Domingo 13 de Enero 2019. (Caroline y Jamie.)

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El viaje de Jaime había sido agotador, Caroline permitió que descansara todo lo que fuera posible, lo único importante es que ya estaba ahí a su lado y era todo lo que necesitaba para sentir que todo estaba bien. No sabía desde cuando había cogido la costumbre de observarlo mientras dormía, le parecía tierno solo en ese instante, cuando estaba despierto era un volcán de emociones y locuras. A pesar de todo el torbellino de emociones con las que había tenido que lidiar, se sentía nuevamente segura, quien iba a imaginar que su seguridad vendría por parte de él.

- ¿Qué haces?

- Nada...

- ¿Como nada? Estas ahí observándome quien sabe desde hace cuánto...

- Claro que no, cálmate.

- No lo niegues, ¡mentirosa!

- Basta Jamie, cuando se te da por alimentar tu ego imaginas cosas donde no las hay. Te empelículas con nada.

- Mira quien tiene el descaro de decírmelo.

- Mejor cámbiate para que bajemos a desayunar, mi familia nos está esperando.

- Está bien, está bien...

Era la primera vez que permitía que la familia y James estuvieran juntos en un mismo lugar, muchas veces se imaginó la escena, pero jamás pensó que se diera en ese tipo de circunstancia. Había un sin sabor alrededor de todo, era apenas natural.

- Ya estoy listo. ¿Cómo me veo?

- Guapo, como siempre...

- Bajamos o tu familia me empezará a odiar sin razón.

Todos estaban en la mesa esperando a la pareja del momento, los señores Pattison no podían disimular la mala cara que tenían, pero Jamie no tenía claro si era por su presencia o por el luto que aun seguían guardando a su hijo.

- Buenos días. Disculpen que hayamos demorado tanto en acompañarlos. (Jaime)

- No te preocupes cuñado. No tenemos tanto esperando. (Ross)

- Aun así, debo aclarar que si nos demoramos fue por él, no por mí. (Caroline.)

- Por favor tomen asiento. (Señor Pattison.)

- ¿Qué tal el viaje Jaime? (Señora Pattison.)

- Se me hizo eterno, contaba los segundos para estar al lado de Caroline. (Jamie.)

- Que tierno cuñado. (Ross)

- Pero que mesa tan deliciosa, extrañaba comer estas delicias. (Jamie.)

- Siéntete en tu casa y come todo lo que desees, lo preparamos todo para ustedes. (Señora Pattison.)

El desayuno estuvo amenizado por la risa y la nostalgia, si bien no querían hacer el momento amargo, era imposible hacer a un lado la tristeza, especialmente porque el asiento que solía ocupar Alik se encontraba vacío. El señor Pattison fue el que menos palabras pronuncio durante el desayuno, prefirió terminar sus alimentos en silencio y retirarse en el momento oportuno, no hacer sentir incomodo a ningún miembro de la familia.

- Amor, deberíamos salir y dar un paseo, hace una linda mañana y yo necesito un poco de sol, mi piel lo pide a gritos. (Caroline.)

- Está bien, pero primero déjame repetir un poco de estos huevos con jamón que están de locura. (Jamie.)

El móvil de Rossie interrumpió el momento en familia y para no incomodarlos decidido levantarse y atenderla lejos de la mesa, en el trayecto pronuncio el nombre de Victoria, algo que llamó la atención de Jamie sin intención alguna, a lo que él prefirió no darle importancia.

- Señora, muchísimas gracias por este agradable desayuno y esta agradable compañía. (Jamie.)

- Muchas gracias a ti por acompañarnos. (Señora Pattison.)

Salieron como lo pidió Caroline aun con el nombre de Victoria dando vueltas en su cabeza, al escuchar a Ross pronunciarlo se le vino la imagen de aquella Victoria que una vez hizo parte de su vida, pero si se tratara de la misma seria demasiada casualidad y las casualidades no existen. No para Jamie, quería preguntar más pero no podía olvidar en donde estaba, con quién estaba y sobre todo por el por qué estaba allí. Así que prefirió guardar silencio y hacer como si nada, eran solo ideas absurdas producto de un largo viaje.

BelladonnaWhere stories live. Discover now