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La cámara de video que había dejado cerca de la mesa de billar el día anterior no estaba.

Jackson buscó alrededor de la estancia entre las botellas y basura desparramada. Luego miró el trípode derrumbado en el suelo como si alguien hubiera tomado la cámara y hubiese salido corriendo. No le agradaba.

—Oigan idiotas, ¿ustedes tomaron la cámara de video ayer? —preguntó cuando entró a la casa en busca de Mingyu y Vernon.

—Salimos corriendo de ahí, no tuve tiempo ni de tomar mi billetera la cual, por cierto, debo ir a recoger —resopló Vernon con indignación.

Jackson apretó los puños cuando Mingyu también negó.

—¿Dónde está Jungkook?

—Salió con Namjoon, las cosas han estado raras últimamente —Mingyu se encogió de hombros.

—Y se pondrán peor si no encuentro esa maldita cámara —murmuró Jackson entre dientes antes de salir corriendo en busca de Taehyung.

No estaba seguro de lo que habían hecho Jungkook y el chico adorable una vez que ellos salieron de la casa de juegos, pero sí podía asegurar que había quedado una buena parte de la evidencia en esa cámara. Si alguien más la había tomado... Si el traidor la había tomado. Jackson sintió un sabor amargo en la boca cuando imaginó esa última parte, ¿qué podría hacer con ese video? ¿siquiera le serviría para algo?

Llegó hasta donde se encontraba Taehyung, el chico conversaba en voz muy baja con Seokjin éste último había tenido un encuentro bastante cercano con Yang el día anterior según se decía. Namjoon estaba medio paranoico ya que Yang al fin había visto a Seokjin con sus propios ojos. No había dormido en toda la noche y esa mañana temprano había salido junto con Jungkook, Saebyeol y Jooheon.

Hoseok no había salido de su oficina y Jimin estaba más atento que nunca a cualquier movimiento. Todo mundo se observaba con cautela, todos sospechando de todos. Jackson se sentía demasiado vigilado en ocasiones y tampoco podía evitar hacer lo mismo con los otros. El pánico y la sensación desagradable de sospecha era tan palpable que empezaba a ser sofocante. Nadie iba a estar tranquilo hasta que el traidor apareciera. Jackson no lograba tener a ningún sospechoso digno a esas alturas y todavía le parecía insensato el siquiera considerar la idea.

Esas personas lo habían aceptado como uno de ellos, le habían dado un hogar y le habían invitado a quedarse a cambio de prácticamente nada. Todos eran familia, ¿cómo podría alguno de ellos estarlos traicionando? Quizás estaba siendo amenazado, eso sonaba como algo probable. Cualquier cosa sonaba como una buena idea para evitar pensar que en verdad estaban siendo traicionados a voluntad.

—Tae, pequeña bolita de ternura. Ven acá un momento, bebé —llamó al castañito.

Taehyung frunció el ceño con desconfianza. Seokjin levantó una ceja y ambos intercambiaron miradas.

—¿Qué quieres?

—¡Qué frío, TaeTae! Hieres mis sentimientos. Solo una pregunta rápida, ¿tú o Jeon tomaron la cámara de video en la casa de juegos ayer?

Taehyung no respondió de primera instancia y parecía recapitular las últimas veinticuatro horas de su vida. Lentamente su rostro empezó a tomar un gesto de pánico y su piel palideció. Jackson se mordió la mejilla interna al comprobar con esa reacción que la respuesta a su pregunta era un 'no'. ¿Quién mierda tenía esa cámara?

—¿No la encuentras? —Taehyung empezaba a tartamudear y aquello despertó más interés en Jackson.

—¿Qué hicieron ustedes dos cuando nos fuimos? —sonrió sintiendo que podría sacar algo bueno de todo eso.