Belladonna

Esa misma noche en casa de Carlos...

Victoria le había mentido a Alik cuando él le llamo, se encontraba en casa de Carlos tratando de digerir toda la información que le había revelado Emma, Carlos por su parte intentaba encontrarle sentido a todo lo que sucedía, sentía que no existían buenas intenciones por parte de ninguno de los involucrados, incluyendo a Victoria, aunque ese era el menor de los problemas.

- ¿Qué piensas hacer ahora que tienes esta información?

- Carlos la verdad no tengo ni la menor idea.

- ¿Y entonces? Necesitas avanzar.

- Te juro que mi cabeza va a explotar...

- Te creo.

- Estoy pensando seriamente en contarle todo a mi padre.

- ¿Quéééé? ¿Estás loca?

- ¿Qué más puedo hacer?

- Si las circunstancias fueran otras yo te diría que acabas de tener una buena idea, pero en esta oportunidad no lo veo tan claro, estoy por darte la razón y creer que detrás de todo esto hay algo más.

- Dinero, como siempre...

- ¿Tú crees?

- Estoy casi segura...

- ¿Por qué?

- Es lo único que le da sentido a todo. Para qué un sujeto como Alik se casaría si no es por dinero, pudiendo permanecer libre para seguir haciendo sus porquerías.

- Hablando de eso, deberías hacerte exámenes, no sea qu...

- Yo también lo he pensado, afortunadamente siempre me he cuidado, pero ahora con todo lo que sé que él hace, y lo que no sé, es mejor tener mucho más cuidado.

- ¿Entonces crees que todo se deba al dinero?

- Sí, tristemente, sí.

- Pero es un ingenuo de su parte, obviamente tendría que firmar capitulaciones. ¿Entonces ahí qué provecho sacaría?

- ¡Eres un genio! Me has dado la respuesta.

- ¿Qué hice?

- Le voy a decir que nuestros abogados se deben poner en contacto para hacer el papeleo de las capitulaciones y ahí veré cómo reacciona.

- Puede funcionar...

- Va a funcionar mi querido amigo.

- ¿Y si aun después de eso, decide seguir con el plan?

- Entonces que me trague la tierra porque estaré perdida.

- No sé por qué te complicas tanto, con lo fácil que es decir que no.

- No me acabas de decir que hasta tú tienes sospechas.

- Sí, pero igual pienso que lo más fácil de todo es decir "Sabe qué, estuve pensando mejor las cosas y no me quiero casar con usted, tome su anillo y que le vaya bien." Listo, así de simple.

- Y sutil...

- ¡Exacto!

- Lo pensaré y si me decido a seguir tu consejo te prometo que serás el primero en saberlo.

- Yo por mi parte buscaré algún tipo de información sobre la vida financiera de este sujeto o su familia a ver que tanto logro averiguar, pero no te prometo nada.

- Vale, cualquier cosa me avisas. Siempre es un placer venir a verte.

- La próxima vez no seas tacaña y trae algo de comida.

- O de licor, pareces rehabilitado. (Se despide con una risa malvada.)