Capítulo 9

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Aria

15 de Enero – 09:20 AM

Liyue – Casa de Zhongli

Cuando me comunicaron que pronto podría salir de aquella cama, me sentí aliviada. No obstante, la alegría duró poco, pues de nuevo se dio una tensa discusión entre Tartaglia y Albedo. Ambos querían llevarme con ellos para cuidarme hasta estar curada por completo, y ninguno de los dos pareció titubear.

¿La solución? Zhongli me abrió las puertas de su hogar, pero Venti sería, ante todo, quien se mantendría a mi lado. La Funeraria El Camino requería, al fin y al cabo, del trabajo del pelinegro.

-Venti: ¿No es genial que dos hombres se hayan peleado para tenerte con ellos? –sonreía con picardía.

El bardo se encontraba tumbado en la hamaca de al lado. Los dos habíamos decidido contemplar las vistas de Liyue desde aquella amplia terraza. Yo me negaba a estar cerca de una cama, salvo cuando debía dormir.

-Aria: no fue tan genial... -aseguré, trayendo a la memoria aquella horrible escena en la que, realmente, creí que iban a acabar usando sus Visiones. Afortunadamente, Zhongli fue un gran mediador.

Venti se llevó a la boca el batido de manzana que había preparado aquella misma mañana. Parecía estar más de vacaciones que cuidando a alguien.

-Venti: ¿le contaste al final lo de... -levantó las cejas de forma graciosa-?

-Aria: sí, y no quiso cortar conmigo.

Pareció decepcionarle aquella información.

-Aria: ¿querías que terminara con Tartaglia? –inquirí, sorprendida.

-Venti: ya te dije mi opinión sobre esa relación, Aria.

Se escuchaban de fondo los pájaros cantando desde los árboles.

-Aria: ¡Tartaglia es un novio perfecto!

-Venti: pero no estás enamorada de él –añadió.

-Aria: seguro que es cuestión de tiempo –me decía siempre a mí misma.

El bardo soltó una carcajada y bebió otro sorbo.

***

15 de Enero – 23:06 PM

Liyue – Casa de Zhongli

Aquel día, Zhongli llegó a su casa muy tarde. Incluso había cenado ya con algunos clientes y amigos. A aquellas horas, Aria estaba totalmente dormida, pero, como esperaba el pelinegro, Venti lo aguardaba pacientemente en el salón. Desde que llegó a Liyue, lo había estado interrogando.

-Venti: ¿se sabe algo del asesino? –preguntó, refiriéndose al arquero que trató de acabar con la vida de Teucer en el puerto.

Al fin pudo darle noticias a su viejo amigo:

-Zhongli: encontraron su cuerpo no muy lejos de la ciudad –anunció, preocupado por toda aquella situación. Y tomó asiento en el sofá, no muy lejos de Venti-. Se suicidó.

-Venti: todo esto es muy extraño, Morax –comentó, serio, y se rascó la barbilla-. ¿Escapó de prisión solamente para suicidarse? No lo creo.

El bardo sabía bien cuál era el sillón más cómodo de aquella casa y era ahí donde estaba.

-Zhongli: y, además, no escapó cuando disparó la flecha en primer lugar –añadía. Le había dado demasiadas vueltas al asunto aquellos días-. Pareció quedarse...

-Venti: ...para sólo decir que quería dañar a Tartaglia –terminó la frase.

Ambos se miraron, cada vez más preocupados.

-Venti: tendremos que estar alerta, amigo mío. Hay alguien más inteligente detrás de todo esto.

El pelinegro asintió con la cabeza.

El Pecado del Alquimista [+18] (Genshin Impact)Onde as histórias ganham vida. Descobre agora