Por Saebyeol que le enseñó a querer a las personas. Por Wonwoo que le enseñó a ser comprensivo. Lloró porque sabía que amaba a Taehyung, pero no tenía el valor para decirlo de frente. Lloró porque en ese momento la única persona a la que podía aferrarse era a ese chico, el único que lo hacia querer seguir viviendo a pesar de estar en un lugar tan desagradable y sin un futuro prometedor por delante.

Taehyung lo abrazó también y ambos lloraron porque sabían que no podían estar juntos, porque temían que su destino fuese siempre terminar separados. Lloraron por todos los que perdieron y por los que seguían a su lado.

—¿Cuándo fue que empezaste a sentir algo por mí? —preguntó Jungkook sintiéndose avergonzado por lo temblorosa y ronca que sonaba su voz. No quería que Taehyung lo viera tan derrotado.

—¿Recuerdas ese día que celebramos el cumpleaños de Sehun y estábamos discutiendo mientras Hoseok comía nutella? Creo que fue la primera vez que me dijiste algo "un poco tierno". Ahí supe que no eras tan malvado.

Taehyung acarició el cabello oscuro de Jungkook quien soltó una risita mientras más lágrimas rodeaban por sus mejillas.

«Recordaba ese día. Taehyung había estado molestando como de costumbre repartiendo las rebanadas de pastel que Seokjin se había encargado de hornear. Hoseok odiaba el pastel por lo que Jimin le había entregado un bote entero de nutella para que comiera a cucharadas. Todos abrazaban a Sehun al tiempo que soltaban bromas sobre su edad y su cara que aparentaba seriedad.

Taehyung aún no tenía la confianza suficiente con los presentes así que mientras se encontraba apartado de ellos empezó a reclamarle a Hoseok por no probar el pastel hasta que Jungkook se molestó e intervino para defender al mayor y sus gustos.

—Sabes que tener cara bonita no es de mucha ayuda cuando eres medio idiota ¿verdad? —resopló con fastidio.

—Espera... ¿Estás hablando de ti mismo? —Taehyung ladeó la cabeza, confundido.

—¿Crees que Kook tiene cara "bonita"? —interrumpió Hoseok, soltando la carcajada.

—¡¿Acabas de insinuar que soy idiota?! —rugió Jungkook, tomando su arma con una mano y destrozando la rebanada de pastel con la otra.

—Di no a la bipolaridad, Kook —suspiró Hoseok, comiendo de su nutella.

El resto empezó a reír mientras Taehyung corría a esconderse detrás de Seokjin. Ese día Jungkook no quiso admitir que le agradaba la idea de que Taehyung lo considerara "un rostro bonito" al igual que el castaño prefirió ignorar la especie de "cumplido pasivo-agresivo" que recibió. A final de cuentas los dos eran un par de tontos».

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