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—Tú y tú, vengan conmigo —Namjoon apuntó a Taehyung y Seokjin para luego seguir caminando.

El par de amigos se lanzaron una mirada de duda y obedecieron. Namjoon había regresado sin sus hombres, eso fue lo primero que pensó Taehyung. Todo ese tiempo había estado ansioso por ver Jungkook de nuevo, y no porque recordara lo de la noche anterior, sino porque necesitaba saber si él tenía la cámara de video. Cuando vio llegar a Namjoon sin él, su estómago se hizo nudos.

—¿A dónde vamos? —preguntó Seokjin cuando Namjoon atravesó toda la casa hasta salir al jardín trasero.

—¿A la casa de juegos? —preguntó Taehyung quien realmente no sentía ánimos de ir ahí de nuevo.

Namjoon negó y siguió avanzando. Dejaron la casa de juegos atrás y atravesaron un pequeño vivero hasta llegar a lo que parecía una bodega de jardinería. Namjoon abrió la puerta y unas escaleras aparecieron frente a ellos. El moreno empezó a bajar por ellas hasta lo que parecía un sótano demasiado bien escondido. Seokjin tomó la mano de Taehyung y siguieron al otro hombre.

Una puerta los recibió al final de las escaleras, Namjoon tocó un par de veces y una pequeña luz roja en la parte superior de la misma se activó. Seokjin pudo identificar una cámara de seguridad. Luego la puerta se abrió y Namjoon se hizo a un lado para que ellos dos entraran primero.

Había otra casa allí abajo. Una casi igual de grande y equipada que la original. Parecía un refugio a simple vista. Tenía muebles y electrodomésticos, televisión y computadores. Taehyung se detuvo frente al librero rebosante y sonrió al darse cuenta de que la mayoría de esos libros eran de cuentos infantiles.

—Hace casi dos años que no te veía la cara —comentó una voz baja y suave que los hizo saltar.

Un joven chico demasiado delgado y ojeroso apareció desde alguna parte de aquella casa subterránea.

—Eso es porque prefieres estar encerrado en este lugar —Namjoon se cruzó de brazos—. Te ves más acabado que nunca, deberías salir de aquí de vez en cuando.

—¿Con esta enfermedad que tengo? No gracias —el chico parecía muy, muy joven y marchito, sus ojos no tenían luz y sus brazos eran tan delgados que parecía estar en los huesos.

Seokjin se llevó una mano al pecho, ¿Cuánto llevaba ese pobre niño allí abajo?

—Él es Zeyu, hermano de Jackson —lo presentó Namjoon—. Ellos son Taehyung y Seokjin.

Éste último sonrió y se acercó al pequeño de mirada cansada y gesto tranquilo.

—¿Qué enfermedad tienes? —quiso saber.

—Fotodermatosis o alergia al sol o como quieran llamarlo —el chico se encogió de hombros y caminó hacia otra parte—. ¿Son nuevos integrantes del grupo? —preguntó lo último dirigiéndose a Namjoon.

Seokjin frunció el ceño, ya entendía porque Jungkook le había mencionado que eran 19 personas viviendo en esa mansión. Al principio creyó que se había equivocado, pero ¡en verdad había alguien más viviendo allí! Aunque prácticamente no vivía en la misma casa sino en una muy aparte.

—No, precisamente por eso están aquí —Namjoon miró a los tres con calma—. Ustedes no son miembros de mi grupo, así que son perfectos para ayudarme un poco. Les contaré lo que está pasando y quiero que ustedes me digan con honestidad lo que creen.

—¿Es seguro que hagas eso? —se alarmó Taehyung—. Ya sabes, darnos tanta información.

—Quizás no, pero se me acaban las opciones. Necesito alguien en quien confiar. Ustedes no tienen que involucrarse, solo necesito que vean todos los puntos de vista y me digan lo que opinan al respecto.