Capítulo 47

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Albedo

23 de Septiembre – 19:35 PM

Mondstadt – Cueva

La repentina e intensa lluvia nos obligó a buscar refugio en una cueva cercana y a encender nuestra primera hoguera. Sin embargo, habíamos estado caminando durante horas y aquel descanso nos venía bien. Ni siquiera habíamos parado para comer.

Mi tripa rugió, haciendo eco en el interior de la cueva.

Aria, tras procesar aquel extraño e incómodo ruido, sufrió un ataque de risa. Y yo sufrí un ataque de vergüenza, aunque verla reír me transmitió cierta paz que agradecí.

-Aria: toma esto, te resucitará -sacó una caja de madera de su mochila y la abrió para ofrecerme su contenido.

Estaba llena de galletas con pepitas de chocolate. Yo, por supuesto, tomé una por cortesía.

-Aria: si quieres algo más salado, tengo también otra caja a reventar con la receta que tanto te gustó.

"De nuevo esa sensación en el corazón...", pensé al saborear el primer pedazo.

Mi mirada debió perderse en el vacío, porque Aria llamó mi atención varias veces:

-Aria: ¿Al? –expresaba, preocupada por mi desvanecimiento.

El calor de la hoguera nos envolvía.

-Albedo: sólo estaba perdido en mis pensamientos –contesté, con la galleta en la mano.

Se aproximó más a mi ubicación, e inició lo que los terapeutas habían pedido en su momento.

-Aria: ¿estabas pensando en Sacarosa?

-Albedo: no –fui sincero-. Suelo perderme en misterios de la naturaleza habitualmente –aquello era verdad en la mayoría de las ocasiones, pero no aquella vez.

-Aria: ¿cómo marcha vuestra relación? –era insistente, aunque fuese evidente que yo no estaba muy por la labor de hablar de ningún amorío. Ni siquiera quise ir a aquel campamento desde un principio.

-Albedo: bien –una mentira escueta.

Ella bajó la mirada, triste.

-Aria: ¿Ella no es un poco... -buscaba la palabra más diplomática- intolerante contigo?

Si aquella era la palabra más cordial que se le ocurrió, no quería saber cuál se le había ocurrido en un primer lugar. Era evidente que no le caía bien mi novia.

-Albedo: se enfada a veces, pero la acepto tal cual como es –la defendí. Al fin y al cabo, ¿qué hubiera hecho un desmemoriado como yo sin ella? Se lo debía.

-Aria: pero ella no te acepta como eres, Al –fue directa. Demasiado directa.

Aquella charla me estaba atosigando.

-Albedo: ¿por qué mentisteis acerca de vuestro problema de pareja? –pregunté, también directo, para evitar mis asuntos personales-. No os falta ninguna chispa.

Me arrepentí nada más pronunciarlo. En realidad, prefería que no me hablara de ello. La escena de Xiao y ella besándose, no se me borraba de la cabeza.

-Aria: supongo que dentro de la relación, no es fácil detectar bien los problemas –contestó, de nuevo nerviosa.

Era una situación incómoda.

-Albedo: no creo que tengáis ningún problema –comenté, procurando recuperar una mínima cordialidad-. Parecéis hechos el uno para el otro.

Y, una vez más, aquel dolor en el pecho tras pronunciar aquellas palabras.

El Pecado del Alquimista [+18] (Genshin Impact)Where stories live. Discover now