Nenúfar - Pureza de corazón

C69 - Sexagésimo noveno día de no ser humano

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La repentina caída de Gu Huai hizo que las pupilas de Alves se contrajeran inmediatamente. Su poder y presión envolvieron toda la residencia en un instante antes de continuar extendiéndose. Un área de un kilómetro centrada en esta residencia privada fue repentinamente oprimida por una presión terrible e invisible. Todos los Zerg que sintieron el poder se quedaron con solo una palabra en su mente.

El rey...

Este tipo de poder pertenecía a Alves, pero ¿qué hizo que Alves respondiera así desde al lado de Gu Huai cuando Tuser Star debería estar absolutamente a salvo? Sólo había una respuesta. Gu Huai estaba herido o había algo más.

Los Zerg que sintieron esta presión ni siquiera necesitaron pensar. El instinto de protección inicial les dijo que debían correr al lado de su rey inmediatamente. Sin duda, fueron los tres líderes del ejército quienes llegaron primero a la sala. Vieron a Gu Huai ligeramente pálido en los brazos de Alves y sus pupilas verticales mostraron inmediatamente la misma reacción.

―Su Majestad. ―Capalia quiso acercarse, pero justo cuando estaba a menos de un metro, una cola gris plateada se balanceó de repente, tan deprisa que fue difícil captar la sombra mientras caía pesadamente entre las dos personas.

El piso del centro de repente tenía un agujero grande y profundo. Comparado con cuando estaba un poco tenso antes de ser consolado por Gu Huai, esta vez cada nervio estaba tenso. Era como una cuerda tensada al máximo. Era un estado completamente crítico y unos pocos tirones más lo romperían.

La expresión de Alves era fría y la cola gris plateada que tenía detrás se levantó a cierta altura. Sin embargo, era un gesto agresivo más que alegre. No había duda de que, en ese momento, Alves se negaba a que nadie se acercara. La liberación de poder fue una reacción instintiva de Alves para proteger a Gu Huai. Sin embargo, él sabía que ningún enemigo podría invadirlo. Desde que estaba cerca de Gu Huai, nadie podía cruzar su línea de defensa para herir a Gu Huai.

Que Gu Huai perdiera el conocimiento y cayera en sus brazos era un problema del estado físico de Gu Huai. Sin embargo, estaba claro que Alves estaba subconscientemente más tenso en este momento. Como Zerg de clase alfa, Capalia, Aiyi y Simodo no estaban demasiado afectados por el poder de Alves, pero la sensación de opresión seguía ahí.

―Controla tu poder, Alves. ―La expresión de Capalia era fría. ―Su Majestad necesita un examen físico de inmediato.

Debido a la preocupación por Gu Huai, la mano izquierda afilada y con forma de cuchillo de Capalia estaba rígida.

Los Tak Zerg a menudo entraban en un estado violento en la batalla y eran provocados con facilidad, pero Capalia siempre había parecido no verse afectada por esta característica étnica. Ella reprimía su ira bajo la calma, porque la rigidez de su cuerpo debida a emociones excesivamente fuertes nunca podía producirse.

Otros Zerg que custodiaban la zona cercana llegaron uno tras otro. Se sentían un poco incómodos bajo la agresividad de la habilidad de Alves pero estaban más preocupados por Gu Huai. Alves no respondió pero recuperó su poder liberado, mostrando que no era indiferente a las palabras de Capalia.

El jefe de gabinete se apresuró a encender su terminal personal. ―Que venga inmediatamente el equipo médico.

Alves rodeó con su cola a Gu Huai y la apretó lentamente. ―No, ya están en camino.

Había llamado al equipo médico tan pronto como su primera reacción. El estado de Alves podría haber sido empujado al punto de inflexión, pero se mantuvo relativamente racional.