Nenúfar - Pureza de corazón

C38 - Trigésimo octavo día de no ser humano

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El ambiente en la prisión se convirtió en un agradable silencio... espera, no. Se estaba volviendo sutilmente extraño.

Gu Huai primero parpadeó y luego le dirigió una mirada de duda al líder de la séptima rama de la Alianza Estelar. ¿No dijo él que no abrirían la boca sin importar qué? ¿No había forma de extraer la información?

La persona a cargo ahora estaba llena de signos de interrogación y no pudo reaccionar por un momento. Entonces notó la mirada de Gu Huai y su espíritu se recuperó. El líder explicó apresuradamente: ―Anteriormente, realmente no abrían la boca. Ni siquiera estaban dispuestos a mostrarnos ninguna reacción. Se negaron por completo a negociar. Nunca te engañaríamos en este asunto.

La persona a cargo temía que Gu Huai lo malinterpretara y su frente estaba cubierta de sudor. Gu Huai creía esto. No creía que el otro lado haría una mentira de tan bajo nivel. Por lo tanto, asintió para mostrar que no tenía ninguna desconfianza.

El otro soldado de la Torre Gris también se sorprendió por el comentario de su compañero. Originalmente ni siquiera se había molestado en abrir los ojos para mirar a la gente de afuera. Ahora no pudo evitar abrir los ojos para regañar, ―¿De qué estás hablando bas⎯?

No tuvo tiempo de terminar sus últimas palabras. Cullen abrió los ojos y vio a un joven con cabello negro parado afuera de la pared transparente. Su cerebro se sorprendió de repente por un sentimiento indescriptible. Su garganta se bloqueó y su voz desapareció.

A pesar de su reacción inusualmente extraña, Cullen continuó mirando a su compañero después del shock. En este momento, el soldado de la Torre Gris finalmente reflexionó sobre lo que acababa de decir y su expresión cambió.

Gu Huai observó la reacción de los dos soldados de la Torre Gris y sintió una sensación de familiaridad cuando notó sus ojos. Eran las mismas pupilas verticales de color ámbar que los Zerg clase beta de pie detrás de él. Este descubrimiento causó que Gu Huai se sintiera un poco aturdido y una suposición apareció en su corazón. ―Tú... 

Gu Huai no dijo nada más. Solo miró en silencio a los dos soldados de la Torre Gris. Su expresión y silencio hicieron que los dos soldados sintieran que estaban sentados sobre agujas. Estaban incómodos.

¿Ellos...? ¿Qué eran?

Los dos soldados de la Torre Gris no mostraron estas emociones en sus rostros. Después del silencio, Gu Huai habló con el jefe de gabinete detrás de él. ―Vámonos primero. Veremos a estos dos soldados mañana u otro momento.

Los Zerg que seguían a Gu Huai no tenían opinión. Solo querían ser los seguidores de su rey e ir a donde Gu Huai quisiera ir. No había ningún problema con que de repente cambiara de opinión. Gu Huai salió de la prisión con sus Zerg y el líder lo guió al lugar donde se alojarían.

Gu Huai se alejó gradualmente y los dos soldados encerrados de la Torre Gris lo miraron involuntariamente. Incluso cuando no podían ver su espalda, miraban el lugar donde la espalda había desaparecido aturdidos por un momento.

Gu Huai casualmente encontró un asiento en la villa de invitados. No evitó directamente al líder de la séptima rama y declaró después de sentarse: ―Los dos soldados de la Torre Gris tienen genes Zerg fusionados con ellos.

Gu Huai lentamente reveló su descubrimiento. Era una posibilidad que no había imaginado antes de llegar a Galaxia Covey. Una vez que lo vio, su humor fluctuaba ligeramente. Gu Huai determinó este asunto no solo porque vio los ojos de los dos soldados de la Torre Gris. Las pupilas verticales podrían ser una de las características étnicas de la raza Zerg, pero los Zerg no fueron la única raza en tener esta característica.