Nenúfar - Pureza de corazón

C41 - Cuadragésimo primero día de no ser humano

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La sala de transmisión del planeta era para profesionales dedicados a la industria de la retransmisión y era un lugar muy exclusivo. La transmisión desde esta sala, que generalmente solo estaba abierta durante ciertos festivales anuales, sería escuchada por todos los habitantes del planeta.

Una vez que la Torre Gris lanzó un ataque y sonó la alarma del planeta, Gu Huai le preguntó al líder si había una manera de transmitir su voz y fue invitado a esta sala. Gu Huai les dijo que bajaran sus armas a través del micrófono. Esta frase llegó a todos los rincones del planeta a través del equipo de transmisión. Todos en el planeta lo escucharon, incluidos los soldados de la Torre Gris que acababan de aterrizar en el planeta y estaban listos para avanzar.

Obviamente, esto era solo una voz y no era aguda en absoluto. Fue gentil y no se escucharon amenazas. Parecía una conversación ordinaria. Normalmente, los soldados de la Torre Gris no tomarían en serio estos comentarios ridículos e inútiles.

¿Detenerse? ¿Dejar sus armas? ¿La gente de esta rama de la Alianza Estelar tuvo problemas? Su defensa era tan débil y no podían luchar en absoluto. ¿Por qué deberían escucharlos los soldados de la Torre Gris? Su primera reacción fue este pensamiento, pero al mismo tiempo, la mayoría de los soldados en las tropas terrestres del planeta tenían otro impulso indescriptible en su mente subconsciente.

El soldado de la Torre Gris que tuvo el impulso por primera vez dejó caer su arma. Observó el arma de rayos en su mano caer al suelo y quedó atónito. ¿Qué estaba haciendo?

―¿Qué estás haciendo? ―El compañero junto a él le preguntó con asombro.

¡No lo sabía! El soldado de la Torre Gris que dejó caer el arma gritó fuertemente en su corazón: Debería recogerlo ahora para remediar el error. Entonces su cerebro rechazó la idea y su mente permaneció quieta.

Cuerpo: Creo que debería ir y recoger el arma.

Cerebro: No, no quieres.

No solo no quería levantar el arma, el soldado de la Torre Gris también hizo una postura erguida estándar. Tenía los hombros hacia atrás y los dedos descansaban con fuerza a los costados. Esta postura era como la de un soldado esperando a un superior en un desfile militar.

―¿Qué estás haciendo...? ―Antes de que pudiera terminar su oración, el compañero lo miró asombrado al escuchar el sonido de las armas cayendo a su alrededor. Las armas fueron arrojadas al suelo y los soldados de la Torre Gris que arrojaron sus armas también parecían desconcertados, completamente inconscientes de lo que estaba sucediendo.

―Debe ser la transmisión de ahora. La transmisión debe tener algún tipo de habilidad de control. Tenemos a alguien de nuestro lado que puede resistir. Las personas que estén bien, tomen sus armas y vengan conmigo a resolver esa habilidad del usuario...

Antes de que pudiera terminar, el soldado se quedó callado mientras cinco o seis pistolas lo apuntaban. Los soldados que dejaron caer sus armas escucharon esto e instantáneamente recogieron sus armas nuevamente, apuntando al orador. Sus pupilas verticales estaban fuertemente contraídas. No estaba claro en qué estado de ánimo estaban los soldados de la Torre Gris, pero sabían que no querían... que el otro lado fuera dañado.

―Baja tu arma. ―Ordenó uno de la Torre Gris con pupilas verticales de color ámbar.

De repente, un grupo de personas apuntó sus armas hacia él. El soldado preguntó incrédulo: ―¿Estás loco? 

―Suelta el arma. ―Los soldados de la Torre Gris acentuaron sus palabras, las pupilas verticales se contrajeron en una delgada línea.

Los Zerg no podían tolerar que las personas trataran de dañar a su rey. Para los soldados de la Torre Gris con el gen Zerg integrado, todos tenían el mismo estado de ánimo subconsciente. El otro lado no podía decir nada y solo podía soltar sus armas. Una habilidad de control no podría hacer esto...