Capítulo 56

2.6K 299 115
                                    

Preservadora de Nubes

1 de Octubre – 22:57

Liyue – Montaña Aozang

Tras siglos sabiendo de sus aventuras y desventuras, Xiao aquel año me estaba dejando boquiabierta. De normal, era un adeptus frío y calculador, que amaba hacer su trabajo en soledad. No había sentimientos que pudieran alcanzar a su corazón, pues su contrato con Rex Lapis no era sólo su prioridad, sino, más bien, su tarea en exclusiva. Vivía para proteger a Liyue, y nada más.

Pero Aria lo había cambiado todo en él. Lo había hecho feliz, tras largos y oscuros tiempos de único sufrimiento. Sin embargo, como todo en aquella vida, lo bueno tenía un precio a pagar. Un gran amor equivalía hacer grandes locuras. Y, por ello, hoy Xiao había acudido a mí.

Estaba decidido, así que no lo sermoneé acerca del millar de horribles efectos que podría suponer aquel peligroso ritual para su cuerpo. Él era más consciente que nadie de los riesgos y, pese a ello, iba a hacerlo. Por Aria.

-Preservadora: el alma de su hermano tendrá que querer marchar del sueño por propia voluntad –intenté hacerle recordar, pues sabía que era capaz de utilizar la fuerza cuando lo que se requería era maña-. No lo olvides, Xiao.

Sobre el poco profundo pero hermoso lago de la montaña Aozang, había invocado un portal en su centro. Era un agujero que conducía al más hondo de los sueños: el de alguien que estaba a punto de cruzar la línea hacia la muerte.

Antes de activar el portal, habíamos tenido que reunir pertenencias del mismo Albedo, que Xiao pudo hallar en la ciudad de Mondstadt aquel mismo días tras realizar algunas preguntas. También tuvimos que usar grandes incensarios y un ejército de lirios de cristal, que colocamos a nuestro derredor.

-Xiao: ¿no puedo obligarle, de alguna forma, a regresar si no quiere? –preguntó, serio.

-Preservadora: no –fui directa-. Si acepta la muerte, estará todo perdido.

-Xiao: ¿cuánto tiempo tengo?

-Preservadora: no mucho, pero ojalá sea el necesario –estaba inmensamente preocupada por su seguridad.

"¿Y si era Xiao quien no lograba regresar?", temía. Pero una amiga era aquella que sabía cuándo rendirse ante la cabezonería y apoyar al otro hasta el último momento, aunque supusiera su final. No era dueña, al fin y al cabo, de su vida. Era sólo él quien tenía derecho a decidir sobre la misma.

-Xiao: nunca se me ha dado bien la persuasión meramente psicológica.

-Preservadora: pues será la única manera, Xiao –alerté y aleteé mis alas ante la tensión del momento. Necesitaba tranquilizarme-. Te meterás en sus más íntimos sueños, en el mundo onírico que Albedo haya creado y del que sólo él podrá salir. Tienes que ser comprensivo y usar a tu favor las emociones.

Él suspiró, también preocupado.

-Xiao: haré lo que sea necesario –su mirada mostraba determinación.

Debía preguntar:

-Preservadora: ¿tanto la amas, Xiao? –suspiré también-. ¿La amas tanto como para traer de vuelta a la vida a su verdadero gran amor? Si sale todo bien, ¡tal vez se casen, tal vez tengan hijos! ¿Y qué será de ti?

Transmitirle aquella imagen fue duro para él, pero era la realidad. Su mirada se había oscurecido.

Le costó responder, pero, antes de saltar al abismo, lo hizo:

-Xiao: me alegraré por ello.

"Sí, claro...", pensé, escéptica.

El Pecado del Alquimista [+18] (Genshin Impact)Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang