Más tarde...

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Al cabo de unos minutos la comida llegó y aunque fue corto el tiempo lo sintieron eterno. Alik de alguna manera se sentía raro, como poco bienvenido, pero no se atrevía a dar a conocer ese sentimiento. Por primera vez actuaba inseguro, no sabia si estuvo bien aceptar el tequila que le había ofrecido Victoria para pasar el rato, no era él, así no sucedían las cosas con él, no soportaba sentir que perdía el control por momentos y que las cosas no se daban como lo tenia planeado en su cabeza.

- Y cuéntame. ¿Qué planes tenías para el día de hoy?

- Descansar, han sido días agotadores.

- ¿Tanto así?

- Sí, mucho. Y es desagradable porque a pesar de que terminó agotada se me dificulta dormir como te lo dije antes.

- ¿Qué pastillas tomas para dormir?

- Actualmente no consumo ningún medicamento.

- ¿Ah no? ¿Entonces como logras conciliar el sueño?

- Con gotas de Valeriana.

- ¿Gotas? Había escuchado sobre té y aromáticas, pero nunca sobre gotas.

- Mi abuela constantemente padecía dolores, mareos o insomnio, pero por sus problemas nerviosos no podía consumir ningún medicamento, pues esto podía hacer que empeorara. Así que después de mucho buscar en uno de los viajes que hicieron mis padres encontraron a una mujer que comercializaba productos herbolarios, todo muy natural, todo de las plantas, al ser natural decidieron intentarlo y le fue muy bien.

- Vaya... ¿Son efectivas?

- La verdad sí, depende de la cantidad de gotas, obviamente no hay que abusar de ellas, pero ayudan a relajar mucho el cuerpo, a otros los nervios, a mí me ayuda a dormir.

- ¿A qué sabe?

- No sé, no tiene un sabor en particular. Al menos no para mí, ya que las agregó a alguna bebida. Nunca las he tomado solo con agua, supongo que ahí si debe ser diferente el sabor.

- Lo tendré en cuanta por si algún día necesito algo de ese tipo.

- Yo te lo recomiendo, evita consumir tanto químico, pastillas para esto, pastillas para lo otro. Yo personalmente me quedo con lo natural.

- Si no soy muy entrometido. ¿Exactamente qué es lo que no te deja dormir?

- Alik, Alik, Alik, eres muy curioso ehhh.

- (Risa nerviosa) Solo un poco Vic.

- Pues la verdad no me gusta hablar mucho del tema.

- Lo siento, no pude imaginar que te afectara.

- No es que me afecte del todo... O bueno... Realmente no lo veo así.

- No entiendo.

- Ni yo. Se trata de mi ex...

- Uhhhh. Peligro, peligro.

- Para nada.

- ¿Entonces?

- Sencillamente es un tema delicado.

- Si no te sientes cómoda no lo tenemos que hablar.

- Si no lo hago ahora, entonces es como si siguiera atada a todo esto y no, la verdad no quiero que las cosas sean así.

- Está bien.

- Hace tiempo venia sospechando que me era infiel y lamentablemente mis sospechas fueron confirmadas.

- ¿Hablas en serio?

- Si, pero bueno, no seré la primera ni la última mujer a la que le sean infiel. Así que pues, sobreviviré...

- Lo siento mucho.

- ¡Yo no!

- ¿Por qué lo dices?

- Porque me salve de un hombre infiel, es decir, quizá para ti es algo normal, algo que puede suceder todos los días a muchas o todas las personas. Pero para mí se trata de lealtad. Si la persona con la que estás independientemente del lugar en el planeta que este se encuentre no tiene la capacidad para serte leal, pues es mejor que termine la relación que tiene y sea libre para hacer lo que desee...

- No te molestes conmigo por favor.

- No lo estoy, solo expongo mi punto.

- ¿Como termino todo?

- Ni bien ni mal. Simplemente terminó. He estado ocupada recogiendo sus cosas para enviarlas a otro lugar.

- Ahora entiendo las cajas.

- Exacto...

- Pero te veo tranquila en medio de todo.

- Lo estoy Alik. No te voy a negar que al principio dolió, y dolió por perder la confianza en alguien. Hasta este momento no sé cómo terminé en la fiesta de Martina.

- Pues a mí me hizo muy feliz conocerte allí.

- (Una risa tímida acompañada de una mirada tierna) ¡Tonto!

- Lo digo enserio.

- Bueno ya sabes algo más de mí, ahora cuéntame algo de ti.

- ¿Qué deseas saber?

- No sé, todo.

- Todo, woowww, ni yo mismo sé todo sobre mi.

- Está bien, dime algo. ¿Eres tan bueno cómo te muestras?

- ¿Cómo bueno?

- Ya sabes, el tipo caballeroso y coqueto pero sutil. O tienes algún lado oscuro que nadie conoce, como traficante de órganos o no sé, un ladrón de bancos, qué sé yo...

- Ok, eso fue algo perturbador Vic.

- Lo sé. (Sonríe perversamente) Simplemente me dejé llevar.

- Eso está bien, pero pues, soy muy normal. Nada del otro mundo, solo soy contigo como me nace ser y ya.

- ¿Solo conmigo?

- Pues no soy así con todo el mundo o eso creo, deberías compartir más tiempo conmigo para que tengas una idea clara.

- ¿Me estás proponiendo algo?

- Pero completamente decente. ¡Lo prometo!

- Eso me gusta.

- Que bueno. ¿Eso significa que aceptas?

- ¡Justamente eso significa!

BelladonnaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora