Maxon Lee

1.2K 173 71
                                    

Dos meses desde que Karol se fue libre, las cosas han cambiado para nosotros. Si antes nos trataban sin respeto ahora es mucho peor porque se han enterado que le hemos dado un coche para que se vaya y ahora gran parte nos toma como traidores.
Ruggero no nos dice nada, él no nos ha llamado de tal forma porque sabe que nos necesita en su equipo.

Jamás me había sentido tan mal, me siento como aquel adolescente en la preparatoria al que le hacen burla por sacar dieces en matemáticas y que se siente rechazado por los demás.

La élite ha cambiado, Ruggero los ha cambiado a todos.
Agustín ya no hace tantas bromas, Pasquarelli lo ha puesto en su lugar y ahora es como si intentase ser otra persona pero no le queda porque aquí su papel siempre fue de científico loco.

Dalton ya no es el mismo risueño. Pero a él siento más bien que lo ha cambiado Karol porque lo ha hecho enojar de verdad.
Sophia... la miro entrar a la cocina y me sonríe como siempre lo suele hacer. Mi hermana me duele, ha quedado más traumada de lo que ya está después de que Ruggero le ordenase que matara a los padres de Liam y ahora no sé qué se trae entre manos pero la veo constantemente con Leo. No sé si intenta hacer eso de "un clavo saca a otro clavo" o simplemente está jugando con él.

Conozco a Sophia, y sé que debajo de esa fachada de niña buena hay una grandiosa hija de puta enferma y retorcida.

—Tierra llamando a Maxon —habla y vuelvo a la realidad—¿Qué tanto piensas hermano?

—Tengo mucho trabajo por hacer, sólo me organizo mentalmente —miento.

—Bueno, pues vuélvete a organizar porque hoy entregaremos un gran cargamento en el centro de la ciudad y Ruggero quiere que vayamos todos ya que es importante si hay otra emboscada. Nuestro hermano es lindo ¿No crees? No quiere dejarnos solos.

—Si —no Sophia, ese hijo de puta no es nada bueno porque ese maldito me mandó a la guerra a morir.

Me fui de ese lugar y mejor comencé con mis cosas.

Paso por la oficina de Ruggero y veo a una esclava salir hecha lágrimas y con la ropa rota.
Ruggero ha estado teniendo mucho uso de las mujeres que tiene esclavizadas para sus gustos sexuales.
Lo conozco hace años, y sé que la partida de Karol lo ha afectado a tal punto que ya no le importa ninguna mujer y ahora las trata como objetos sexuales.
Si su madre lo viera, jamás lo reconocería.

Aquel hombre que juraba mantenerle respeto y lealtad a las bellas damas, ha desaparecido.
A cambio ahora tenemos a un terrible violador.

Hablando del rey de Roma... lo veo salir abrochándose el cinturón del pantalón y me frunce el ceño cuando pasa a mi lado.


Llego a mi lugar de trabajo. Todo está lleno de material para armas y cajas repletas de todo tipo de destrucción.
Me gusta fabricarlas, me entretengo mucho y...

—Joven Maxon, le he traído su aperitivo.

Y ahí estaba la mujer de mis ojos. Luz Stone.
Una preciosa castaña de ojos azules que fue lastimosamente condenada a servirle a Ruggero como esclava.

—Déjalos sobre la mesa.

La veo instalar las cosas y me pierdo en sus preciosas curvas. He tenido miedo de que Ruggero vaya por ella y le haga algún daño como lo está haciendo con la mayoría de las esclavas. Si la llegase a violar no sabría como reaccionaría.
Lo que más me lastima es que no la pude defender de las manos de Bratt que desde un principio ha ido por ella y la ha obligado a... no quiero ni pensar lo que hizo con ella.

Y no me quejo, mi amigo no sabe lo que siento por ella, ni siquiera sé lo que siento yo por ella y eso me vuelve loco.

—¿Por qué no vienes aquí conmigo?—le pregunto y sonríe—Hoy estás más radiante de lo inusual, ¿te ha pasado algo en particular?

Tú, Yo y El Mal Where stories live. Discover now