Nenúfar - Pureza de corazón

C03 - Tercer día de no ser humano

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La profunda somnolencia hizo que Gu Huai durmiera profundamente, combinado con la cáscara de huevo que se empuja regularmente. Gu Huai subconscientemente luchó para despertarse, pero la última fuerza de voluntad se borró y cayó en un sueño profundo y cómodo.

Mientras dormía, Gu Huai recibió pasivamente una gran cantidad de información. No hubo oportunidad de negarse ya que toda la información entró en su cabeza.

Gu Huai logró ordenar toda la información que se le transmitió y finalmente tuvo una comprensión más intuitiva de este mundo y su situación actual.

El mundo al que viajó se estableció en un futuro interestelar en el que había todo tipo de razas alienígenas además de los humanos.

En la antigua era interestelar, eran frecuentes las guerras entre diversas razas. Las escenas de invasiones y de ser invadido se escenificaban en distintos planetas casi a diario.

No fue hasta la fundación de la Alianza Estelar cuando entraron en una nueva era de paz. Muchas razas empezaron a enviar señales amistosas y a establecer diplomacia a medida que se armonizaban bajo el comercio y los negocios.

Sólo había una raza que era la excepción. No tenían aliados ni siquiera en la nueva era.

No tenían aliados y sí muchos enemigos. En particular, habían estado luchando con la raza humana desde la vieja era hasta la nueva. Esta relación era tan pobre que podría describirse como enemigos mortales.

Esta raza era la Zerg y a ella pertenecía ahora Gu Huai.

Los Zerg tenían una etiqueta distintiva a los ojos de las demás razas interestelares.

Brutales, peligrosos y difíciles de provocar.

En la antigua era, los Zerg eran los invasores más terribles. Todos los Zerg nacieron como un excelente soldado y no temían a la muerte. Su falta de emociones les hizo no mostrar misericordia a sus enemigos.

Las fuerzas Zerg fueron más efectivas que cualquier otra raza y fueron absolutamente obedientes a las órdenes de sus superiores. Nunca cuestionaron las órdenes, haciendo que las fuerzas Zerg fueran extremadamente aterradoras.

Después de la transmigración, ni siquiera era un humano. Gu Huai pasó algún tiempo tratando de aceptar este hecho, pero esto no fue lo más difícil para Gu Huai.

Lo más difícil de digerir para él era que su identidad actual parecía ser... el rey recién nacido de los Zerg.

La sociedad Zerg tenía clases muy distintas, como una pirámide. Los Zerg en la sección baja de la pirámide no sintieron ninguna insatisfacción y se rindieron incondicionalmente a los Zerg de grado superior.

Esto fue determinado por la naturaleza y los instintos de los Zerg. A veces era muy difícil de entender a los ojos de las otras razas.

Por otro lado, Gu Huai estaba ahora en la cima de esta pirámide.

No sabía cuánto tiempo había dormido antes de despertarse. Abrió los ojos y se encontró acostado en el estado cerrado donde se quedó por primera vez. No pudo evitar congelarse por un segundo.

A diferencia de antes, el lugar donde yacía se balanceaba regularmente de un lado a otro. Yacía adentro y podía sentir claramente el temblor.

Bueno, no fue un sueño.

No estaba familiarizado con eso la primera vez, pero pronto se acostumbró. Esta vez no tuvo que trabajar duro para romper el cascarón. Las acciones de Gu Huai fueron bastante hábiles cuando se sentó y asomó la cabeza por el agujero sobre él.