• CAPÍTULO 34 •

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Dos días después por fin es lunes. Ahora que he estado en la mansión de Ruggero he tenido que faltar muchas veces a la universidad, pero ahora me debo de poner al corriente con mis clases ya que no quiero bajar de mi buen promedio.

—¿Te gusta esta?—Le pregunta mi madre a mi hermano pues le enseña una bonita casa grande y elegante.

—Me gusta. Oh, Karol, ¿hoy verás a Valentina?

—Siempre la veo en la universidad.

—Deberías invitarla a la casa. Me gustaría su opinión antes de comprarme algo.

—Invítala tú.

—No seas grosera con tu hermano y hazle el favor para que vea a la chica que le gusta. —Mi madre me regaña y cuando se voltea para seguir preparando el desayuno mi hermano se burla de mi.

Si, acabo de viajar a un vivo recuerdo donde Hermes y yo estamos pequeños y mamá nos solía cocinar antes de irnos al colegio.

—Karol, tal vez no quieras hablar de esto pero ya es tiempo de que te quites el anillo.

No entiendo lo que mi madre me dice y me percato de que era verdad, aún tenía el anillo de compromiso.

Juego con el e incluso le sonrío.

—No me digas que te gusta. —Me regaña mi hermano y yo me río.

—No sonrío porque lo extrañe, sonrío porque recuerdo que ya no estoy con él —Me lo quito—Ahora vuelvo.

—No te tardes, tu hermano te llevará al colegio.

—¡Eso sí que no! Tengo coche.

—Pero no licencia. —Se burla mi Hermes.

Ruedo los ojos y me voy a mi recámara de nuevo.
Pongo mi anillo en un cofre de madera pequeño y admiro todo. Es hora de cambiar mi estilo de habitación, tal vez les pida a Liam y a Valentina que me acompañen a comprar unas cuantas cosas.

Claro, con el dinero Sevilla, no pienso volver a tocar la tarjeta de Ruggero.

[...]

Llego a la universidad, me bajo de la camioneta y vuelvo a viajar en el pasado cuando Hermes venía a dejarme y todas las miradas caían en él; y era de esperarse que él les sonriera a las chicas.

—Borra esa maldita sonrisa —Valentina llega—O sino me veré obligada a quitártela a golpes.

—Preferiría a besos. —Me hago para atrás cuando mi hermano la toma de la cintura y la besa frente a todos, tal y como si marcase territorio.

Ella y Liam ya saben lo ocurrido, se los he contado ayer que no salí de la casa de mi madre.

—¿Quieren que los deje solos?

—Si.

—No. —Valentina se aparta—Liam nos espera allá adentro, Karol.

—Deja que la niña se vaya, quédate conmigo.

—Ésta niña es tu hermana y los está escuchando.

—Vete Karol, déjame a solas con la mujer más bella.

Siempre odiaba que fueran mal tercios con mis ex novios, así que preferí irme de ahí antes de que comenzara a vomitar. Aún no me acostumbro a verlos en esta situación. Ellos solían pelear mucho, ¿y ahora? No entiendo.

—Hola Karol. —Liam se me acerca junto con Arón, el chico con el que fui a la fiesta de Halloween—Pareces desorientada.

—Acabo de ver a mi hermano besarse con Valentina, aún no me acostumbro.

Tú, Yo y El Mal Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora