Martes 22 de Mayo 2018.

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Victoria se sentía completamente perdida en sus pensamientos, quiso despejar su mente y no existía mejor lugar para ello que Negrón® Un par de mimosas fueron suficientes para darse cuenta del problema en el que estaba metida, sus padres no dejaban de llamarla para preguntar si lo que se decía era verdad, no quería confirmarlo, pues hacerlo solo significaría que todo eso estaba sucediendo y era lo que menos quería. Podía aceptar que su pareja era un maldito infiel, no era la primera vez, pero de ahí a compartir el resto de su vida con alguien así era algo que no estaba en sus planes. El problema radicaba en que el resto de la humanidad ya sabía del mugroso compromiso. Maldecía la hora en la que se le ocurrió abrir la boca y decir que sí.

"¿Tan difícil era decir no? ¡No, no, no, no! Vaya, ahora que no lo necesito si sale natural... ¿Por qué dije que sí? ¿Por qué? ¡Dios! ¿Qué hice? ¡Debería cerrar Chanel como castigo, porque bien merecido si me lo tengo! No, esa era la respuesta que tenía que dar era ¡No! Como me enseñaron mis padres si algún extraño se me acercaba a ofrecerme algo... ¡No!"

No dejaba de pensar que debía existir una manera para decir que no, o al menos para retrasar un poco las cosas hasta encontrar la forma de salir de ese problema.

No era común que una mujer en lugar de estar feliz, porque el hombre con el que comparte parte de su vida y su cama le ha propuesto matrimonio, pero ese no era su caso, cuando era niña y hablaba con sus amiguitas de colegio sobre como seria su vida de grande en sus planes jamás estuvo decir que al lado de un hombre sin escrúpulos. Aun así, sabía que para conseguir lo que deseaba debía aguantar un poco todo el escándalo que había alrededor de ellos, las preguntas incomodas sobre la fecha, el lugar, cómo sería el vestido, cuántos hijos tendrían... Hijos, cada vez que lo pensaba sentía algo de nauseas ¡Alguien así no debería reproducirse jamás!

De repente hicieron llegar a su mesa una deliciosa porción de Red Velvet, Algo tan sublime y exquisito, lo malo fue el mensaje que en venia en el "Negrón® quiere felicitarte por tu compromiso. Deseamos de corazón que sean muy felices." (Maldición) Pensó, mientras les sonreía y daba las gracias.

Si esa porción de torta viniera acompañada de un poco de Cianuro sería algo que Vic agradecería por siempre, le estarían haciendo un favor inmenso...

Debía pensar muy bien cuáles serían los siguientes movimientos, aún no habían hablado de una fecha y ella debía aprovechar eso para darle todas las largas posibles sin levantar sospechas, lo único que se le ocurría en ese instante era decir que se casarían el próximo año, si alguien preguntaba por qué tanto tiempo, tener una buena excusa y no se le ocurría otra que apoyarse en el típico papel de hija única y consentida que quiere la boda de sus sueños y para eso se necesita tiempo, ayuda de una Wedding Planner, un lugar que estuviera ocupado la mayor parte del tiempo para que fuera difícil tener una fecha cercana, el vestido más rebuscado y siempre ponerle un pero a los arreglos, sería una completa pesadilla para los demás, pero si ella la iba a vivir no lo iba hacer sola. Era retorcido y eso lo sabía, no tenía más alternativa, con tal de retrasarlo, pondría problema por todo.

Al salir de Negrón® decidió ir de compras, ya se había torturado lo suficiente, a tal punto que se sentía merecedora de un premio. Caminó por un tiempo, miró, se probó, no lograba encontrar nada a su gusto. Iba de tienda en tienda deseando encontrar algo que la hiciera sentir plena hasta que notó que algo no estaba bien, sentía que alguien la estaba vigilando, empezó a sentirse nerviosa, estar un poco más alerta. Subió las escaleras eléctricas y se dirigió hacia el baño, se encerró en uno de los cubículos y espero por unos minutos, alguien más estaba allí con ella, lo sabía, sentía su aroma de perfume barato, esperó un tiempo prudente y decidió salir, si algo le iba a suceder, no iba a esperar que le sucediera en un baño, quiso hacerlo con calma, para no levantar sospechas, se acercó al lavado y abrió la llave, mientras secaba sus manos escuchó que una de las puertas se abrió.

- Eres Victoria Nejati. ¿Verdad?

- Así es. ¿Y usted es?

- Mi nombre es Emma.

- ¿Emma, eras tú la persona que me estaba siguiendo?

- Sí.

- En que puedo ayudarte Emma.

- Cancelando tu compromiso.

- ¿Disculpa? ¿A qué te refieres?

- Te lo voy a resumir para que me entiendas.

De su bolso saco algo, por un instante Victoria pensó que esa mujer que tenía frente a ella le iba hacer daño, daño físico, pero todo lo que hizo fue sacar su móvil para enseñarle un vídeo en el que aparecía ella junto a Alik, se conocían de tiempo atrás por lo que pudo detallar. El vídeo sugería que no era relación cualquiera, pues ese tipo de cosas solo se hacen con alguien con la que tengas excesiva confianza. Victoria no quiso demostrar sus emociones, no le iba a dar el gusto. Aunque no sabía muy bien como sentirse, esa mujer le estaba dando el arma que necesitaba para cancelar todo y mandarlo a la mierda, pero por otra parte le estaba mostrando un lado de él que ella desconocía. Con mayor razón sabía que esa propuesta de matrimonio tenía algo de fondo.

- Ya veo, así que eres la amante de turno de Alik.

- En eso te equivocas, no es algo de momento, llevamos años.

- Entiendo. ¿Entonces podrías explicarme por qué soy yo la que lleva el anillo?

- Eso mismo quiero saber yo, ese anillo me pertenece, él me pertenece.

- Creo que esta es una conversación que deberías tener con él y no conmigo.

Se retoco la comisura de sus labios y se dirigió a la puerta, Emma quedó completamente desconcertada.

- Piensas seguir con ese absurdo compromiso.

- ¿No veo por qué no?

- Te parece poco lo que acabas de ver.

- No. Pero ese no es asunto mío, lo que él haga para entretenerse es su problema, mientras no quedes embarazada, me da igual. (Ni ella misma podía creer lo que acababa de decir.)

- Acuérdate de mí Victoria, tú no te casaras con Alik, eso te lo aseguro.

Eso, precisamente eso era lo que ella quería, tenía un motivo para cancelar todo, ahí mismo se lo habían servido en bandeja de plata, buscando sin buscar había llegado a ella como tanto lo desea. Pero no estaba satisfecha, pues si Alik tenía esa vida secreta, se acostaba con esa mujer tan extraña, se acostaba con su mejor amiga y Dios sabe con cuantas más, ¿Por qué cometer la estupidez de casarse? ¿Para qué? Había algo en todo esto que aún no estaba claro o quizá no lo podía ver. Necesitaba descubrirlo, necesitaba conocer la verdad de todo. 

BelladonnaWhere stories live. Discover now