Capítulo 38

2.9K 335 167
                                    

Albedo

8 de Septiembre – 20:05 PM

Liyue – Hotel Gran Dragón

Sacarosa había comenzado a vender algunas pociones alquímicas y, en poco tiempo, estaba logrando buenos tratos. Tal estaba siendo su éxito que ya había conseguido acceder a eventos de gran envergadura como aquél. No obstante, sus clientes eran miembros de los Fatui y otros comerciantes de sospechosa apariencia. Una vez le pregunté qué tipo de pociones vendía, pero consiguió evitar responder con divagaciones.

Odiaba esos eventos, pero, como su novio, debía ser su acompañante casi por obligado cumplimiento. Ni se me pasaba por la cabeza la posibilidad de comentarle que llevase con ella a un amigo, pues su furia despertaría. Y yo prefería mantener una vida lo más pacífica posible.

Esperaba que aquella velada pasara rápido. Sin embargo, apenas había comenzado a las ocho de la tarde. "Ni unos minutos habían transcurrido", suspiraba.

-Sacarosa: tienes que sonreír, Albedo –ordenó, controlando su enfado en público. Había vestido para la ocasión un vestido que dejaba ver toda su espalda-. O vas a espantar a mis clientes.

Yo asentí con la cabeza y me esforcé en aquella tarea, intentando ignorar el hecho de lo bien que estaría ahora descifrando algún misterio alquímico.

De pronto, se dio una ovación. Alguien de importancia debía haber llegado.

"Es hermosa", se escuchaba repetidamente a nuestro derredor.

Todos los presentes nos volvimos hacia la entrada, donde una bella joven (sin acompañante) acababa de adentrarse en la amplia estancia. Vestía un vestido asiático de color blanco y había peinado su cabello castaño en un elegante moño.

No pareció muy orgullosa de ganar aquella sorpresiva atención e, incómoda, se dirigió al banquete, donde no tardó ni unos segundos en tomar un plato.

Poco a poco, todos volvieron a sus charlas, aunque algunos "valientes", como era de esperar, intentaron entablar algún tipo de contacto con ella. El banquete, que hasta ahora nadie había ojeado, se fue llenando de gente.

-Sacarosa: por si alguien te lo comenta, esa es tu hermana Aria –informó con evidente desagrado.

-Albedo: ¿no debería entonces saludar?

La peliverde se alarmó.

-Sacarosa: no –expresó, nerviosa, y se recolocó las redondas gafas-. Al fin y al cabo, nunca habéis tenido mucha relación. De hecho, no te gustaba hablar con ella. Te resultaba aburrida.

Gracias a mi novia, había conseguido continuar con mi vida diaria con normalidad. Según me había contado, un desafortunado accidente con una mezcla de reactivos, me había provocado una grave amnesia. No obstante, ella se encargó de contarme lo mínimo indispensable para desenvolverme en aquel mundo. Lo único que quería era seguir investigando.

-Albedo: pero es mi hermana. ¿No sería poco diplomático?

-Sacarosa: tú no lo recuerdas, hazme caso –eran las palabras que más habitualmente usaba.

No era de mi agrado mantener una relación amorosa con nadie (me alejaba a veces de mi trabajo, como aquel evento), pero aquella había sido más que conveniente. Si alguien se hubiera dado cuenta de mi pérdida de recuerdos, podrían haber detenido mis investigaciones para examinarme. Sin embargo, no tenía ningún interés en recuperar mis memorias, pues, como ya había comprobado, mis conocimientos seguían intactos.

El Pecado del Alquimista [+18] (Genshin Impact)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora