Capítulo 40

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Xiao

12 de Septiembre – 11:35 AM

Liyue – Posada Wangshu – Casa de Xiao

Aún me sigo preguntando cómo consiguió sacarnos de allí sin que despedazara a aquel arrogante y osado Fatui. Cuando los vi juntos en la cama, mi oscuridad se desató. Pero ella era incluso capaz de controlar mi descontrol. Era capaz de manipularme con aquellos ojos de tal forma que me rendía ante ellos. Tal vez ya no era la bestia imparable que siempre había sido. Había sido domesticado por un ser que aún, a día de hoy, seguía siendo un misterio.

Además, por supuesto deduje que había algo de gravedad tras lo sucedido y que a Aria una pelea sólo la hubiera empeorado. Ella tenía ganas de terminar la velada, así que supuse que llegaría, como tarde, a las doce de la noche. Le di un voto de confianza, pero, para cuando el sol emergió de nuevo, salí a buscarla sin pensarlo dos veces. Algo debía haber pasado, era un hecho, no una suposición.

Aquel Fatui tuvo mucha suerte.

Y, cómo no, efectivamente el asunto era grave. Muy grave. Su hermano la había olvidado, pero, tras aquel día entero llorando, Aria movió ficha. Movilizó sus contactos que, pese a su poca vida social, no eran pocos. Preguntó por Sacarosa y, especialmente, por sus actividades. Consiguió información, aunque no la suficiente. Así que debía dar pasos más contundentes.

-Venti: ¡te dije que tenía un plan! –sonreía, ilusionado.

-Aria: pero... ¿y si, sencillamente, no quiere ir?

Se me hacía extraño que alguien más estuviera pisando mi hogar. Hasta ahora, sólo lo había pisado Aria (en su mayoría) y, de forma esporádica, algunas mujeres de siglos atrás. Sin embargo, era el lugar más adecuado para mantener una conversación confidencial.

-Venti: claro que irá –respondió con seguridad-. Metí la propaganda en su buzón y esperé, escondido, a ver su reacción. ¡Se moría por ir, Aria! No tengo ninguna duda.

Aquel amigo suyo, aparte de parecer un niño, actuaba como tal. Y lo cierto es que yo desconfiaba de su plan: un campamento de parejas. ¿Qué clase de actividad era esa?

-Zhongli: sería la mejor estrategia para espiarlos de cerca –apuntó Rex Lapix, apoyando su espalda en la pared. El negro de su ropa y cabello destacaban en la carmesí habitación-. Convivirás con ellos por un mes. Los tendrás muy cerca de forma constante.

"Eso era verdad", asumía. "Pero seguía siendo una idea descabellada."

-Venti: Sacarosa es una mujer de apariencias –añadió el bardo-. Es un campamento al que han ido otros personajes famosos con sus parejas para solucionar sus problemas antes del matrimonio.

-Aria: Al no se casará con ella –corrigió, controlando su súbito enfado.

-Venti: lo evitaremos, amiga mía –se lanzó sobre ella y la abrazó con toda su energía, la cual no era poca-. Siento no haberte ayudado en el pasado, ¡así que ahora lo daré todo!

-Aria: claro que me ayudaste, Venti –aseguró-. Pero no se podía hacer nada si él no quería verme más.

Aquellas palabras atravesaron mi corazón como agujas. Racionalmente, sabía que había hecho lo correcto, ya que aquel chantaje podría afectarla y su hermano no iba a ceder un ápice. No obstante, con el pasar del tiempo y siendo testigo habitual de su tristeza, siempre me pregunté si habría habido alguna otra alternativa.

-Zhongli: entonces sólo tenemos que apuntar a Aria al campamento también, ¿no? –preguntó.

-Venti: necesitará también de alguien que se haga pasar por su pareja –apuntó, pensativo-. Ahora que no estás con Tartaglia, podría hacerlo yo mismo.

-Aria: se notará al instante que sólo somos amigos.

-Venti: ¡hay novios que también son amigos! –rió, y sus dos trenzas, en cuya punta se iluminaban, se removieron por la agitación de su torso.

-Aria: ya sabes a qué me refiero, Venti –suspiró.

-Venti: sí, a la atracción sexual –se rascó la cabeza-. ¡Pero soy un buen actor!

Aria reía imaginándose a su amigo en aquella situación. Sin embargo, a mí no me hacía ninguna gracia.

De pronto, sentí una intensa mirada sobre mí. Era de Rex Lapis y parecía decir: "vamos, da el paso de una vez".

Cogí aire y traté de tranquilizarme antes de intervenir:

-Xiao: yo lo haré –dije, decidido.

-Aria: ¡pero si odias esa clase de cosas! –replicó acertadamente.

-Xiao: mi bordería –dije con tono irónico, aún ofendido por su burla aquel día- es constante, así que no notarían la diferencia en el campamento.

-Venti: es verdad, con él puede funcionar –aseguró, aunque también con un leve tono de mofa.

Yo le clavé una mirada siniestra, pero sólo le provocó más risa. "Maldito bardo estrafalario", pensé, molesto.

-Zhongli: ¿y qué problema diréis que tenéis como pareja? –agradecía que fuese tan directo. Aquello podía ser más incómodo de lo que ya lo era.

Los cuatro nos dimos un tiempo para pensar.

-Venti: ¿cuáles son los problemas habituales en una pareja? –dijo en alto-. Los celos... -mencionó.

-Aria: los celos son todo un cliché y son difíciles de actuar –atajó-. Son algo visceral.

-Venti: ¿y qué tal el típico "hemos perdido la chispa"? –mencionó otra posibilidad.

-Zhongli: es bastante usual y creíble –opinó, dibujando una leve sonrisa en su pálido rostro.

-Aria: estoy de acuerdo.

-Venti: así justificaríamos su cara de permanente mal humor –volvió a burlarse.

"Mal humor es lo que provoca tu presencia", pensé para mis adentros.

-Aria: ¡hecho entonces!

-Xiao: ¿acaso mi opinión no importa? –repliqué, serio.

Los tres me observaron con preocupación.

-Zhongli: será mejor que, cuanto antes, hagáis algunas simulaciones, y os pongáis de acuerdo en algunos datos –aconsejó a Aria, ignorándome.

Fruncí el ceño.

El Pecado del Alquimista [+18] (Genshin Impact)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora