Nenúfar - Pureza de corazón

C08 - Octavo día de no ser humano

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Los Tak Zerg salieron de la cueva y Gu Huai sintió rápidamente que la tristeza de estos Tak Zerg había desaparecido por completo, reemplazada por una alegría evidente.

Debido a este cambio emocional, Gu Huai tardó en darse cuenta de que las tristes emociones de los Tak Zerg no se trataban de abandonar el planeta sino de él. No estaban dispuestos a separarse de él, pero Gu Huai pensó de manera directa. Ahora tenía el resultado deseado y sus ojos se curvaron rápidamente de nuevo.

Ahora que se iban del planeta, los Tak Zerg inmediatamente pensaron en las frutas que estaban escondiendo y en los paraguas que el joven les había hecho. Al instante estuvieron listos para volver a entrar en la cueva.

Sin embargo, tenían miedo de que el joven los malinterpretara. Los Tak Zerg usaron instintivamente su velocidad de movimiento más alta y completaron el proceso de ida y vuelta en unos pocos segundos.

Gu Huai vio al Tak Zerg trayendo cosas de la cueva y tocó el hombro del Tak Zerg que lo llevaba. Él habló con una voz cálida: ―La fruta se echará a perder, así que no la comas. También puedes dejar los paraguas aquí. Una vez que salgamos de este planeta, no los necesitarás.

En la era interestelar, debe haber herramientas más convenientes para protegerse de la lluvia. Estos paraguas utilizados para lidiar temporalmente con la lluvia no se veían bien. Gu Huai solo hizo un artículo similar a la forma del paraguas usando su habilidad de intercambio y había una gran brecha con la realidad.

Al escuchar las palabras de Gu Huai, estos Tak Zerg mostraron una rara muestra de terquedad. Por primera vez, no eligieron obedecer. Trajeron la fruta y los paraguas juntos. La fruta esperaría hasta que fuera realmente mala. Las herramientas para bloquear la lluvia que el joven les dio se volverían a esconder una vez en un nuevo planeta.

No sabían la identidad de los artículos de mango largo que sostenían los Tak Zerg, pero los Zerg de grado superior no pudieron evitar mirarlos sombríamente. Este fue un regalo del rey...

En el momento en que descubrieron esto, los Zerg de grado superior estaban extremadamente envidiosos. Tales regalos fueron únicos. También querían tener la oportunidad de poseerlo. Olvídate de algo hecho a mano como este. Serían felices incluso si el joven les diera una pequeña piedra que encontró en el suelo. No podían tomar la iniciativa de pedirlo, por lo que estos Zerg de grado superior solo podían mirar impotentes, sin decir nada en la superficie.

El buque de guerra estaba cerca de la salida de la cueva. Gu Huai fue llevado a cabo por los Tak Zerg y no pasó mucho tiempo antes de que llegaran al frente del buque de guerra Yula.

Esta fue la primera vez que Gu Huai había visto un buque de guerra espacial real. Las cosas que solo se podían ver en las películas de ciencia ficción aparecieron de repente en un lugar accesible. Como guionista, los ojos de Gu Huai no pudieron evitar brillar.

El buque de guerra negro helado podría estar quieto pero parecía muy opresivo. Nadie dudaba de la capacidad de combate de este enorme buque de guerra en el campo de batalla. El Yula de los Zerg no era inferior a los buques de guerra más avanzados en la era interestelar actual.

Gu Huai acababa de caminar frente a este buque de guerra Yula y no tuvo tiempo de disfrutar mirándolo cuando la gran forma del buque de guerra Yula se volvió muy anormal.

―Kada⎯⎯⎯

―¡Kada, kada⎯⎯⎯!

Sonaron sonidos desde el interior del buque de guerra y el casco del buque de guerra Yula se sacudió de una manera que era visible a simple vista. Gu Huai aún no había reaccionado cuando, frente a él, el buque de guerra Yula rodó por el suelo levantando mucho polvo. Fue un rodar realmente duro.