Capítulo 52

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Xiao

26 de Septiembre – 13:21

Liyue - Cercanías de la Posada Wangshu

Nada más dejarme caer desde la Posada, encontré a Rex Lapis sobre la tarima de madera que la cimentaba. Con tristeza en sus ojos ámbar, observaba a un niño que había sido también víctima de aquel inmenso hechizo. De hecho, todo mortal de nuestros alrededores, había sido hechizado sin piedad. Parecía que el mundo se había paralizado y colmado de estatuas con ojos carmesí.

-Zhongli: los humanos siempre me asombraron –comentaba el pelinegro, agachado sobre el niño incapaz de mover un solo dedo.

El silencio de nuestro entorno nunca me había resultado tan aterrador.

-Xiao: ¿por su debilidad? –expuse. Aquella era, al fin y al cabo, la única característica que me impresionaba de ellos.

-Zhongli: por su resiliencia –contestó, meditativo. Pese a que su querida tierra estuviese ahora presa de un manto rojo que envolvía nuestro derredor, él podía mantener la calma-. No importa lo que suceda, incluso siendo tan débiles como dices, siempre salen adelante. Esta vez no será distinto, Xiao.

Se levantó y se volvió hacia mí.

-Zhongli: se han creado diversas barreras de energía maligna a lo largo y ancho de Liyue y Mondstadt –informó finalmente, presto a enfrentar la situación que nos acechaba-. Cuando Aria ha bajado, segundos antes que tú, éstas se han abierto para dejarle pasar. No obstante, dudo que nosotros seamos tan bienvenidos hasta Espinadragón.

Contemplé las barreras a las se refería, líneas que atravesaban la tierra y creaban innumerables lindes sobre el espacio. Debían servir como celdas para aquellos que no les afectara la maldición y desearan llegar hasta la montaña, donde, evidentemente incluso desde aquella distancia, se podía apreciar la mayor masa de energía roja.

Toqué una barrera, la que más cerca se hallaba de la Posada, y, al instante, me repelió. No permitía el paso. ¿Pero por qué se lo permitió a Aria?

-Xiao: ¿sabes cómo podemos romperlas?

-Zhongli: crearé Crestas de piedra hasta Espinadragón para abrirte el paso –explicó, sin parecer consciente de la proeza que pretendía. Si pretendía alzar Crestas de aquí a la montaña, estábamos hablando de muchas. Tal vez demasiadas, incluso para él-. Mi daño Geo pueden mantenerlas abiertas por unos minutos.

Quedé boquiabierto.

-Xiao: os admiro, Rex Lapis –era sincero-. ¿Pero estáis seguro de que podréis con ello?

Él sonrió, como un padre lo haría ante su preocupado hijo.

-Zhongli: sólo date prisa en cruzar.

***

Venti

26 de Septiembre – 13:14

Mondstadt –Taberna de Diluc

Por un momento, creí que el alcohol me había adormecido y que aquello era cosa de un sueño. No obstante, al pellizcarme, sentía dolor. Yo me encontraba sentado frente a la barra cuando el tiempo de los humanos pareció detenerse. Incluso aquellos que poseían una Visión, fueron víctimas de aquel hechizo.

Hice memoria y, de pronto, recordé un suceso similar hacía ya muchos siglos. Y suspiré con el vaso de vino aún en la mano.

Intenté beber un sorbo más, pero la copa estaba ya vacía.

-Venti: hoy será barra libre gratis, ¿verdad, Diluc? –pregunté, irónico. Había sombras de inmensa preocupación en mi corazón, que ni el alcohol podría contener. ¿Pero qué podría hacer ahora sin mi Gnosis?

El pelirrojo, completamente paralizado, dibujaba en su rostro una sonrisa estática y maléfica. Era extraño verlo de aquella forma.

-Venti: Diluc siempre igual de callado, incluso estando poseído –solté una carcajada melancólica.

Me levanté, me dirigí detrás de la barra y rellené mi copa.

"Por favor... cuídate, Aria", deseé desde lo más hondo de mi alma.

El Pecado del Alquimista [+18] (Genshin Impact)Where stories live. Discover now