Miércoles 16 de Enero 2019. (Jamie y Caroline.)

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Pedimos tanto y no nos ganamos nada. Aun así, nos encontramos bien con eso.


Saliendo del Apartamento Jamie sabía que tenía que poner orden a su vida, esa vida que dejaría de lado con Caroline y la misma que intentaría hacer con Victoria. Decirlo parecía fácil, lo más fácil del mundo, pero hacerlo era algo distinto. Aun así, lo intentaría con el consuelo y la certeza que estaba haciendo lo correcto o lo que creía correcto. Era como saldar una deuda con el pasado.

El móvil estaba lleno de mensajes de Caroline y unos cuantos de Millie, de esta última se encargaría después, su prioridad tenia nombre, apellido y una familia aparentemente desconsolada. La única diferencia que existía era que parte de la oscura verdad que se movía entre las paredes de la casa Pattison, Jamie las conocía a la perfección.

Al cruzar la puerta de esa lúgubre casa se podía sentir la atmósfera pesada, como un campo de energía que no permite que nada entre y mucho menos que nada salga. Solo en el fondo de la casa podía ver una luz encendida, irónicamente pensó que quizá estaban tratando de economizar gastos por todas las deudas que debían saldar, pero su lado más consciente sabia que todo esto se trataba de Caroline y sus métodos para poder tener una conversación privada. Al llegar al lugar del que desprendía la única luz del lugar notó como a un lado de esa habitación se encontraba la maleta con la que días atrás había llegado y al mismo tiempo también descubrió que las de Caroline le hacían compañía, inmediatamente sintió como la mirada inquisitiva de ella le acompañaba en cada uno de sus movimientos, por un instante tuvo las ganas de permanecer inmóvil solo por la curiosidad de su reacción.

- ¿Dónde estuviste todo el maldito día?

- Estuve algo ocupado. Me disculpo por no responder.

- ¿Te disculpas? Te he buscado como loca, te necesitaba acá conmigo.

- Ya veo. ¿Qué pasó acá?

- No lo estás viendo...

- Veo mi maleta, pero sobre todo me llama la atención ver las tuyas.

- He tenido una discusión muy acalorada con mi padre mientras tu estabas quien sabe donde, con quien sabe quién. Y ya que las cosas no acabaron en muy buenos términos la conclusión es que no vamos.

- De eso quería hablarte Caro.

- ¿Caro? Ahora me llamas así. Vaya, esto promete.

- Caroline por favor, no te pongas en este plan.

- Y como esperas que reaccione. Mi vida cada vez se va más a la mierda mientras tu vas por la tuya como si nada pasara, como si nada afectara, como si los demás no importáramos.

- Necesitamos hablar.

- Estamos hablando.

- Como adultos.

- Entonces compórtate como un adulto, trátame como un adulto y no como una tonta a la que le quieres ver la cara.

- Así no vamos a llegar a ninguna parte.

- Con alguien como tu es difícil llegar a algún lado.

- Mira, no le daré importancia a tus palabras porque de alguna manera puedo entender por todo lo que estas pasando. Y realmente me habría gustado poder hablar contigo como lo hacíamos siempre, sin temor a lastimar al otro porque al fin y al cabo hemos vivido muchas cosas juntos.

- Pero esto llego a su fin y me puedo ir a la mierda y de paso regresar a nuestra vida completamente sola.

- ...

- ¿Por qué guardas silencio? Si era eso lo que ibas a decir. Al menos ten las pelotas en su lugar para aceptar que eso es precisamente lo que estabas a punto de hacer.

- Esto no era lo que yo tenía planeado al viajar.

- Lo peor es que lo sé. Es lo único que tengo claro. Este lugar es una jodida maldición. Pero algo sucedió, no sé bien qué, pero algo sucedió contigo que te cambio, cambio por completo al hombre que llego para acompañarme, cambio lo que sentías por mí, lo que éramos.

- Lo siento...

- No me vengas a mi con ese tipo de frases, te conozco tan bien, pero tan bien que sé a la perfección que no lo sientes, tu no sientes una mierda y si de casualidad sientes algo, es libertad, que te quitaste un peso de encima. Así que no me vengas con frases prefabricadas para la ocasión.

- Esta bien, como tu desees. En verdad me gustaría que las cosas fueran diferentes.

- Y a mí me gustaría que agarraras tu maleta y te desaparecieras de mi vista lo más pronto posible porque posiblemente en lugar de llorar un muerto, termine llorando dos. Vete, no soporto verte ahí con cara de idiota pretendiendo que algo te duele.

- Más adelante, cuando estés más calmada espero que podamos hablar y organizarnos con las otras cosas, que me las hagas llegar o yo mando por ellas.

- Ya conoces el camino a la puerta. Por favor...


Al mismo tiempo en el apartamento de Victoria.


Aún seguía completamente confundida, no tenía la certeza si por las gotas de Belladonna o por lo que allí había ocurrido minutos atrás. Lo único que tenia claro era el dolor que sentía en su corazón, había hecho de todo para creer en Millie, para demostrarle que las dos podían con todo, pero por más que lo intentara una y otra y otra vez todo era completamente inútil. Ella ya no era la hermana con la que había compartido tantas cosas de su vida, su confidente, su cómplice, dolía, a pesar de todo dolía, pero su padre y Jamie tenían razón, las cosas debían parar lo más pronto posible, no quería saber ni como, ni cuando, solo quería que tanta pesadilla termine.

BelladonnaWhere stories live. Discover now