Viernes 04 de Enero de 2019. (Emma.)

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La idea inicial no era matarlo, o no estaba del todo segura. A veces en su cabeza divaga sin ton ni son, lo que tenía planeado era entrar en casa y darle un buen susto, advertirle que lo contaría todo y su matrimonio basado en mentiras se iría a la mierda. Gritaría a los 4 vientos la clase de hombre que era, pues haber llevado a la cama a su hermana menor le saldría muy caro. En cualquier parte del mundo acostarse con una menor de edad es un delito, no tendría dinero suficiente para salir de ese lió. Pero no sabe en qué momento las cosas se salieron de control, los gritos, los insultos, los golpes. Notó a Alik un poco extraño, no coordinaba mucho, o menos de lo normal, pero no le dio mucha importancia, al ver a su alrededor notó las copas de vino, había estado bebiendo naturalmente, quizá se había embriagado, por eso su actitud extraña y patética, lo cacheteo eso es verdad, lo hizo como nunca y como siempre había querido, tanto que le quedó doliendo la mano, sentía que el corazón no le latía en el pecho sino en la mano, él se la devolvió, solía ser un hombre que devolvía golpes, no sabía si con todas era igual, pero con ella no ocultaba su máscara violenta cuando lo sacaban de quicio, esta vez aunque logró golpearla no le saco sangre como la última vez. Sintió que estaba en peligro, a ratos, tenía la loca idea de que si las cosas se salían de control correría a la cocina y buscaría un cuchillo, se lamentaba por no llevar algo con que defenderse, pero para qué iba a querer defenderse si solo había ido hasta allí para reclamarle, no para matarlo... Alik cada vez se resistía menos, se veía descompuesto, pudo ayudarle, claramente no lo hizo, no pensó que necesitara ayuda o un médico, si estaba en su casa, solos los dos, nada malo le iba a ocurrir a menos que Emma se lo hiciera.

Lo último que recuerda fue haber salido de casa satisfecha, estaba segura que a la mañana siguiente posiblemente de la borrachera él no iba a recordar nada, pero ella se encargaría de recordárselo en los próximos días cuando hiciera pública toda la información que conocía de él, nadie ni siquiera ella en esas circunstancias aceptaría casarse con un sujeto como él.

Pese a todo lo sucedido había sido lo suficientemente cuidadosa para no dejar rastro de su presencia en este lugar, ni planeado le había salido tan bien esa parte. Salió de allí sin mirar atrás, cuando estuvo lo suficientemente lejos y se sintió segura decidió deshacerse de la copia de la llave que le había facilitado Mill en eso habían quedado, la llamo desde un número desconocido y colgó como señal de que ya estaba fuera de casa y volvería a la suya. No podía borrar de su cabeza la loca idea de que algo no estaba bien con Alik, estaba aturdido, pese a que le dolía la mano estaba segura de que no le había golpeado tan duro. ¿O sí? En ese instante ya no estaba segura ni de ella misma. Al llegar a casa se sirvió una copa, bastante generosa como para marearse fácilmente, se durmió unas cuantas horas, al despertar no recordaba nada, le seguía doliendo la mano, se percató que la tenía un tanto hinchada pero no le dio mayor importancia, buscó algo de comer, al cabo de unos minutos quiso hablar con Alik pero este no contestaba sus llamadas para variar, estaba desesperada, había soñado con él, un sueño extraño, pero un sueño al fin y al cabo. Se cansó de insistir, si no le contestaba él se lo perdía, al final aparecería, siempre aparecía.

BelladonnaWhere stories live. Discover now