Belladonna

Martes 6 de marzo 2018.

Alik sentía algo extraño el ambiente últimamente, para ser más claro desde la sorpresa que les había preparado victoria ese fin de semana. Tenía dudas respecto a todo, a él, a Mill, a Vic, sentía que en cualquier momento todo se destaparía y sería el fin, su fin; porque si había alguien que perdería seria él.

Una llamada inesperada interrumpió sus pensamientos, desistió al ver el número en el identificador, contestar allí ese tipo de llamadas no era seguro para nadie. Decidió escribirle a Spencer y quedar para tomar algo en el bar de la Peluquería...

Minutos después en Chilling Barber 1991®

- ¡Mira quién ha llegado! El hombre de las mil mujeres.

- Shhhiii. No digas eso en voz alta, te podrían escuchar.

- ¿Y desde cuando a Alik Pattison le importa eso?

- Hay que ser un hombre responsable.

- Vaya, nos estamos haciendo mayores y responsables.

- Hay que ir de acorde a la edad mi hermano.

- Sabiduría Pattison.

- ¿Cómo has estado? ¿Qué ha pasado de nuevo en ese submundo de soltero en esta ciudad?

- Nada cambia, tal parece que las cosas contigo dentro o fuera del ruedo son iguales.

- ¿Así de aburrida está la cosa?

- No hay nada nuevo en el mercado, las mismas con los mismos. Pero mejor cuéntame cómo va esa vida de novio ejemplar. (Lo dijo soltando una carcajada burlona)

- Todo muy tranquilo excepto por un pequeño detalle.

- ¿De qué se trata?

- Mira quien apareció nuevamente en el radar. (Mostró la pantalla de su móvil)

- Vaya sorpresa, hay mujeres que no aprenden. ¿Y? Ya respondiste alguno de sus llamados.

- Nos vimos hace un par de días.

- Madre mía. Sabes muy bien que esto se puede salir de control.

- Lo sé.

- No parece... Emma pierde el control fácilmente, vas a meterte en problemas.

- No te adelantes a las circunstancias.

- Solo digo lo que es verdad, Emma siempre ha ejercido de alguna manera cierto poder en ti, no sé qué te hace, pero te tiene atrapado.

- Mejor ni te cuento lo que me hace. (No puede controlar su risa siniestra.)

- Bueno ahí está, sabe perfectamente cómo hacerte caer.

- La puedo sacar de mi cabeza, pero no de la cama, es imposible.

- Claro está que tampoco quieres.

- Ahí estás en lo cierto amigo mío.

- ¿Y Victoria?

- No lo sé. Todo es muy normal, no digo que este mal, pero hay algo que no cambia, Emma es como el complemento que le hace falta a Vic.

- Que ganas de complicarse la vida.

- ¿Y qué sugieres?

- Lo que te dije desde un inicio. No le hagas a Victoria lo mismo que a las demás, aunque creo que para eso ya es demasiado tarde, no vuelvas a lastimar a Emma y deja libre a Victoria. Hermano, somos viejos lobos, las costumbres ya mueren con nosotros.

- En algo tienes razón Spen, la historia con Victoria debería llegar a su fin.

- ¿Hablas en serio?

- Sí, aunque hay cosas que siento hacen falta para hacer esta relación emocionante, hay otra parte que solo encuentro con ella, una especie de calma. Cómo cuando hay un tornado y después encuentras una paz, una pequeña idea de que, si hay un mañana, un algo que no he sentido con nadie.

- ¿Entonces?

- Hay mas cosas que no sabes y no es necesario, me conoces tan bien que debes suponerlas, pero en algo tienes razón soy lo que soy y eso no va a cambiar por nadie.

- Al menos lo asumes.

- Perro viejo no aprende a ladrar y que Emma este de regreso es una señal.

- Benditas señales del universo.