Capítulo 28

3.2K 356 139
                                    

Xiao

21 de Marzo – 09:52 AM

Liyue – Cercanías de la Posada Wangshu

Aria luchaba por ser primero más fuerte que yo (debía hacerlo así si quería poder vencer a un dragón) y, por primera vez, temía que lo consiguiera. Nuestros duelos en las pequeñas islas del lago llamaban la atención de los viandantes. Parecíamos un espectáculo de espadachines. Sin embargo, aquellas peleas no eran ningún teatro. Los dos nos lo tomábamos cada vez más en serio.

Entre las patrullas incesantes, los combates nocturnos con fuertes amenazas y tener que pernoctar de cualquier modo... aquella jovencita me estaba poniendo contra las cuerdas. Naturalmente, su verdadero poder sólo lo utilizaba cuando nadie más podía ser testigo del mismo, no obstante, incluso usando sólo una espada, era increíble.

Así que... no podía juzgar a aquellos transeúntes, porque a mí me había pasado lo mismo.

-Xiao: ¿ya te has cansado? –sonreía de forma triunfal al ver que había parado sobre uno de los puentes de madera.

Desde aquella perspectiva, detrás de un edificio comercial, no podían seguir mirándonos.

Ella tomó asiento sobre la tierra y quedó cabizbaja. Era raro que no respondiera, pues era vulnerable a cualquier tipo de "pique".

-Xiao: Aria, ¿qué pasa? –comenzaba a preocuparme.

Y estalló en lágrimas:

-Aria: ¡Echo de menos a mi hermano! –chilló como una niña de cuatro años.

Por muy fuerte que se hubiera vuelto, seguía pareciendo una humana en ocasiones.

Suspiré y coloqué una de mis enguantadas manos en su hombro, pero no sirvió de nada. Lloraba y lloraba sin parar. Y yo tampoco tenía una maestría en subir el ánimo.

-Xiao: ¿por qué no vamos a verlo? –pregunté, molesto.

No me gustaba verla llorar.

-Aria: ¿lo dices en serio? –cambió radicalmente de emoción. Ahora se veía radiante.

-Xiao: ¿a quién querías convencer exactamente? –me quejé.

Ella rió.

-Aria: necesitaba que alguien lo propusiera supongo... -miró hacia otro lado, un poco avergonzada. Pero sabía que no se arrepentía de aquel pequeño engaño.

La tomé de su nuca y la empujé hasta mi boca. Fue un breve beso, pero suficiente para tomar fuerzas e ir a conocer al "famoso" Albedo. Nuestra relación había dado un fuerte giro. Tanto había sido el cambio que la maldición ya ni aparecía, pues la besaba a diario.

"No me apetece en absoluto ir a verlo", pensaba en mi fuero interno.

***

Xiao

21 de Marzo – 11:47 AM

Mondstadt – Ciudad

Ese mismo día, Aria me arrastró hasta la población que la vio crecer. Tal vez habían pasado más de mil años desde la última vez que tuve que dejar, por un momento, Liyue para encargarme de algún asunto de importancia. Pero nunca hubiese pensado que "la próxima vez" sería para contentar a una extraña humana.

-Xiao: ¿no estaba tu hermano en Espinadragón?

Solía destacar en la ciudad de Liyue, pero en Mondstadt mis ropas, claro está, llamaban aún más la atención. Mi estilo oriental decía a gritos que era un extranjero.

-Aria: sí, pero antes quería saludar a Venti y cocinar algo que podamos comer en la montaña –se la veía especialmente contenta hoy, lo cual me hizo sonreír sin quererlo.

"Me estaba volviendo un blandengue, debía controlarme", pensé, borrando mi sonrisa.

-¿?: ¡¡¡Aria!!! –escuché chillar desde el otro lado de la manzana.

Estuve a punto de sacar mi lanza, pues aquel desconocido se abalanzó sobre ella.

-Aria: ¡Venti! –no dudó en abrazar a aquel bardo con la apariencia de un niño.

Él le devolvió el abrazo. Ambos parecían felices de volver a encontrarse.

-Aria: déjame que te presen...

No la dejó ni terminar.

-Venti: Aria, tenemos que hablar –dijo de pronto con un repentino cambio de tono de voz.

Parecía bastante intranquilo.

-Aria: ¿qué pasa? –preguntó, desconcertada. No tenía idea alguna de a qué podía referirse.

El bardo, de estrafalarias ropas verdes, nos guió hasta un rincón más apartado, desde donde se podía ver una taberna común.

-Venti: mira hacia allí –señaló hacia las mesas del exterior.

Aria quedó boquiabierta. Yo no entendía por qué, pues todo parecía bastante normal.

-Aria: ¿qué hace aquí Albedo? –preguntó, muy preocupada, a quien parecía su amigo.

-Venti: Me alegra que hayas vuelto, porque... sospecho que algo va mal –susurró, serio.

Miré detenidamente la ubicación que habían señalado. Yo desconocía cómo se veía su hermano, pero el único joven de, más o menos, su edad estaba sentado junto a una muchacha de pelo verde y gafas. ¿De qué se preocupaban? Sólo estaban tomando unas copas.

-Aria: ven conmigo, Xiao, pero no digas nada más que lo necesario –pidió con aires misteriosos-. Venti, vigila desde ese tejado.

Su amigo asintió con la cabeza.

Aquello parecía una misión secreta.

El Pecado del Alquimista [+18] (Genshin Impact)Where stories live. Discover now