Miércoles 16 de Enero 2019. (Glenn.)

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El mundo real es para personas que no pueden imaginar nada mejor...


Tal y como lo pensó, encontró la dirección de Millie entre los documentos que estaban archivados, no había marcha atrás, solo era cuestión de horas para tenerla frente a él y tratar de descubrir algo, o por qué no, ser optimista y descubrir la verdad. Los minutos transcurrían lentamente, se preparó el café de todas las mañanas, buscó algo para acompañarlo, pero todo demandaba más tiempo del que creía tener, debía pasar por la oficina primero para no levantar sospechas, especialmente evitar que Ryan se adelantara a alguno de sus movimientos.

Estando en la oficina se comportó de la manera más normal posible, hizo exactamente lo que siempre hacía, saludó a todo el mundo, paso por una taza de café, entró a la oficina de Ryan, hizo las preguntas de rutina, miró el reloj y tan solo eran las 9:15 Am, sabia que su amigo no era tonto, no podía llamar la atención mirando la hora cada dos por tres, finalmente tomó unos documentos del escritorio de Ryan sobre un nuevo caso que les habían asignado, salió de allí con la excusa que necesitaba llevarlos a su oficina y leerlos atentamente.

Sobre las 9:45 Am sintió que era el momento adecuado para salir de allí. Pero debía hacerlo sin levantar sospechas y manteniendo a Ryan ocupado...

- Compañero, necesito que por favor me cubras.

- ¿Sucede algo Glenn?

- No me siento bien, desde anoche me encuentro con una molestia en la espalda y no soporto el dolor. ¿Podrías hacerte cargo de algunas cosas?

- ¿No prefieres que te acompañe?

- ¡No! ... No amigo, no debemos alarmar a nadie, ya sabes que se pueden tomar mi ausencia a mal y como están las cosas es mejor conservar el trabajo, no darles ningún motivo.

- Entiendo, pero por favor conduce con cuidado, si llegas a necesitar algo no dudes en llamarme.

- Así será.

Sin decirle nada a nadie solo visualizó la puerta y no se detuvo hasta que la cruzó, una vez en el auto buscó en su móvil la dirección de Millie y se puso en marcha dispuesto a todo.

Finalmente se encontraba afuera del edificio, salió del auto y entró con la seguridad de salir de allí con algo realmente importante para él y la investigación. Solo debía pasar un filtro más, el portero del edificio.

- Buenos días.

- Muy buenos días caballero. ¿En qué puedo ayudarle? (Portero)

- Muchas gracias, estoy buscando a la señorita Millie Clark.

- Me temo que la señorita Clark no se encuentra en el edificio. Permítame lo confirmo.

- Por favor.

El portero intentó comunicarse al apartamento en dos ocasiones y en ninguna de ellas obtuvo respuesta.

- Lo siento caballero, nadie responde.

- ¿Será que se demora?

- No sabría decirle, pero si gusta esperarla, póngase cómodo en el sofá.

- Muchas gracias.

No podía creer la mala suerte que tenía, todo ese teatro para nada, para salir de allí sin nada, no pensaba rendirse tan fácilmente. Y con esperar un poco no perdería nada. ¿Pero cuanto era un poco? Se preguntaba mirando nuevamente el reloj. Se llenó de paciencia porque así como podían ser minutos, muy probablemente llegarían a ser horas.

Eran ya las 10:25 Am Millie no aparecía, el portero lo miraba con recelo, estaba empezando a sentirse incomodo, tenia ganas de salir de allí, pero se detuvo y prefirió pensar mejor las cosas, unos minutos más, debía esperar unos minutos más. Su paciencia estaba llegando al limite cuando finalmente se abre la puerta principal y pudo ver que en esta ocasión sí se trataba de ella, el portero lo señalo y ella se giro para ver de quién se trataba.

BelladonnaWhere stories live. Discover now