Nenúfar - Pureza de corazón

C27 - Vigésimo séptimo día de no ser humano

◦✤✤✤◦

Un círculo de grandes muñecos de nieve con ojos rojos rodeaba a un pequeño muñeco de nieve con ojos negros. Una vez que Gu Huai vio las piedras negras incrustadas en la cara del hombre de nieve, supo que este hombre de nieve lo representaba.

Gu Huai miró al muñeco de nieve apilado que no se veía muy bien por unos segundos. Sin embargo, no fue y hizo que el muñeco de nieve fuera más refinado. Simplemente miró hacia arriba y preguntó a los Tak Zerg a su alrededor: ―¿Es esto para mí? 

Podría ser obvio, pero Gu Huai seguía teniendo la intención de preguntar. Los Tak Zerg miraron fijamente al pequeño muñeco de nieve con sus ojos escarlata e hicieron un silbido evidente. Gu Huai parpadeó y no habló, pero los Tak Zerg se limitaron a entrecerrar los ojos estoicamente. Esta expresión mostraba que a Gu Huai le gustaba el pequeño muñeco de nieve. Los Tak Zerg comprendieron este significado y de repente se pusieron más contentos.

Los dos humanos tenían una expresión complicada al ver a los Tak Zerg apilar el muñeco de nieve y mostrar un claro cariño por Gu Huai.

Las diversas actuaciones de los Zerg frente a ellos diferían un poco de la ferocidad y frialdad de su impresión inherente. Les hacía sentir una sensación de contradicción y confusión, su cognición temblaba.

Las complejas emociones no eran demasiado evidentes. Los dos oficiales humanos miraron las gemas incrustadas en la cara del muñeco de nieve y no pudieron evitar que sus bocas se crisparan. En particular, los dos guardaron silencio cuando vieron la piedra negra. Para los humanos y otras razas, las piedras negras eran recursos escasos. Sin embargo, en Tuser se habían reducido a los ojos de un muñeco de nieve. Esto era un lujo hasta cierto punto...

Gu Huai no dejó que las dos personas estuvieran ociosas mucho tiempo. Después de completar lo primero, hizo que los dos humanos hicieran lo segundo.

―Gracias por vuestra ayuda para hacer el muñeco de nieve. Entonces... lo siguiente es que uno de ustedes empuje al otro al suelo. Es mejor si la acción es exagerada. ―Gu Huai habló con una cara seria.

Las dos personas se miraron después de escuchar las palabras de Gu Huai. Finalmente, Shen Mu preguntó con calma: ―¿Deberías venir o yo voy? 

―Por supuesto, vendré. ―Hammer no dudó en tomar la decisión. Al segundo siguiente, empujó al joven oficial a su lado en la nieve, tal como había sometido a Gu Huai. Hammer reprimió a Shen Mu como un perro de pelo dorado arrojándose a su dueño. Esta acción fue de hecho muy exagerada.

Gu Huai vio que era casi la sensación correcta y se acercó. ―Ahora te presionaré hacia abajo. Deberías acostarte en la nieve.

Gu Huai empujó la espalda del hombre rubio. Este último fue tocado suavemente por Gu Huai e inmediatamente cayó al suelo.

Gu Huai, ―...

¿No era esto demasiado? Esta idea pasó por su cabeza. Después de empujar a la persona hacia abajo, Gu Huai lo ayudó a levantarse y habló con los Tak Zerg. ―Esto es un juego y no es serio.

Los Tak Zerg no entendieron de inmediato las palabras de Gu Huai. Sus fríos ojos escarlata observaron a los dos humanos durante mucho tiempo. Finalmente, una vez que Gu Huai empujó a uno de ellos por segunda vez, los Tak Zerg ladearon la cabeza y entendieron que su bebé estaba jugando.

¿Entonces anteriormente estos humanos empujando a su bebé también estaban jugando? Confirmaron que el cuerpo de Gu Huai no estaba herido y anteriormente, Gu Huai no había expresado ningún dolor. Los Tak Zerg tenían una sabiduría limitada y finalmente aceptaron este asunto.