Capítulo 29

3.1K 366 180
                                    

Xiao

21 de Marzo – 11:47 AM

Mondstadt – Taberna de Diluc

Como si nos tratáramos de dos espías, nos acercamos a la mesa de la pareja. Cuando nos vieron aparecer, la joven realizó un gesto de sorpresa y timidez. Debía ser una cita que acabábamos de interrumpir, lo que, de ser así, eran buenas noticias. Si su hermano se ennoviaba, le costaría menos olvidar aquellos sentimientos romántico-sexuales por él.

Yo analicé a Albedo como si se tratara del más fiero de los enemigos, pero... su actitud era muy normal. Sonreía con una diplomacia exquisita y realizaba la emoción justa en los momentos adecuados.

Como era de esperar, se alegró al ver a su hermana, pero no tanto como había previsto (ni siquiera se levantó para abrazarla). Al fin y al cabo, Aria había estado sufriendo bajones constantes por no poder estar con él y creí que su relación debía ser igual de intensa en ambos sentidos. No obstante, parecía que la única maravillada con su hermano era Aria, y que no era en absoluto correspondida por él. Otro alivio para mí.

Tomamos asiento junto a ellos.

-Albedo: ¿qué haces aquí, hermana? –preguntó con una amplia sonrisa que percibí cómo Aria recibió con pavor.

Estaba pasando algo, y yo no era capaz de entenderlo. No obstante, tras su asombro, Aria se recompuso y trató de actuar con la mayor normalidad posible.

-Aria: quería ir a visitarte tras tanto tiempo separados –contó. Y aquella información provocó una leve mueca en la joven peliverde, pero no tardó en volver a sonreír. Tal vez también tenía su opinión acerca de su cercana relación de hermanos-. Éste es Xiao, mi maestro. Hemos estado entrenando juntos.

Yo agaché, levemente, la cabeza en señal de respeto. No era muy sociable, sin embargo, sentía que era conveniente que me llevara bien con mi quizá futuro cuñado.

-Sacarosa: estábamos en medio de una cita –comentó, intentando no ser descortés-. ¿Por qué no vienes a visitarlo otro día?

"Fría como un témpano", comenté en mi fuero interno, siendo consciente de que Aria había hecho todo aquel viaje para poder ver al fin a su querido hermano. A diferencia de mí, no debía querer llevarse bien con su quizá futura cuñada.

-Aria: ¿Cita...? –expresó, cada vez le era más difícil ocultar su preocupación.

-Sacarosa: sí, somos novios –anunció de pronto-. ¿Albedo no te había mandado ningún mensaje para contártelo? –soltó una pequeña risita que me desagradó sobremanera-. Pensaba que teníais una relación más estrecha.

Por un momento, creí que Aria iba a matarla, pero pudo contenerse.

Su hermano no dijo una sola palabra. Seguía sonriendo, diplomático. Comenzaba a creer que sí había algo raro en toda aquella situación.

-Aria: bien... no os molestaremos más –se levantó de su asiento, incapaz de ver a la cara a su propio hermano-. Disfrutad de la cita.

"Nunca tanta diplomacia había sido tan escalofriante", me dije a mí mismo.

***

Xiao

21 de Marzo – 14:23

Mondstadt – Estatua del Arconte Anemo – Lago estelar

Más tarde nos reunimos con su amigo lejos de la ciudad, para asegurarse de que nadie más pudiera escucharnos. Yo me senté al borde de la plataforma de la estatua, desde donde podía escuchar la extraña charla. Un pequeño lago nos rodeaba por completo, por lo que habíamos tenido que saltar desde el otro lado de la orilla para llegar a donde estábamos.

-Aria: ¡¿qué demonios le ha hecho a mi hermano?! ¡Ese no era Albedo! –andaba en círculos, pero no en círculos muy grandes, porque si no caería al agua.

-Venti: Lo sé, es escalofriante, ¿verdad?

-Aria: ha tenido que pasar algo y es fácil saber quién es la culpable.

-Venti: sí, la experta hacedora de afrodisíacos –rió, tratando de mejorar el tenso ambiente. Pero era imposible calmar a la joven de ahora despeinado cabello castaño. No paraba de removérselo por los nervios.

"¿Experta hacedora de afrodisíacos?", quedé traumatizado.

-Aria: tengo que pensar bien mi siguiente movimiento, ¡esta chica es peligrosa! –comentó, angustiada. La falda de su vestido negro no paraba de balancearse ante su frenético paso-. ¿Qué has visto cuando nos hemos ido?

-Venti: se quedaron un poco más en la taberna y luego se lo llevó a su propia casa.

-Aria: ¡A su casa! –exclamó-. Mi hermano nunca había pisado la casa de sus compañeros alquimistas.

Ambos se quedaron en silencio por un momento para ponerse a pensar en cómo investigar lo ocurrido.

-Xiao: yo podría hablar con él –ofrecí, con ganas de terminar con todo aquello-. Soy un sujeto neutral en toda esta situación.

-Aria: eres un borde, ¿cómo podrías hacer eso?

No podía negar que lo fuera.

-Xiao: soy un borde que sabe sacar información.

El Pecado del Alquimista [+18] (Genshin Impact)Where stories live. Discover now