Capítulo 20

3.6K 363 145
                                    

Xiao

2 de Marzo – 04:51 AM

Liyue – Montaña Aozang

Había comprado más mantas para que ambos pudiéramos dormir, más cómodamente, en la cueva tras patrullar las zonas más peligrosas de Liyue. Últimamente, me costaba conciliar el sueño. A veces me encontraba mirándola mientras dormía y sentía que... quería acercarme más a ella. Mi mente me estaba jugando malas pasadas. Por el día, además, me distraía por un rato tras escuchar su voz detrás de mí.

Me sentía enfermo, así que aproveché que estaba totalmente dormida para realizar una escapada a la montaña Aozang, donde sabía que una vieja amiga podría ayudarme.

-Preservadora de nubes: es evidente, te estás enamorando, Xiao. ¡Como ya te dije que pasaría!

-Xiao: ¡es imposible! –repliqué, ofendido-. Yo no...

-Preservadora de nubes: todos tenemos la capacidad de enamorarnos –reía-. Vas a tener que aceptarlo.

"Jamás, haré lo que sea para evitarlo", pensé, determinante.

-Xiao: ¿no hay algún brebaje que bloquee estas tonterías? –pregunté, muy desesperado.

La blanca garza no sabía si tomarme en serio tras aquella pregunta.

-Preservadora de nubes: no –fue tajante-. Aun así, ¿qué tiene de malo?

-Xiao: todo, absolutamente todo. ¡No puedo concentrarme!

-Preservadora de nubes: si te desahogaras en lugar de reprimirte... -dejó caer.

Aquella visita me resultó infructuosa. Me fui con mayor enfado del que ya tenía, pero al menos tenía claro lo que debía hacer.

***

Aria

5 de Marzo – 17:51 PM

Liyue – Montaña Hulao - Cueva-refugio de Xiao

Esperé durante días a Xiao, pero nunca regresó y no podía soportar más aquella preocupación. ¿Y si le había pasado algo? Era consciente de que era muy fuerte, pero todos teníamos nuestras debilidades. Debía comenzar a movilizarme, buscar donde él podría haber estado. Al fin y al cabo, tras tanto tiempo juntos, conocía al dedillo sus rutas.

Pero nada funcionó, pues no había rastro de él en ninguna parte. Parecía haberse esfumado.

"¿Y si le ha acechado su propia maldición?", temía, siendo consciente de que, debido a su ausencia, no había podido besarlo para evitar aquel tormento.

Intenté incluso investigar en el santuario y, después, cerca de la Posada, donde solía descansar y contemplar las estrellas. Sin embargo, también fue un fracaso.

-¿?: eres Aria, ¿verdad?

Me giré y vi a un joven, de menor edad que yo, portando un gran sombrero sobre su cabeza. Poseía el cabello morado y grandes ojos. Tal vez conocía mi trayectoria como comerciante.

-Aria: sí, soy yo –respondí con una sonrisa-. ¡Qué sombrero más...!

No me dio tiempo a terminar la frase, pues, sinsiquiera saber de dónde había venido el golpe, quedé inconsciente.

El Pecado del Alquimista [+18] (Genshin Impact)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora